Por Pablo Wende - La ofensiva dialéctica de Alberto
Fernández contra los “especuladores que hacen subir al dólar” provocó
todo tipo de especulaciones en relación a posibles trabas al funcionamiento del
mercado conocido como “contado con liquidación”. La batalla, sin embargo,
está perdida de antemano. Sin reservas líquidas más la prohibición impuesta
por el FMI para aplicar las pocas que quedan para intervenir en el mercado de
bonos, las chances que tiene el Gobierno de intervenir exitosamente en este
mercado son prácticamente nulas.
La crítica específica y en público del Presidente al “contado con
liquidación” se sumó a artículos periodísticos que el fin de semana expresaban
el malestar de la Casa Rosada por estas operaciones supuestamente
especulativas. Incluso se mencionó a los Cedear (certificados de empresas
extranjeras que cotizan en la Bolsa local) como un vehículo para sacar dólares.
La cotización implícita en los bonos que arrojan el precio del “contado
con liquidación” venía en baja en el arranque de la jornada, en paralelo con
una jornada aparentemente más tranquila en Wall Street. Pero luego de las
expresiones de Alberto Fernández pegó la vuelta y cerró en nuevos récord,
rozando los $ 304. Éste es el tipo de cambio que tendrían que pagar las
empresas que busquen salir de pesos y llevar dólares al exterior.
Una de las medidas típicas para entorpecer esta operatoria es la
conocida como “parking”. Se trata de la obligación que se impone a
los inversores para que obligatoriamente conserven bonos en moneda local antes
de pasarse a bonos o activos en dólares y girarlos luego al exterior. En esos
días de espera se asume un riesgo cambiario, por lo que el objetivo sería
desalentar la fuga de divisas al exterior. En el pasado también se
impusieron cupos diarios para reducir el volumen del “goteo”.
Sin embargo, una pata fundamental para evitar una escalada de los dólares
financieros es la intervención del Central en el mercado de bonos. Y para eso
hace falta contar con dólares, que hoy no están. Además, el compromiso con el
Fondo es que las escasas reservas no pueden utilizarse con ese fin.
A los artículos periodísticos y las propias expresiones del Presidente
se sumó el cambio en la Comisión Nacional de Valores. Ayer se presentó
ante autoridades bursátiles el flamante presidente del organismo, Sebastián
Negri, que reemplazó a Adrián Cosentino. Ese cambio fue interpretado por
algunos jugadores del mercado como un intento por endurecer las regulaciones
sobre las operaciones bursátiles que impactan sobre el tipo de cambio.
Ayer Negri y Cosentino se
presentaron juntos como parte de la transición y hablaron de “continuidad”. No
hubo mención alguna en el encuentro sobre posibles medidas que impacten en el
funcionamiento del “contado con liquidación”. Claro que tampoco era el ámbito
ni el momento para anunciarlo.
“El problema que tiene el Gobierno no es el contado con liquidación. Lo
que genera la presión cambiaria es la desconfianza y en especial el déficit
fiscal. Mientras el Gobierno siga sin enfrentar estos temas no habrá
tranquilidad en el frente cambiario”, le dijo a Infobae uno de los
participantes en la reunión de ayer en representación del sector privado.
La brecha cambiaria se mantiene así en niveles de 130% y por ahora no se
vislumbre la posibilidad de una disminución como ocurrió a partir de octubre de
2020. Ahora el deterioro es mayor que en aquel momento, la situación de
reservas del BCRA también es más delicada y la inflación es mucho más alta.
Los inversores apuestan en forma creciente a que sucederá un salto
discreto del dólar oficial como forma de reducir la brecha cambiaria. La lógica
indicaría que este ajuste debería suceder lo más lejos posible de las
elecciones presidenciales. Sin embargo, por ahora tanto el titular del
Central, Miguel Pesce, como la ministra de Economía, Silvina Batakis,
niegan en forma terminante a esta posibilidad. |