Por Camila Dolabjian - En la previa de la conferencia del flamante
ministro de Economía se esperaban medidas para bajar el déficit fiscal, la
inflación y el gasto público; engrosar las reservas y calmar las expectativas
del mercado, pero, si bien Sergio Massa se refirió a estas urgencias, las
definiciones fueron escasas y “poco contundentes”, según analistas consultados
ayer por la nacion.
Para María Castiglioni, de C&T Asesores Económicos, los anuncios de
Massa tuvieron gusto a poco. “Lo más relevante es la confirmación del cumplimiento
de la meta con el FMI de 2,5%, pero las medidas anunciadas no terminan de ser
coherentes con este objetivo”, dijo. La economista apuntó a que sus dos
antecesores, Martín Guzmán y Silvina Batakis, apuntaron a lograrlo y no
pudieron concretarlo.
Lucio Garay Méndez, economista de Eco Go, coincidió en que las medidas
escasearon en contundencia y faltó un plan para reducir la brecha cambiaria y
la inflación. “Si una de las mayores críticas que se venían haciendo era la
falta de horizonte, estas medidas anunciadas –que distan de ser un plan– no
ayudan a brindar mayor previsibilidad”, comentó. Y agregó: “Por el momento, que
no vaya a haber mayores adelantos transitorios trae un poco de calma en la
cuenta de pesos. Y habrá que ver cómo se cumple con la meta fiscal”.
En tanto, Damián Di Pace, analista económico y director de la consultora
Focus Market, comentó: “El anuncio de búsqueda de equilibrio fiscal y
mantenimiento de la meta del 2,5% para este año es bueno en la intención, pero
no es contundente en la ejecución al no mostrar con números cuál será el
sendero de la reducción del déficit fiscal con metas, y objetivos precisos. A
la intención le falta manifestación de su concreción”.
Para los especialistas, no hubo cálculos ni números concretos, sino un
“vamos viendo sobre la marcha” y algunos de los lineamientos no coincidieron
con otras de sus políticas. Esa es la visión de Jorge Colina, de Idesa, que
opinó que las crisis exigen definiciones más concretas sobre cómo bajar el
déficit fiscal. “No hubo casi nada, al contrario, dijo que iba a dar un bono a
los jubilados y que iba a reforzar las cooperativas de los piqueteros para
ordenar el gasto asistencial. Hubo más anuncios que medidas, por lo que habrá
que esperar la letra chica y precisiones en los próximos días”, señaló.
Para Lorenzo Sigaut Gravina, economista de la consultora Equilibra, el
flamante ministro sí presentó una orientación de la política económica. “En el
frente fiscal se ratifica la meta del acuerdo con el FMI, y para lograrlo,
además del congelamiento de la planta del Estado, se profundizaría la quita de
subsidios energéticos y del agua y se revisarán planes sociales”, afirmó. “Algo
más mostró (Massa), pero se había generado mucha expectativa respecto de lo que
finalmente terminó anunciando”.
Sobre las medidas puntuales, Castiglioni opinó que solo hay algo en
subsidios energéticos desde el punto de vista del ahorro. Pero con respecto a
la caída de las reservas y presiones cambiarias, hay algunas para “ganar
tiempo”, como el adelanto de exportaciones y los tipos de cambio especiales
para sectores. “Sin embargo, no hay datos adicionales sobre ese tipo de cambio,
para confirmar si efectivamente va a tener éxito. Deja muchas dudas. La ventaja
respecto de sus antecesores es un mayor respaldo político a priori para ver si
logra implementar algo de esto”, sugirió.
Di Pace, asimismo, agregó: “Las reservas netas del Banco Central hoy son
de US$1500 millones. El anuncio es de acuerdos firmados, negociación con el
agro, organismos internacionales y multilaterales, pero aún no hay un sendero
de previsibilidad para que se pueda cumplir con la demanda importadora de
energía a un precio mayor, con el retiro de subsidios y la demanda para insumos
y materias primas necesarias para producir. Faltarán más hechos en los próximos
días que confirmen lo anunciado y que impacten los hechos en las reservas”.
Con respecto a las tarifas, Di Pace dijo que lo anunciado es racional
que haya un tope de consumo porque, de manera contraria, la actual
segmentaciónera un llamado al derroche por parte de los usuarios beneficiarios
de los subsidios. “Sin embargo, el esquema de segmentación no alcanza para
reducir subsidios nacionales en el volumen necesario como para que impacten en
los números fiscales. Casi 9 millones de hogares pidieron mantener subsidios
que están muy por debajo de la inflación presente y el costo de la energía
actual. Es una cuenta minúscula que no resuelve un problema mayúsculo”, dijo.
Nadin Argañaraz, director del Instituto Argentino de Análisis Fiscal
(Iaraf), dijo que el anuncio del ministro de Economía reconoce el problema
económico del déficit primario como una de las bases a resolver. “Esto implica,
sin cambios tributarios, una baja del gasto en el segundo semestre, que
surgiría de una acción integrada dentro de los actores del sector público
nacional no financiero y las provincias”, explicó.
Según Argañaraz, al no requerir más emisión, el sector público deberá
manejarse con la recaudación tributaria, que viene con un crecimiento real del
7% en los primeros siete meses. “En este sentido es clave que baje el nivel de
gasto comprometido en los próximos meses. Hay una señal clara hacia el sector
pasivo, que viene perdiendo sostenidamente ingresos reales desde 2017”, dijo.
Concretamente, en el primer semestre del año, el menor gasto en jubilaciones
fue de $400.000 millones medidos a junio, esto es equivalente a 10.000.000 de
jubilaciones mínimas”, concluyó. ● |