Por Javier Blanco - Apenas horas después de haberse cerrado el mayor
canje de deuda en pesos de la gestión Fernández, el Gobierno realizó una nueva
licitación para tomar del mercado otros $182.772 millones.
La subasta, que ya estaba pactada dentro del cronograma semestral, le
permitió al Tesoro captar los recursos para hacer el pago de unos $109.000
millones en papeles de deuda que le vencen en los próximos días y conseguir
fondos frescos por unos $73.000 millones –según datos de mercado– para hacer
frente a un déficit fiscal que se mantiene muy alto. La promesa oficial además
es no cubrirlo con emisión.
Claro que, para ellos, debió convalidar una nueva suba en el costo del
financiamiento, que quedó ahora en el 75,6% (5,5 puntos por encima de la
anterior subasta y 11,5 puntos por encima de las que validaba solo un mes
atrás) para los instrumentos a tres meses. Se trata de los más demandados por
el mercado.
“Haciendo números rápidos (sin tener el dato julio), el resultado fiscal
primario presentaba un déficit de 1.06% del PBI. Si se apunta al utópico -2.5%
de meta del FMI, el financiamiento neto debería alcanzar los $1,101 billones.
Aún restando el financiamiento neto captado en julio ($370.000 millones), el Tesoro
debería captar un mínimo $146.200 millones extras por mes de acá a fin de año
para cerrar el programa”, calcularon desde Portfolio Personal Inversiones
(PPI).
La posibilidad de mejorar la captación se abrió al lograr postergar el
calendario. “Tras el canje del martes, la obtención de abundante financiamiento
entre agosto y octubre será más factible dada la fuerte descompresión en el
perfil de vencimientos. Los vencimientos de los próximos tres meses ascienden a
0,6% del PBI, cuando previo al canje eran del 3,3% del PBI”, ejemplificaron al
respecto desde Cohen.
Para tratar de asegurar esos ingresos, la Secretaría de Finanzas ya
había habilitado otro aumento de 336 puntos básicos (al 54,99% anual) en la
tasa ofrecida por la letra de liquidez (Lelite) que coloca
entrelosfondoscomunesdeinversión (FCI). Eso le sirvió para obtener con ella
$33.842 millones.
Además, había asegurado un rendimiento mínimo del 70% anual para la
letra de descuento (Lede) que ofreció reabrir y por vencer a fin de noviembre
(S30N2) con un “premio” de 9,1 puntos respecto a los niveles de precio con que
se venía operando en el mercado secundario, la que finalmente colocó a una tasa
del 75,6% nominal anual. Con ese anzuelo consiguió con este instrumento unos
$91.000 millones, El menú se completaba con la letra ajustable por CER por
vencer en febrero del año entrante, papel por el que adjudicó por $57.900
millones. • |