Por Rafael Mathus Ruiz - WASHINGTON (De nuestro corresponsal).– Un
encuentro “productivo”. En un momento crítico para la economía argentina, la
directora gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI), Kristalina
Georgieva, y la ministra de Economía, Silvina Batakis, tuvieron un primer cara
a cara a solas en Washington, que duró 20 minutos, una reunión que, más allá de
la presentación formal, sirvió para repasar la coyuntura del país y comenzar a
delinear el futuro del programa económico.
“Otra reunión productiva con la ministra Batakis. Les dimos la
bienvenida a sus esfuerzos iniciales para reforzar la sustentabilidad fiscal y
estuvimos de acuerdo en la importancia de la implementación del programa para
enfrentar los desafíos económicos y sociales de la Argentina”, dijo Georgieva
en Twitter, luego del encuentro. Batakis se reunió además con David Lipton,
hombre clave del Tesoro de Estados Unidos que conoce de cerca el acuerdo
sellado con el FMI en 2018.
La primera reunión fue con Lipton, uno de los negociadores del acuerdo
de 2018
WASHINGTON.– Un encuentro “productivo”. En un momento crítico para la
economía argentina, la directora Gerente del Fondo Monetario Internacional
(FMI), Kristalina Georgieva, y la ministra de Economía, Silvina Batakis,
tuvieron un primer cara a cara a solas que duró 20 minutos en Washington, una
reunión que, más allá de la presentación formal, sirvió para repasar la
coyuntura del país y comenzar a delinear el futuro del programa económico de la
Argentina, vapuleado y en el limbo ante la escapada del dólar y los debates
para definir nuevas medidas en el Gobierno.
“Otra reunión productiva con la ministra Batakis. Le dimos la bienvenida
a sus esfuerzos iniciales para reforzar la sustentabilidad fiscal y estuvimos
de acuerdo en la importancia de la implementación del programa para enfrentar
los desafíos económicos y sociales de la Argentina”, dijo Georgieva en Twitter.
Batakis tuvo ayer una maratónica agenda de reuniones en Washington, en
su primer día de trabajo completo en la capital norteamericana. Comenzó en el
Departamento del Tesoro, donde vio a una figura decisiva, David Lipton, el
funcionario del gobierno de Biden que más sabe sobre la economía argentina, y
luego fue al Fondo, donde tuvo un almuerzo de trabajo con el staff y una
reunión aparte con Georgieva. Al finalizar la tarde, Batakis cerró en el Banco
Mundial. Estuvo acompañada en todo momento por el embajador argentino, Jorge
Argüello, su viceministra, Karina Angeletti, y funcionarios de la embajada.
En todas sus reuniones, Batakis explicó sus primeras medidas. Con Lipton
y otros funcionarios del Tesoro estuvo una hora. “El interés era que la
conozcan y la escuchen, y la conocieron y la escucharon. El objetivo se
cumplió”, dijo Argüello a la nacion. En el Fondo, Batakis y la delegación
argentina estuvieron alrededor de tres horas. Hubo dos encuentros. Una reunión
entre Batakis, Georgieva, Argüello, y el director del Departamento del
Hemisferio Occidental del Fondo,
Ilan Goldfajn, que se extendió por alrededor de una hora, durante la
cual Batakis y Georgieva hablaron a solas alrededor de 20 minutos. Luego hubo
un almuerzo de trabajo con Goldfajn, y los funcionarios del staff que siguen el
programa argentino, Julie Kozack y Luis Cubeddu.
Las dos reuniones sirvieron para que el staff y Georgieva escucharan los
planes de Batakis de primera mano y pudieran comenzar a delinear el futuro del
programa argentino. “Se quedaron satisfechos”, indicaron desde el Ministerio de
Economía. El balance de la delegación argentina fue que el primer día de
trabajo en Washington fue positivo.
La última parada del día de Batakis en Washington fue el Banco
Mundial, donde se reunió con el director Ejecutivo, Axel van
Trotsenburg. El Banco Mundial, una de las patas del financiamiento multilateral
del Gobierno, anunció que aprobó un financiamiento de US$200 millones para
respaldar a pequeñas y medianas empresas en innovación y tecnología.
“El Banco Mundial está dedicado a una recuperación sostenible y
equitativa en Argentina. El Banco ha intensificado su apoyo al país a lo largo
de estos años desafiantes, con niveles récord de financiamiento: U$2100
millones en 2021 y niveles similares esperados en 2022 y 2023”, dijo Van
Trotsenburg, según un comunicado del Banco Mundial.
Sin margen político para dar un golpe de timón o encarar reformas
profundas, Batakis comenzó a tantear el terreno con el Fondo para definir cómo
contendrá la crisis y mantendrá a flote el programa económico, una discusión
que, en la Argentina, aparece ahora centrada en el dólar y en la política
cambiaria. El Gobierno ha estado enfrascado desde la semana anterior en una
discusión interna para decidir si crean un nuevo tipo de cambio para aumentar
la liquidación de las divisas de los exportadores y ganar tiempo. El mercado
cree que el Gobierno se verá forzado a devaluar el dólar oficial, que quedó más
rezagado respecto de los dólares libres por la corrida cambiaria de las últimas
semanas.
Batakis llegó el domingo por la tarde a Washington, en medio de una ola
de calor agobiante, junto con la viceministra Angeletti. Ambas marcaron un
fuerte contraste con la delegación que acompañó a Martín Guzmán en su última
visita a la capital norteamericana, en abril, cuando vino con todo su equipo,
su vocero y su directora de comunicaciones y su secretario personal, quien
solía acompañarlo en sus viajes internacionales. Guzmán había viajado para las
reuniones de primavera del Fondo, el G 20 y para pulir la última revisión del
programa argentino.
En su primer día en Washington, Batakiss et opóco notro problema: en una
maniobra in édit ay de alto voltaje político, el presidente del Banco
Interamericano de Desarrollo (BID), Mauricio Claver-Carone, bajo investigación
por un escándalo ético que puede llegar acostar le el cargo, condicionó un
préstamo de US$500 millones para la Argentina a que se cumpla el programa y los
compromisos asumidos con el Fondo. El Gobierno sabía de las dificultades para
destrabar esos fondos, pero C la ver Caro ne lo hizo público, estirando una
añeja pulseada con el oficialismo.
El acuerdo con el Fondo ya está al límite. La primera revisión se superó
con una dosis de trucos contables, y economistas, inversores y empresarios
esperan ahora que el acuerdo sea enmendado antes de la próxima revisión
trimestral, prevista para septiembre.
Georgieva celebró los “esfuerzos iniciales” de Batakis para bajar el
gasto.
El Banco Mundial sumará créditos por US$200 millones para la Argentina. |