Por Maia Jastreblansky - El titular de la secretaría de Energía, Darío
Martínez, tiene definido dejar su cargo, aunque hasta anoche no había
oficializado su renuncia a pedido del Gobierno. Se trata de un cambio central
en una consola estratégica del nuevo organigrama del Ministerio de Economía,
que Alberto Fernández hace tiempo quiere renovar y que es muy cara a los
intereses de Cristina Kirchner y Sergio Massa.
En las últimas horas, para reemplazarlo, circuló con fuerza en la
industria el nombre de Federico Bernal, el interventor del Ente Nacional
Regulador del Gas (Enargas).
Sin embargo, algunos colaboradores del Gobierno comenzaron a ponerlo en
duda en las últimas horas al advertir que no es una figura de amplia aceptación
en el sector.
“El ministro de Economía es quien anunciará su equipo y en las próximas
horas van a haber novedades”, dijo la portavoz Gabriela Cerruti.
Según pudo saber la nacion, Massa transmitió puertas adentro del
Gobierno su deseo de demorar los nombramientos hasta la semana próxima, porque
se celebrará en Neuquén la Expo Oil & Gas Patagonia, una cita que reúne a
los peces gordos de la industria energética. “Es una movida muy fuerte y quería
generar impacto ahí”, dijo una fuente oficial sobre las intenciones del
tigrense.
Lo cierto es que hace varios días que los accionistas de la coalición de
gobierno deliberan a quién poner en esa silla estratégica y que comenzaron a
circular distintas versiones en el sector. Hubo múltiples intercambios en las
últimas 72 horas entre el ministro de Economía, la vicepresidenta y Fernández
para encontrar un nombre, clave para enderezar la sangría de reservas que
provoca la importación de gas, para establecer la quita de subsidios
energéticos y para la obra del gasoducto Néstor Kirchner, una cinta que quiere
cortar el oficialismo antes de las elecciones de 2023.
Las grandes empresas energéticas y múltiples funcionarios de las
diferentes tribus del Frente de Todos especulan por estas horas sobre el futuro
del área, que hasta ahora estuvo alambrada por la vicepresidenta, por lo que
parece difícil que la definición se estire mucho más.
“Es al revés, sería un papelón que lleguen a la Expo Oil & Gas sin
la principal autoridad del país, que es el secretario de Energía”, advirtió una
fuente del sector a la nacion.
Si bien todavía no oficializó su renuncia, Martínez no estuvo presente
con el resto del equipo económico durante la jura de Massa en el Museo del
Bicentenario. A esta altura de los acontecimientos, el funcionario neuquino
tampoco quiere seguir.
Aún persiste, en tanto, el interrogante sobre el futuro del actual
subsecretario de Energía Eléctrica, Federico Basualdo, un cuadro técnico de La
Cámpora que creció como contrafigura del exministro de Economía Martín Guzmán y
que es un asesor directo de la vicepresidenta. La “familia kirchnerista” en los
puestos ligados a la energía, en tanto, podría reconfigurarse de cara a los
anuncios. Ahí se combinan distintas pertenencias, porque hay cuadros de La
Cámpora funcionarios provenientes de Santa Cruz (los “pingüinos”) y exponentes
de la vieja guardia de Julio De Vido.
En los últimos días circularon varias alternativas. Se habló de
economistas cercanos al massismo y funcionarios del gobierno de Chubut afines
al Frente Renovador. En las últimas horas, sin embargo, cobró fuerza el nombre
de Bernal. Dentro del ecosistema de funcionarios kirchneristas con incidencia
en la política energética, él se referencia en el Instituto Patria. Hace una
década supo ganarse la especial valoración de Cristina Kirchner con la
estatización de YPF. Cuando ella anunció la expropiación del 51% de las
acciones a Repsol, exhibió una probeta con “el primer petróleo argentino”.
Bernal se había desprendido de esa reliquia familiar para regalársela. Desde
entonces, la vicepresidenta lo tiene como hombre de consulta en temas
energéticos. En el mundillo energético advierten que Bernal no es bien visto por
los jugadores del sector, porque fue un abierto crítico del PlanGas que
Fernández anunció en octubre de 2020 en Vaca Muerta. Además, no tiene una buena
relación con Agustín Gerez, presidente de Integración Energética Argentina SA
(Ieasa), la encargada de la licitación del gasoducto Néstor Kirchner. |