Por Natasha Niebieskikwiat - En las últimas horas la pelea entre el
gobierno de Alberto Fernández y el presidente del Banco Interamericano de
Desarrollo, Mauricio Claver Carone, volvió a escalar a niveles tan ásperos que
las partes se acusan mutuamente de maniobras hasta casi individuales para
afectarse el uno al otro.
En Argentina afirman que el titular del emblemático banco
interamericano, el BID, tiene un enojo personal contra la Argentina y el
kirchnerismo y que por ello busca "castigar" al país.
Entre tanto las fuentes en Washington afirman que el gobierno de Alberto
F. está detrás de las denuncias contra Claver-Carone que derivaron en la
apertura de una investigación en su contra.
"Es tan cierto como que el Gobierno hizo lo posible para que Claver
no llegara a ser presidente, y que desde el primer momento dijeron que
iban a hacer lo posible por sacarlo", dijo a Clarín una alta
fuente latinoamericana con base en la capital estadounidense. Pero uno y
otro niegan estar de estas presuntas maniobras.
La situación crítica entre las partes quedó expuesta este lunes con la
carta que Claver Carone publicó en The Wall Street Journal. En esta afirmó
no que no podía dar el "visto bueno" a créditos al pais en forma
automática debido a una multiplicidad de factores, como la integridad
financiera, las cuentas públicas.
Este martes, desde el Banco señalaban que son razones técnicas, en un
análisis que hace "la mayoria" de los observadores sobre las
condiciones y las respuestas de Argentina ante sus deudas.
Freno a los préstamos
En su carta al WSJ, Claver-Carone hasta mencionó situaciones
geopolíticas como el aterrizaje del avión venezolano iraní que está retenido en
Ezeiza desde principios de junio mientras su tripulación -también
venezolana y persa- tiene sus pasaportes en la justicia y no están autorizados
a salir del país.
En esa misma línea, Claver Carone especificó que el organismo
financiero desembolsó más de USD 2.500 millones en los últimos dos años
para distintos proyectos, tales como la atención sanitaria, el acceso al agua
potable o la infraestructura vial del país.
Este martes se supo que el representante de la Argentina, Guillermo
Francos, manifestó fuertemente su enojo al conocerse el freno del envío al
país de unos unos US$ 500 millones del banco -y que con otros US$ 300
millones serán US$ 800 millones en unos meses- y que están destinados
a infraestructura, temas educativos y administrativos.
Estas fuentes aseguraron a Clarín que la denuncia anónima que
dio pie a la investigación que aprobaron abrir contra Claver Carone los 14
directivos de la entidad tiene "la huella argentina".
Y afirman que el modelo de presión es el "mismo"
que utilizó el gobierno de Alberto F. cuando logró tumbar junto a
Bolivia al ex presidente ejecutivo del Banco de Desarrollo de América Latina
(CAF), el peruano Luis Carranza, que se fue denunciando en una carta las
presiones de este país. Tiempo después por ese cargo compitió el argentino
Christian Asinelli, que finalmente termina de vice al ganar la presidencia el
colombino Sergio Díaz Granados.
Esa denuncia contra el presidente del BID, efectuada por email, afirmaba
que habían escuchado a su ex esposa decir en un cóctel que su ex marido
tenía un vínculo amoroso con una alta directiva del Banco, su mano derecha,
algo que están expresamente prohibido por los manuales éticos de la entidad.
Y también lo denunciaron presunta malversación de haber gastado
"por demás", lo que para la defensa del cubano americano es tan
"falso" como los comentarios de su ex mujer que ella misma habría
rebatido. Afirman además que es "imposible" malversar gastos porque
están previamente fijados.
La decisión de Claver-Carone de frenar los créditos se conoce desde al
menos una semana y en el Gobierno afirman que se trata de una decisión contra
la Argentina por la serie de desencuentros que comenzaron cuando el Gobierno de
Alberto F. en 2020 se puso a la cabeza de la cruzada contra la
candidatura a presidir el BID de quien fue el asesor de seguridad para
Latinoamérica en la Casa Blanca del Gobierno de Trump.
Además, Fernández puso a competirle a Gustavo Béliz, secretario de
Asuntos Estratégicos., que se retiró antes de la final y Claver-Carone
finalmente asumió el banco, que maneja con un particular estilo, desde octubre
2020.
Por si el mar de fondo no fuera complicado, durante la Cumbre de las
Americas que se hizo en Los Ángeles, del 9 de junio pasado, a la que
asistió Clarín, el presidente argentino se despachó ante Joe Biden con dos
o tres temas fuertes que todavía no tuvieron respuesta positiva del
estadounidense. Una es que le reprochó que no invitara los presidentes de
Cuba, Nicaragua y Venezuela al estar catalogados como dictaduras por
Washington.
Pero en esa cumbre, Fernández también pidió la remoción del
secretario general de la OEA, el uruguayo Luis Almagro y del presidente del
BID.
"La OEA, si quiere ser respetada y volver a ser la plataforma
política regional para la cual fue creada, debe ser reestructurada removiendo
de inmediato a quienes la conducen. La Banca de Desarrollo Regional, sin más
demoras, tiene que volver en su gobernanza a América Latina y el Caribe. El BID
(Banco Interamericano de Desarrollo) requiere un proceso de capitalización para
tener más y mejores medios de financiamiento". En las palabras de
Fernández hubo verdades, pero el costo político se lo cargó solo porque
fue el único discurso de contenido tan fuerte. Para el caso, ningún presidente
salvo los del eje bolivariano lo acompañaron.
El Gobierno ya habia conocido a Claver-Carone enojado varias veces
porque estando en la Argentina como enviado de Trump a la asunción presidencial
de Fernandez, el 10 de diciembre de 2019, se retiró antes al ver que
Argentina había invitado al jerarca del chavismo Jorge Rodríguez.
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