El presidente del Banco Central, Miguel Pesce, estimó en al
menos USD 2.500 millones los que aspira que ingresen al mercado de cambios
oficial como resultado del incentivo
que creó ayer para estimular ventas de productores de soja a exportadores, una
actividad que se vio reducida luego de la incertidumbre financiera iniciada en
junio y agravada con la renuncia del ex ministro de Economía, Martín Guzmán, a
principios de julio.
“Nos llegó la opinión generalizada de que el problema que estaba viendo
en la cadena de comercialización de la soja es que los productores no tienen un
recurso donde invertir el dinero cuando venden el producto. Ellos encuentran
una protección al valor que no encuentran en otras inversiones”, explicó el
funcionario en declaraciones a El Destape.
“Entonces el Banco Central les ha habilitado la posibilidad de hacer dos
cosas. Una, con el 30% de lo que vendan comprar dólares al tipo de cambio del
dólar oficial, más impuesto solidario más la retención del Impuesto a las
Ganancias”, agregó.
“Y por el 70% restante constituir un depósito que es remunerado según el
ajuste del tipo de cambio oficial que es similar a lo que tienen cuando tienen
soja en el campo”, agregó.
“Creo que se le está dando una oportunidad al productor para poder
resguardar los pesos cuando vende la soja y por otro lado le estamos
permitiendo, bajo las reglas actuales, a un tipo de cambio de $240 de los que
$40 son retenciones de ganancias”, concluyó.
Consultado respecto cuáles son las expectativas respecto de un aumento
de la liquidación de divisas de exportaciones como resultado de la medida,
Pesce avaló un piso de entre USD 2.500 millones y USD 2.800 millones extra.
“Creemos que esa es una cifra posible”, dijo y aclaró que es una medida que
está vigente hasta el 31 de agosto.
En cuanto a las dificultades del Banco Central para acumular reservas
internacionales, uno de los compromisos incluidos en el acuerdo con el FMI,
Pesce lo atribuyó a la suba de los precios internacionales de la energía.
“Este año estamos con un problema mayor porque con la guerra en ucrania
el combustible ha subido mucho, 200% más que el año pasado, y esto está pegando
en el mercado de cambios”, dijo.
En cuanto a la aceleración de la inflación, con estimaciones privadas
rondando el 90% para el cierre de este año, el banquero central la atribuyó a
maniobras especulativas posteriores a la renuncia de Guzmán.
“La aceleración inflacionaria coincide con lo que se vivió con la
renuncia del Ministro y algunos lo han aprovechado para remarcar precios. Esa
sensación de inestabilidad que vamos superando con el roleo de deuda del mes
pasado que hizo la ministra (Silvina Batakis). No hay ninguna razón para que se
den estos aumentos de precios en los fundamentos de la economía”, dijo.
Respecto a si se busca un acuerdo con cerealeras, las empresas que
compran a los productores agropecuarios para su venta al exterior, Pesce negó
la posibilidad y dijo que el problema que tienen es que los productores no
venden lo suficiente por la incertidumbre cambiaria.
“Lo que ellos vienen diciendo es que tienen las plantas trabajando a muy
baja capacidad, que esto les trae problemas con los costos medios de
producción, que necesitan más insumos para aumentar la escala de
producción y que el problema es que el productor no les vende ¿Por qué?
Porque no tiene que hacer con los pesos. Y a ese problema, que todo el mundo ha
marcado, hoy el BCRA le ha ofrecido una solución”, dijo. |