Por Carlos Arbia - Hay dos aspectos que sorprenden de las medidas
que anunciaría el
nuevo ministro de Economía, Sergio
Massa, entre el miércoles y los 10 días posteriores a su asunción. No se
menciona por ahora una reducción del déficit fiscal y tampoco cómo se
hará para bajar la tasa de inflación, dos de las medidas que pide el
FMI.
Por lo tanto uno de los grandes interrogantes de la nueva gestión de
Sergio Massa es saber si hará o no el ajuste fiscal que solicita el
FMI y si logrará bajar la alta tasa de inflación.
Con respecto al déficit fiscal, en la actualidad llegaría a
unos 3,5 puntos del PBI, y lo llamativo es que el estado gastará este año en
subsidios económicos a las tarifas aproximadamente 2 billones de pesos que
representan unos 3 puntos de ese déficit fiscal. Uno de los problemas que
tendrá el futuro ministro es que no manejará la estratégica Secretaría de
Energía, a cargo del kirchnerista Dario Martínez.
Para entender lo que se podría ahorrar con el reciente plan de
reducción de subsidios económicos a las tarifas, Martínez manifestó la
semana pasada que se podrían ahorrar unos $15.000 millones. Esto implica un
ahorro de sólo el 0,75% frente a un gasto total de $2 billones que se
gastarán ese año donde hay unos $1,4 billones que corresponden a las tarifas de
luz y gas y otros 600.000 millones de pesos al transporte. Gran problema a
resolver para Sergio Massa con el agravante de que no podrá evitar el ajuste
fiscal que él mismo le pedía a Martín Guzmán.
La inflación, gran dolor de cabeza para el
Gobierno
El segundo tema a resolver del que no se habla es bajar fuerte la
tasa de inflación. La llegada de Massa al Gobierno se produce también en medio
de un pico inflacionario donde la mayoría de las consultoras económicas locales
calculan que la inflación mensual de julio podría estar entre el 7 y el 10 % y
en agosto también podría superar el 10 %.
Con estos números una gran parte de las consultoras ya
proyectan una inflación anualizada cercana al 100 por ciento para
principios del año próximo. Las proyecciones de consultoras privadas fueron
corregidas al alza, aumentando el piso para la inflación de julio de 6% a 7%.
Este es uno de los principales problemas que deberá enfrentar el equipo
económico de Sergio Massa.
Un señal favorable con respecto a buscar un camino para bajar la
inflación es el reciente endurecimiento de la política monetaria del
BCRA que el jueves pasado decidió subir en 8 puntos la tasa de interés de
Leliq para llevarla del 52 al 60 % anual realizando la mayor suba de
tasas de interés desde que asumió este gobierno una especie de señal para
comenzar a reducir el último festival de emisión monetaria que impactará a fin
de año. La intención del BCRA es lograr también que gran parte de los pesos se
trasladen a depósitos a plazo fijo de los bancos que comenzaron a ofrecer
tasas mensuales del 5 por ciento.
Con respecto al aumento de la tasa de interés un reciente informe de la
consultora Portfolio Personal destaca que es una medida que luce totalmente
coordinada con el futuro ministro de Economía, Sergio Massa, donde el BCRA
shockeó al mercado financiero realizando el mayor ajuste de tasas en
lo que va de la gestión de Alberto Fernández. Hay que recordar que la autoridad
monetaria subió la tasa de LELIQ de política monetaria 8 puntos llevándola de
52% de a 60% nominal anual o una efectiva anual del 80% y la de los Pases
Pasivos a 1 día de 46,5% a 55%.
Este movimiento de tasas de la deuda remunerada del
BCRA se extendió también a subas de rendimientos para los Plazo Fijo de
Personas Humanas y para el resto de los depósitos.
Realineamiento de tasas: ¿hay señales
positivas?
Lo importante es que el BCRA, por iniciativa de Massa, se sumó
al realineamiento de las tasas de interés de la economía luego
que el Tesoro haya elevado fuertemente el rendimiento de la LEDE a octubre a
70% de TNA (90% de TEA) desde 64% que venía cotizando en el mercado secundario
en la licitación de la semana pasada. Consecuentemente, las tasas de
interés de la economía van tendiendo a ser menos negativas (aunque todavía
quedan por detrás de la inflación esperada), volviendo relativamente más atractivos
los instrumentos denominados en pesos que es lo que le solicitó el FMI a
Batakis en su última reunión con el board del organismo.
Esta es una señal positiva en el manejo de la política
monetaria ya que al mismo tiempo, ante el menor ajuste relativo de la BADLAR
versus Plazo Fijo Personas Humanas, resulta evidente que el BCRA actúa en
tándem con el Tesoro al orientar esa demanda hacia bonos soberanos. Es
importante destacar que el BCRA tiene escaso margen para asistir al Tesoro
con emisión monetaria para cubrir el déficit primario del segundo semestre sin
romper la meta monetaria con el FMI. Para traducirlo en números el BCRA
sólo podría emitir unos $135.000 millones de aquí a fin de
año que implica un 0,2% del PBI y unos $335.000 millones si se agota el truco
contable de los DEG (0,4% del PBI) frente a un déficit primario que tiene un
piso de 2% del PBI en el segundo semestre.
La futura evolución del tipo de cambio oficial y de los
dólares financieros alternativos es otro de los grandes interrogantes. Con respecto
a la evolución del tipo de cambio un reciente estudio de la consultora
Portfolio Personal se pregunta ¿Qué está haciendo el BCRA para
contener las presiones devaluatorias? Y contesta que "en los últimos
días esta acelerando la tasa de devaluación en el spot y
vendiendo futuros. Esto lo obligó en los últimos días a llevar
el crawling peg a una TNA de 75,45% siendo el ritmo
devaluatorio más elevado desde 03/11/20 donde había una tasa de casi el
100 %.".
El estudio señala además que: "el BCRA está muy activo en el
mercado de futuros, conteniendo las tasas implícitas de julio y agosto, que
quedaron en 48,3% (de poca referencia por estar próxima al vencimiento) y
83,7%". Una manera de ver las presiones devaluatorias es observar las
tasas de los contratos de septiembre en adelante en los que el BCRA no tiene
alta participación.
De esta forma se estima que la posición vendida del BCRA es de
u$s7.600 – u$s7.900 millones, acercándose rápidamente al límite establecido por
el FMI de u$s9.000 millones (el último dato oficial marca que la posición
vendida a fines de junio era u$s4.358 millones).
El BCRA intenta evitar un salto del dólar a
toda costa
En definitiva, el BCRA se sigue mostrando decidido a utilizar
exhaustivamente todas sus herramientas para evitar un salto discreto del dólar
oficial y bajar la brecha cambiaria que se redujo del 150 al 125 % por la baja
del dólar de el récord de 350 pesos del 22 de julio pasado a los a los 280
pesos de la actualidad.
Massa podría instrumentar una especie de desdoblamiento
cambiario hasta diciembre próximo. La intención sería que los productores de
soja puedan liquidar su cosecha a valores del Dólar MEP. Lo que está descartado
por ahora es un aumento de la cotización del dólar oficial.
Con respecto a la acumulación de reservas que plantearía Massa hay que
considerar que el programa a cumplir con el FMI exige que hacia fin
de año se acumulen cerca de 8.500 millones de dólares, partiendo de los
1.500 millones de dólares líquidos que hoy tendría el BCRA en sus reservas
internacionales.
El problema es que los períodos estacionales de acumulación de reservas
acaban de terminar en conjunto con julio donde el BCRA perdió unos 1200
millones de dólares. El promedio histórico de acumulación de reservas de
los últimos 10 años fue cercano a u$s 1.500 millones, cuando ahora fue tan solo
de u$s600 millones. Lo cierto es que el BCRA necesitará acumular
reservas en los próximos meses si quiere ser el principal oferente de
divisas a estos precios, evitando una devaluación. En caso contrario el BCRA
tendría que seguir aumentando las restricciones cambiarias para poder abastecer
discrecionalmente al mercado, afectando la actividad económica.
"Por lo tanto más allá de la idea de la fábrica de dólares que
plantea el equipo económico de Sergio Massa no hay que destacar un
cepo cambiario mayor,a costa de menor actividad económica, un salto
discrecional del tipo de cambio oficial o un desdoblamiento formal que les
permita dejar de perder divisas por la cuenta de servicios" dice un reciente
FM informe de la consultora Invecq. La reducción del déficit fiscal y la baja
de la inflación son los grandes interrogantes que por ahora no son mencionados
en el futuro plan "para generar una fábrica de dólares" que se ha
difundido por distintos medios en los últimos días. |