Por Estefanía Pozzo - Sorpresiva.
Así describieron diferentes analistas del mercado la decisión del Banco Central
de retocar casi 10 puntos las tasas de
interés. Si bien se esperaba que el mal dato de inflación empuje al BCRA a volver a elevar las tasas de referencia, la suba estuvo por encima de lo
esperado. Es que, con esta decisión, el Central dejó de lado la parsimonia que
le atribuían en el pasado y convalidó un aumento que además comunicó poco más
de una hora antes de que el INDEC difundiera el salto de los precios del 7,4%
de julio.
A diferencia de otros momentos, cuando las discusiones en el directorio
se extendían debido a discrepancias sobre las magnitudes de los retoques, esta
vez la suba salió por unanimidad en una reunión que duró dos horas, fue
presencial y en la que los funcionarios almorzaron empanadas. Según le confió una persona con conocimiento de las deliberaciones
a Ámbito, esta suba de tasas tiene tres “grandes motivaciones”. En
primer lugar, “reforzar el sesgo contractivo de la política
monetaria acompañando el sesgo de los anuncios”, es decir, la señal de
reducción del déficit trazado por el Ministerio de Economía. En segundo
lugar, “contribuye a estabilizar el mercado de cambios y acompaña las
medidas para aumentar reservas”. Y, en tercer lugar, “sigue con el esquema de ir hacia tasas reales positivas”.
Los distintos analistas remarcaron que esta decisión implicó un
reordenamiento del esquema de tasas, ya que dejó al rendimiento de los pesos
por encima del ritmo de devaluación, algo que en el mercado estiman que
ayudaría a descomprimir tensiones cambiarias. Federico Furiase, director
de Anker, estimó que “la tasa de pases a un día quedó en
5,4% mensual y la Leliq 28 días en 5,7% mensual versus un crawling del tipo de cambio que viaja hoy a un ritmo
de 5,5% mensual”. “Si aceleran el crawling en septiembre, nuevamente vamos a
tener crawling por arriba de las tasas del BCRA y eso es un punto en contra
para la estabilización cambiaria”, analizó. Respecto de este punto, fuentes que
conocen las discusiones en el Central le dijeron a Ámbito que buscarán mantener
el rendimiento de la tasa de pesos por encima del ritmo devaluatorio.
Analistas también señalaron al menos dos riesgos que trae esta suba de
tasas. En primer lugar, cómo reaccionarán los bancos por la decisión de
permitirle a los Fondos Comunes de Inversión operar Pases a un día. Desde el
sector bancario esperaban mayores precisiones de la instrumentación del Central
porque, si bien esta decisión está orientada a “mejorar el esquema de transmisión
de tasas cortas”, en los hechos puede desalentar a los bancos a participar de
licitaciones para tener mayor liquidez en caso de que los FCI quieran los pesos
para colocarlos en Pases. Sobre este punto, desde el Gobierno consideraron que
no creen que esto le reste fondos al Tesoro, pero estarán atentos a que no se
generen tensiones financieras.
El segundo problema está relacionado con eventuales complicaciones que
registren las empresas para financiarse, por la fuerte suba que también se
registró en las líneas de préstamos. Sin embargo, analistas entendían que habrá
algunas empresas que estarán más complicadas que otras.
Tanto las tasas activas como las pasivas sufrieron retoques. En el caso
de los instrumentos de política monetaria, tuvieron subas entre 8 y 9,5 puntos.
La TNA de los pases a un día quedó en 64,5% (desde 55%), la Leliq a 28 días rendirá 69,5% (desde
60%) y la Leliq a 180 días, 76%. Estos mayores rendimientos
también llegarán a individuos y empresas, porque los plazos fijos hasta 10 millones
de pesos rendirán 69,5%, mientras que los superiores a ese monto tendrán una
TNA de 61%. Los plazos fijos UVA precancelables pasaron de 56% a 65,5%. En el
caso de las líneas de crédito reguladas para el sector productivo, también se
encarecieron, porque los préstamos para capital de trabajo pagarán una TNA de
69% y 59% para realizar inversión productiva. Por último, también en el
segmento individuos, la tasa para hacer “revolving” de la tarjeta de crédito
pasó de 62% a 71,5%. |