Sábado 6 - Por Fernando
Bertello - Las exportaciones de los principales complejos agrícolas podrían crecer
en más de US$18.000 millones para el ciclo 2029/2030, esto es dentro de siete
campañas, si se quitaran las retenciones. Si eso se hace treparían hasta
US$61.899 millones.
Así se desprende de un trabajo realizado por Gustavo Oliverio y Gustavo
López, de la Fundación Producir Conservando, que realizaron proyecciones en
base a dos hipótesis de producción y también según precios FOB de exportación.
El trabajo indica que en el actual ciclo, 2021/2022, las retenciones
aportarán al Estado US$9800 millones. Destaca que son, junto a otros, tributos
distorsivos que “inciden fuertemente sobre los ingresos y el resultado
económico de la producción global”.
Pero admite que en el actual contexto “donde gran parte del gasto es
gasto social (jubilaciones, pensiones, planes sociales, etcétera) y subsidios
al transporte, energía y otros” es “muy difícil pensar en una rápida
eliminación” de las retenciones. La soja paga un 33%, el maíz y el trigo un 12%
y el girasol un 7%, entre otros productos agrícolas.
En el actual ciclo, 2021/2022, se sembraron 33 millones de hectáreas
entre trigo, maíz, girasol, soja, sorgo y cebada, y la cosecha fue de 130,7
millones de toneladas.
Sobre estos números, la Fundación Producir Conservando simuló qué
ocurriría con el área y la producción de cada cultivo sin retenciones y en el
medio hubiera una mejora de la rentabilidad. En este marco, en el informe se
trazaron dos hipótesis. En la primera, con 42,5 millones de hectáreas y sin
retenciones se pasaría a una producción de 165,4 millones de toneladas. En este
caso, la producción crecería unos 35 millones de toneladas comparada con la
campaña 2021/2022.
Según esta proyección, en soja podría apuntarse a 18,7 millones de
hectáreas de siembra y 62,5 millones de toneladas de producción (43 millones de
toneladas en 2021/22). En el caso del maíz, se saltaría a 7,9 millones de
hectáreas con un volumen de cosecha de 61 millones de toneladas (50 millones de
toneladas en la campaña actual). Si se observa el trigo, bajo esta hipótesis es
posible una siembra de 7,8 millones de hectáreas con 25 millones de toneladas
(22,1 millones de toneladas en la campaña 2021/2022) de cosecha.
El informe luego detalla que considerando la hipótesis dos, que incluye
una mayor siembra con soja, a 21 millones de hectáreas, y también de maíz, a
8,8 millones de hectáreas, en este escenario el área total treparía a 45
millones de hectáreas con una producción global de 173,7 millones de toneladas.
Teniendo en cuenta este número, se trataría de un salto productivo de 43
millones de toneladas contra la campaña 21/22.
En este contexto, el trabajo de Oliverio y López para la Fundación
Producir Conservando luego se mete en las estimaciones de valores de
exportación para ambas hipótesis. Para las dos hipótesis traza la proyección
con un promedio del valor FOB de las exportaciones granarias en 2020/2021 de
420 dólares por tonelada y de 470 dólares por tonelada en 2021/2022. Este
último ciclo estuvo más influido por el impacto de la invasión de Rusia a
Ucrania.
“Si tomamos estos valores como referencia de precios posibles de obtener
en próximas campañas, el ingreso adicional por exportaciones se incrementaría
respecto a la 2021/2022 en 7800 (con FOB 20/21) y 13.800 millones de dólares
respectivamente (con FOB 21/22). Para el caso de ocurrir la hipótesis dos, los
valores llegan a 12.180 (con FOB 20/21) y 18.765 millones de dólares de
ingresos adicionales por exportaciones (con FOB 21/22)”, se desprende del
informe.
En esta línea, considerando la hipótesis dos de mayor siembra y cosecha,
el valor total de las exportaciones treparía, versus los US$43.134 millones de
2021/2022, a un rango de entre 55.314 millones y US$61.899 millones.
Los autores remarcan que se debe iniciar una etapa “de fuerte reducción
en el tiempo” de los derechos de exportación. Y se podría comenzar a cuenta de
otros impuestos como Ganancias.
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