Por Santiago Dapelo - La crisis política y económica empuja a Alberto
Fernández hacia un nuevo cambio en su gabinete, a menos de un mes del ingreso
de Silvina Batakis como ministra de Economía. Bajo una fuerte presión de su
propia coalición, el Presidente prepara el desembarco de Sergio Massa al mando
del área económica, según diversas fuentes del oficialismo.
Massa dijo anoche en redes sociales que se reunirá entre viernes y
sábado con Fernández, pero que no había tenido aún “ningún ofrecimiento”.
Batakis, que viene de reunirse con autoridades del Fondo Monetario
Internacional (FMI), estaba en el vuelo de regreso al país cuando los rumores
pasaron a dominar la agenda política.
El nombre de Massa estuvo muy presente en la reunión que Fernández tuvo
con 13 gobernadores peronistas en la Casa Rosada, donde los invitados
plantearon la necesidad de medidas y cambios urgentes para enfrentar la crisis
económica. Pidieron que Juan Manzur siguiera como jefe de Gabinete. La presión
por un ingreso de Massa también llegó desde la provincia de Buenos Aires, con
declaraciones de apoyo emitidas por el ministro coordinador, Martín
Insaurralde, aliado de Máximo Kirchner.
En medio de un sinfín de rumores y especulaciones, el presidente Alberto
Fernández y el titular de la Cámara de Diputados, Sergio Massa, se reunirán
entre el viernes y el sábado. Ese día podría terminar de definir el ingreso del
tigrense al Gobierno como ministro de Economía.
Según pudo saber la nacion, Massa ya cuenta con el visto bueno de la
vicepresidenta Cristina Kirchner para sumarse al gabinete. Solo resta la
definición del jefe del Estado, quien hasta ahora dilató la decisión.
Las opciones hasta el momento eran dos: la Jefatura de Gabinete y el
Ministerio de Economía, cargo que recaería en Massa, que así reemplazaría a
Silvina Batakis. Así, la ministra, que hoy regresaba al país tras su paso por
Washington, donde se reunió con la titular del FMI, Kristalina Georgieva, habrá
permanecido en el cargo solo 24 días. De hecho, ayer circuló que una de las
razones por las que se demoraba la confirmación de la designación de Massa
tenía que ver con la intención de evitar que Batakis se enterara del recambio
en pleno vuelo.
En medio de intensos rumores, Massa buscó moderar las expectativas y
emitió una serie de tuits en los que aseguraba que no recibió ningún
ofrecimiento de parte del Presidente.
Las últimas 72 horas fueron frenéticas, según confiaron fuentes
oficiales. Alberto Fernández, Cristina Kirchner y Massa estuvieron en
permanente comunicación. Lo último que falta definir es la gravitación y
autonomía que reclama el titular de la Cámara baja. Eso, según explicaron
fuentes oficiales, es central para intentar revitalizar a un gobierno atrapado en
una crisis interminable.
Según adelantó anteayer a la nacion, Massa exige total libertad para
encarar la etapa final del Gobierno. Su llegada estaría acompañada por un grupo
de dirigentes que ocuparían cargos claves.
De esto hablaron con el Presidente algunos de los gobernadores que
estuvieron presentes en la Casa Rosada. Los mandatarios provinciales le
reclaman una mayor “acción” a Fernández. Al tope de las quejas apareció la
necesidad de avanzar con medidas económicas para paliar la grave crisis, pero en
segundo término estuvo el pedido para que el Presidente “unifique y haga más
compacto” el gabinete.
Otro de los temas que le pidieron los mandatarios provinciales al
Presidente fue la continuidad de Manzur como ministro coordinador, lo que
habría fortalecido la posible llegada de Massa a Economía.
Mientras aún se define qué lugar ocupará Massa en el tablero interno, el
jefe de Gabinete, Juan Manzur, dio un aviso a su tropa: “tranquilidad”. Según
confiaron fuentes oficiales, el tucumano avisó que se quedaba en su cargo. Un
gesto en ese sentido fue la confirmación que partió desde Diputados de que el
ministro coordinador presentará su informe de gestión en el recinto el 31 de
agosto.
Massa, mientras tanto, se reunió en las últimas horas con parte de su
equipo económico. Estuvo evaluando la situación con el subdirector del Fondo de
Garantía de Sustentabilidad (FGS), Lisandro Cleri; el director general de la
Aduana, Guillermo Michel; el secretario de Finanzas, Eduardo Setti, y el
experto en temas del campo, Gabriel Delgado.
En las conversaciones con Fernández y la expresidenta, Massa argumentó
que la profundidad de la crisis hacía insuficiente la llegada de Silvina
Batakis al Palacio de Hacienda. Lo que propuso fue una reformulación integral
del gabinete. Menos ministerios, una señal también para la sociedad en medio de
la imparable crisis económica.
En este escenario comenzó un operativo clamor para sumar a Massa al
gabinete nacional. El más explícito fue el jefe de Gabinete bonaerense, Martín
Insaurralde, quien dijo que el presidente de la Cámara de Diputados tiene
“visión y experiencia” para “encauzar la reconstrucción”. Las palabras del
intendente de Lomas de Zamora en uso de licencia fueron avaladas por el
gobernador Axel Kicillof.
“Lo conozco hace muchísimos años y valoro su gran capacidad de gestión.
Creo que su visión y su experiencia vendrían muy bien en esta etapa”, agregó
Insaurralde. Mientras lanzaba estas palabras, el ministro coordinador
bonaerense estaba acompañado por el presidente del Grupo Provincia, Gustavo
Menéndez; el ministro de Infraestructura y Servicios Públicos, Leonardo
Nardini, y los jefes comunales Noelia Correa (Malvinas Argentinas), Carlos
Ramil (Escobar) y Fernando Moreira (San Martín). Un claro gesto de respaldo de
los jefes comunales.
No fue el único. En los últimos días también hablaron de la posibilidad
la diputada Victoria Tolosa Paz, cercana al Presidente, y el diputado
cristinista y líder de la CTA, Hugo Yasky. “Sería bueno que Massa se sumara al
gabinete, es una de las tres cabezas del Frente de Todos”, dijo el gremialista.
“Es momento para cambiar el gabinete y proponer otros jugadores. Creo
que Massa es un buen jugador en estos momentos en los que tenés que dar señales
al mercado, pero contener hacia adentro. Lograr amalgamar a los sectores del
Frente de Todos que están reclamando”, dijo Tolosa, siempre presente en las
recorridas que realiza el mandatario.
En La Cámpora también daban por hecho la llegada de Massa al gabinete,
una incorporación que ven con alguna cautela, a pesar de la fluida relación de
su jefe, Máximo Kirchner, con el presidente de la Cámara de Diputados.
La misma información circuló entre los referentes de la CGT, quienes
dejaron trascender que la oficialización del nuevo ministro se confirmaría
hacia el fin de la semana.● |