Por Andrés Sanguinetti - Durante los últimos días de gestión
de Martín Guzman, la palabra más repetida en el mundo corporativo era
"incertidumbre". Los empresarios la usaban cada vez que se les
preguntaba sobre el futuro de la economía, las inversiones y los planes de
negocios, todos atados a la falta de confianza en los planes del
Gobierno. Pero tras la huida del ex Ministro de Economía y el desembarco
de Silvina Batakis, ahora la sensación entre los entre los empresarios es
la de "descalabro".
Entienden que la nueva inquilina del Palacio de Hacienda no
tiene mucho "plafón" para encarar un plan a mediano plazo que le
permita al país frenar la crisis económica, financiera y social que sufre,
encarrilar nuevamente todas sus variantes y evitar terminar cayendo a un
precipicio cada vez más cercano.
Las confesiones de Batakis con el gabinete económico sobre la cruda
realidad de la economía actual y el anuncio de que "se van a anunciar
diferentes medidas que podrían ser comunicadas hacia el fin de esta semana
o la semana que viene", no hacen más que profundizar las señales sobre un
final "poco feliz".
Inversores, ahorristas y hombres de negocios de todos los sectores
consideran que la crisis va creciendo a modo acelerado, basándose en que se
incrementó la salida de dólares de los bancos; hay una demanda cada vez
más fuerte por la moneda norteamericana; todos quieren descartar los pesos; las
empresas mayoristas comenzaron a colocar carteles de "no hay stock";
los proveedores envían listas sin precios a sus clientes y en las góndolas
faltan cada vez más productos.
Frenar el descalabro
A partir de este escenario, los empresarios consideran que la economía
en su conjunto entró en una parálisis de gestión debido al desconcierto del
Gobierno que no emite señales claras y concretas sobre el rumbo a tomar.
Para intentar revertir en parte esta sensación entre el establishment
local, la propia Ministra de Economía mantuvo charlas personales y
telefónicas con varios de los hombres de negocios de mayor peso.
Si bien no trascendieron los nombres de los ejecutivos que escucharon a
la funcionaria, iProfesional pudo conocer trazos del llamado
"Plan a 30 días", que el entorno de Batakis quiere llevar a cabo
para, por lo menos, detener ese "descalabro" del que habla el mundo
corporativo.
De hecho, existe un documento que resume las "ideas fuerza" de
este supuesto plan a corto plazo con el que, entre otros objetivos, la Ministra
de Economía buscará almacenar alrededor de u$s2.700 millones para
hacer frente al costo de importar gas a través de los buques regasificadores;
al pago del cupón con vencimiento en dólares (pagadero en dólar billete) y a la
cancelación de las cuotas con organismos internacionales con los que la
Argentina tiene deuda.
Fuentes cercanas a la funcionaria entienden que la acumulación de ese
dinero es fundamental debido al poco cash que existiría en el Banco
Central a modo de reservas líquidas y que rondaría los u$s3.150 millones.
Uno de los objetivos es lograr que la titular del FMI permita
flexibilizar los controles durante la próxima revisión técnica
Si bien el dinero alcanzaría para cubrir las obligaciones, se estaría
guardando para pero se necesitan para el Crawling Peg del dólar
oficial. Es decir, para encarar un proceso de devaluación progresiva de la
moneda norteamericana controlada por el Central.
Se trata de uno de los temas que más vigila el mercado a pesar de que
desde el Gobierno se repite que no se devaluará el valor del billete oficial
mientras que el paralelo o Blue ya acumula una devaluación de casi el 50% en lo
que va del año, con una suba de 36% solamente en seis semanas, al pasar de $200
a los $325 en los que se ubica en esta jornada.
Gobernadores, CGT y FMI
Otra de las patas del plan Batakis se basa en un costado
político. El del respaldo de los gobernadores y ministros de economías de
las provincias peronistas.
La funcionaria quiere convencerlos de que sostengan con sus propias
cajas los gastos de infraestructura y de obras que se anuncien y que no formen
parte del mega plan que el Ministerio de Obras y Servicios
Públicos anunció en las últimas semanas.
No se trata de un tema menor porque, si bien hay jurisdicciones que
lograron ahorrar hasta 14 meses de la nómina salarial de manera propia, otras
dependen de manera casi exclusiva de los giros de Nación.
De manera paralela a este apoyo del interior, Batakis entiende que el
Gobierno necesita un fuerte compromiso de parte de los gremios más afines para
frenar la embestida de los movimientos sociales.
Un claro ejemplo fueron las declaraciones de Hugo
Moyano vinculadas a que la marcha organizada por la CGT pactada para el
próximo 17 de agosto es en apoyo a la gestión de Alberto
Fernández "y no en contra". Palabras que el líder sindical
pronunció el mismo día en que el militante social Juan Grabois le
retiró su apoyo al Gobierno y se pasó a las filas de los movimientos combativos.
En el aspecto más económico y de relaciones internacionales, Batakis
trabaja junto al canciller Santiago Cafiero para organizar un
encuentro con las autoridades del Departamento de Estado de los Estados
Unidos. En esta negociación también estaría participando el jefe de
Gabinete, Juan Manzur y lo que se busca es el apoyo del gobierno
norteamericano para que el Fondo Monetario Internacional (FMI) flexibilice los
controles, más que nada en la próxima revisión técnica del cuarto trimestre.
Cabe recordar que en junio pasado, el staff del FMI y las autoridades
argentinas llegaron a un acuerdo a nivel del personal técnico sobre la primera
revisión bajo el convenio SAF de 30 meses. Una vez completada la revisión, el
país tendrá acceso a unos u$s4.030 millones teniendo en cuenta que se
cumplieron todas las metas cuantitativas del programa para el primer trimestre
de 2022.
Pero en esas charlas, se dejó en claro que los objetivos anuales
establecidos en la aprobación del acuerdo permanecerán sin cambios para
fortalecer la estabilidad y apoyar la recuperación económica en curso. Por
eso, ahora el Gobierno pretende mantener un diálogo abierto con Kistralina
Georgieva, la titular del FMI, para lograr que la presión del organismos
financiero internacional sobre las cuentas públicas no se traslade al índice
del riego país que se encuentra en los 2.800 puntos, y tampoco al dólar blue.
Esto, a pesar de que el Board del Fondo pida un fuerte ajuste.
En el ámbito doméstico, el plan Batakis suma a la AFIP para armar un equipo
de trabajo conjunto con el objetivo de analizar temas sensibles como la compra
de dólares por parte de grandes empresas que, según las autoridades nacionales,
lo estarían haciendo por encima de los resultados contables.
También se
estudiará la posibilidad de generar un control de salida de divisas por
turismo, productos terminados,
suntuarios, bienes intermedios no industriales, ahorro y compras por tiendas
virtuales.
Un paquete de medidas que se estarían sumando a la decisión de implementar
un dólar turista que se piensa como un "tipo de cambio diferenciado para
el turista extranjero" con el objetivo de que los dólares "ingresen
al Banco Central" para fortalecer las reservas, como adelantó hace unos
días la portavoz de la Presidencia, Gabriela Cerruti. De manera adicional,
se piensa en dejar flotar el dólar blue sin intervención estatal, con un techo
que para fin de mes superaría los $320 por cada billete norteamericano de un
dólar.
Teniendo en cuenta la cotización de este jueves 21 de julio, esa meta no
se habría cumplido, ya que el dólar subió $7 y se ubica en torno a los $325
para la compra, marcando otro récord nominal el mismo día en que la ministra
mantuvo una reunión con el gabinete económico y es inminente el anuncio de nuevas
medidas. |