Viernes 5 - Por Julieta Colella - Una frase
popular dice que la felicidad es la diferencia entre la expectativa y la
realidad. Si nos basamos en esa expresión, el resultado de los anuncios
de Sergio Massa como
nuevo Ministro de Economía fue negativo. Las expectativas eran muy altas y estaban
puestas en que iba a anunciar medidas contundentes que pudieran cambiar el
rumbo económico, sin embargo, la realidad dejó sabor a poco. Más allá de que lo
haya anunciado, resulta interesante analizar en qué contexto llega y con qué
herencia deberá luchar.
La primera decisión que anunció fue la de cumplir la meta del 2,5% del
déficit primario como porcentaje del PBI, establecida en el Presupuesto
Nacional. Según el último dato informado por el Ministerio de Economía, el
acumulado 12 meses a junio de este año nos muestra un déficit primario de 3,3%.
Este dato es el punto de partida de Sergio Massa. Para alcanzar el objetivo
deberá, en 6 meses, reducir dicho déficit en 0,8 puntos porcentuales. Dicho así
pareciera sencillo, sin embargo, obliga aplicar una fuerte reducción de los
gastos totales.
Recientemente conocimos la recaudación tributaria al mes de julio. Al
séptimo mes del año la recaudación creció 87,0% de forma interanual, superando
a la inflación del período. Si bien el dato oficial lo conoceremos el próximo
jueves 11 de agosto, se estima que la variación mensual de precios podría
ascender a 8,5%. Si eso ocurre, la inflación acumulada 12 meses sería del
71,9%. En este caso, la variación interanual de la recaudación total quedaría
15 puntos porcentuales por arriba. Es la mayor tasa de variación desde abril
2021. En aquel momento la recaudación tributaria llegó a crecer 105,2% respecto
al año anterior, debido a que abril 2020 fue uno de los meses más castigados
por la pandemia.
Con respecto a los tributos ligados al consumo, el IVA Consumo presentó
un crecimiento interanual de 79,4%, también quedando por arriba de la inflación
estimada para el período. Lo mismo ocurrió con lo recaudado por los débitos y
créditos, incrementándose más de un 85,0% respecto a julio del año pasado. Con
respecto a los impuestos patrimoniales, Bienes Personales se incrementó un
300,0%, mientras que por la partida de Impuesto a las Ganancias la recaudación
fue un 118,8% superior.
En junio, los ingresos tributarios representaron el 91,3% de los
Ingresos Totales. El 100,0% lo completan los ingresos por la Renta de la
Propiedad y los ingresos de Capital. Según esta proporción, los datos de
recaudación tributaria al mes de julio y algunas proyecciones adicionales, los
ingresos totales podrían crecer en torno al 68,0% o 70,0% respecto a los
ingresos totales de un año atrás. Para empezar a colaborar con los objetivos
del nuevo Ministro de Economía, los gastos totales deberían empezar a crecer,
no solamente a un ritmo inferior al que vienen creciendo, sino a una tasa menor
a la que crecen los ingresos totales.
Al sexto mes del año, los ingresos totales crecieron 56,8% mientras que
los gastos totales se incrementaron un 65,6%, casi 10 puntos porcentuales por
arriba de los ingresos. Aquí es donde radica el mayor desafío del nuevo
gabinete, en ir reduciendo dicha brecha.
El próximo 20 de agosto conoceremos el resultado fiscal al mes de julio.
De todas formas, los resultados que se den a conocer ese día van a corresponder
a la gestión, cortísima, pero gestión al fin, de Silvina Batakis. Cuando la
sucesora de Martín Guzmán habló públicamente por primera vez y declaró que iban
a trabajar para conseguir un fortalecimiento de las cuentas públicas dijimos
que había que esperar al 20 de agosto para ver los primeros resultados. Siempre
dijimos que era mucho tiempo para una economía como la argentina. A las pruebas
nos remitimos.
Ahora, para empezar a ver los primeros resultados de la gestión de Massa
deberemos esperar al 20 de septiembre cuando se informe el resultado fiscal a
agosto. Otro período de tiempo que resulta una eternidad.
El fantasma de una fuerte devaluación sobrevuela hace tiempo. Se pensó
que Sergio Massa podría llevarlo a cabo. Según le respondió a un periodista,
porque no fue algo sobre lo que habló en su discurso, no procederán a devaluar.
Indicó que trabajarán en reducir las brechas cambiarias entre el dólar oficial y los dólares alternativos mediante el fortalecimiento de
las Reservas Brutas del Banco Central. De todas formas, según lo que varió el
tipo de cambio oficial en solo 4 días del mes de agosto, pasando de $ 131,27 al
último día hábil de julio a $ 132,64, nos estaría dando una tasa de devaluación
mensual de 5,7%, superior al promedio del 4,0% al que venía viajando el dólar
oficial los últimos meses.
Con respecto a los últimos meses, sin lugar a duda, la evolución de las
principales variables a lo largo de julio fue de las más turbulentas de los
últimos tiempos. En tan solo 30 días las reservas brutas cayeron U$S 4.555
millones, los pasivos monetarios aumentaron $ 608.928 millones, la inflación se
estima del 8,5%, el dólar oficial se incrementó 4,8% mientras que el informal
30,7%, alcanzando valores récord de $355. Con respecto a los depósitos y
préstamos, los depósitos en pesos crecieron casi $400.000 millones, mientras
los depósitos en dólares cayeron U$S 815 millones. Por el lado de los
préstamos, los que se realizaron en pesos, subieron $ 303.840 millones,
mientras que los que se otorgaron en moneda extranjera se redujeron en U$S 147
millones.
Después del discurso de Massa la pregunta era si, al abrir el mercado, las variables se iban a comportar con el mismo
nivel de confianza que demostraron tener cuando se dio a conocer el nombre de
quién reemplazaría a Silvina Batakis o si le darían la espalda a un conjunto de
medidas que dejaron sabor a poco.
En este primer día, el dólar MEP subió 0,7% respecto a su cotización del
día anterior mientras que el CCL lo hizo en un 2,0%. Por su parte, el dólar
informal empezó cotizando $298, por debajo de la cotización del día anterior,
para finalizar la jornada en $293, casi $10 menos que el día anterior,
dependiendo la plaza que se consulte.
El Riesgo País continuó en baja, alcanzando los 2.406 puntos. Por el
lado de las acciones, el Merval tuvo un leve comportamiento alcista. Los que no
consiguen recuperarse son los bonos soberanos en dólares, los cuales, no solo
que continúan cotizando a precio de default, sino que siguen bajando. Por
ejemplo, el AL29 cayó 1,2% en un solo día, mientras que el AL35 lo hizo en
2,9%. La desconfianza se agrava en el largo plazo.
A pesar de que las primeras medidas anunciadas no fueron lo que se
esperaba, pareciera que el mercado y gran parte de la política siguen apostando
por Sergio Massa. De todas formas, y tal como él mismo dijo, no creemos que sea
una figura que pueda solucionar los problemas estructurales de la economía
argentina sin cambios contundentes.
Habrá que esperar a
que se sigan conociendo los nombres de quienes lo acompañarán en la gestión del
Ministerio, ver cómo resulta la gira por el exterior, la cual ocurrirá a fines de
este mes y cómo se comportan las principales variables de la economía. Más allá
de los mercados y la política, a Massa todavía le falta aval de la ciudadanía
en general. Para que eso ocurra deberá trabajar en bajar la inflación,
fortalecer el poder adquisitivo, mejorar los niveles de consumo y bajar la
brecha cambiaria. Sin el apoyo del ciudadano de a pie, lejos estará las
posibilidades de alcanzar la presidencia el año próximo, si es que esas son las
aspiraciones del nuevo ministro de economía |