Por Francisco Jueguen - El desconcierto es total. “Tengo
que luchar contra los que especulan”, amenazó el presidente Alberto
Fernández apuntando a quienes compran dólares en medio de una corrida
cambiaria. Unas horas antes, mientras las cotizaciones se disparaban en todas
las pizarras del país, la Comisión Nacional de Valores (CNV) concluía su
reunión de directorio con una sentencia –infructuosa en sus efectos– para
intentar calmar a los mercados: se acordó allí que no habría
nuevas restricciones para las operaciones de que tienen como propósito cambiar
de moneda, entre ellas el contado con liquidación o el “dólar bolsa” que suelen
usar las empresas.
Las llamadas informales a las sociedades de bolsa, confirmaron fuentes
a LA NACION, menguaron, pero el mensaje ya había
llegado. Algunas ya registraban clientes arrepentidos de formalizar
operaciones, por lo menos las legales, mientras que otras trabajaban con otros
mecanismos para pasar por debajo del radar oficial. Nada de esto logró bajar el
precio de los “dólares libres”, que volvió a subir.
“Ayer, cuando llamaron pidieron no operar por 48 horas”, contó una
fuente a este medio. “Se puede hacer contados, pero chicos, de no más de
US$150.000″, explicó otro operador. “Siguen llamando. Obviamente, no
pueden tapar el sol con la mano”, agregó un tercero, que reenvió el video de Juan Grabois, y que cristaliza la crisis
política que vive en estas horas la cúpula del Frente de Todos.
En la CNV contaron que cerca del mediodía se realizó la habitual reunión
de directorio. “Se resolvió que no hay restricciones”, dijeron
en un curioso presente. “La agenda sigue igual”, repitieron buscando dar una
señal de continuidad tras la aceptación de la renuncia de Adrián Cosentino
–hombre cercano a Martín Guzmán- y la futura asunción de Sebastián Negri, funcionario más ligado al kirchnerismo de paladar negro y a
quién calificaron como “un soldado”.
“Nosotros teníamos dos operaciones grandes hoy. Una estaba ya en el
parking y el cliente dio marcha atrás, decidió desarmarla e ir por otro lado”,
estimó un operador bursátil. El dólar blue volvió ayer a marcar otro récord
nominal. “La otra no la voy a hacer contra ‘Cable’ en el BYMA [Bolsa
y Mercados Argentinos] para no darles la oportunidad a que me llamen”, agregó
sobre los ajustes en el control informal que implementó la CNV.
“El cepo, las distorsiones, todo lo fabrican ellos”, se descargó. “La
falta de confianza es irreversible. Pueden poner trabas al contado con liqui,
más parking, pero siempre va a existir esta opción mientras haya un activo que
cotice en dos mercados diferentes, en dos jurisdicciones distintas; siempre va
a estar la opción de comprar un bono, transferirlo y venderlo afuera. Esto solo
genera más caos”, cerró.
Sin llamados generalizados
No obstante, más allá de los ruidos, hubo algunas sociedades de bolsa
que pudieron trabajar ayer sin llamados oficiales y con los montos habituales,
según contaron, lo que implicó que los contactos de la CNV no fueron
generalizados.
Anteayer, dos operadores del mercado, contaron que la CNV llamó a
actores grandes y medianos para sugerirles no operar más de US$20.000 por
cliente. “Hubo llamaditos de la CNV a las Alycs [Agentes de Liquidación y
Compensación] para no operar fx [no comprar dólares a través de bonos]”, había
dicho otra fuente.
Para
sumar más incertidumbre, la portavoz presidencial, Gabriela Cerruti, anticipó
ayer que la ministra de Economía, Silvina Batakis, anunciaría medidas
vinculadas al tipo de cambio. “En la reunión de hoy [porayer] la ministra
Batakis hizo un informe de la situación. Mañana ella tendrá reunión de gabinete
económico donde se van a analizar diferentes medidas. La ministra y el gabinete
económico las van a comunicar hacia fin de esta semana o la semana que viene”,
dijo.
La anticipación de un paquete de medidas vinculadas supuestamente a un
tipo de cambio más alto para el turismo –un desdoblamiento– generó más
incertidumbre en un mercado sensibilizado por la pérdida de reservas –y datos
que profundizan el drenaje diario–, la creciente inflación, el atraso
cambiario, los cortocircuitos políticos en el Frente de Todos y los pedidos de
mayor gasto que llegan diariamente desde diferentes sectores del propio
oficialismo en pura contradicción con los objetivos de un acuerdo con el Fondo
Monetario Internacional (FMI) que exige a Alberto Fernández ser más estricto en
materia fiscal en el segundo semestre para materializar nuevos desembolsos de
dólares. |