La inflación en EEUU subió 8,5% en los últimos 12 meses hasta
julio, por debajo
del alza previa tras un retroceso en el costo de los combustibles.
El informe supone una buena noticia tras meses en números elevados aunque
permanece todavía cerca de su mayor nivel en cuatro décadas y lejos del rango
habitual del país en torno al 2% anual.
Esto ocurre en medio del endurecimiento de la política
monetaria de la Reserva Federal (Fed) para contener
la inflación a través de la suba de tasas de interés. La más reciente fue del
0,75% y se esperaban subas similares en los próximos meses si los precios no
daban señales de ceder significativamente. "Vemos signos concretos de que
la inflación interanual podría haber alcanzado su techo", expresó el
analista Diego Martínez Burzaco en Ámbito.
Este dato, por un lado ayuda a disipar los temores de una recesión y por
el otro, demuestra que los salarios continúan creciendo y que con ellos los
precios de los productos y servicios probablemente lo sigan haciendo.
Respecto al mes pasado, la mayor parte de los aumentos de precios se
dieron en los rubros Combustible (75,6%), Gasolina (44%), servicios públicos de
gas (30,5%) y Electricidad (15,2%). El precio promedio del galón de gasolina
bajó cerca de u$1 tras haberse disparado en meses recientes a un récord de u$s5
en las estaciones de servicio del país, por una combinación de una mayor
demanda, menores suministros y altos precios del petróleo en los mercados
mundiales.
En
tanto, el IPC en término mensual se mantiene sin subidas (se esperaba 0,2%),
por debajo del ascenso del 1,3% de junio. Por su parte, el IPC subyacente en término
interanual subió en julio un 5,9% (frente al mismo dato del mes anterior y en
contra del 6,1% esperado) y en término mensual asciende un 0,3% (frente al 0,7%
anterior).
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