Por Carolina Paparatto - La
ministra de Economía, Silvina Batakis, superó con éxito su primera licitación
de deuda. Entre la
primera y la segunda vuelta captó un financiamiento neto de $126.700 millones.
Asimismo, con un canje anticipado, refinanció casi un 40% de los vencimientos de fin de mes, que rondaban los $500.000
millones y ahora se redujeron a $318.000 millones. Aunque, a pesar del
resultado positivo, analistas consultados por Ámbito señalan que los desafíos
que enfrentará la cartera en términos de deuda son varios. Entre ellos, los
altos montos de vencimientos en el segundo semestre por unos $3,7 billones,
sumado a un mercado cada vez más exigente, que busca disminuir su exposición al
riesgo del Tesoro.
Una de las estrategias del Tesoro para lograr el resultado fue una suba
de las tasas de interés al 50% nominal anual para las Lelites a un mes y al
63,5% para las Ledes a tres meses, dada la fuerte preferencia del mercado por
el corto plazo. En este sentido, justamente la Ledes fue el instrumento más
demandado.
Julio Roque Calcagnino, analista de mercados en TSA Bursátil, consideró
que el resultado de la licitación del miércoles, si bien fue bueno, estuvo
influido por el accionar el Banco Central. Señaló que, por un lado, el BCRA
aprobó la subasta de opciones de venta sobre títulos del Tesoro al sector
financiero, lo que permite adquirir cobertura contra la variación de precios y
ganar previsibilidad. Por el otro, redujo a 90 días los plazos mínimos de los
títulos para integración de encajes. A la vez, ratificó que continuará
participando en el mercado secundario para reducir la volatilidad de los títulos
públicos.
“Esto podría haber inducido artificialmente la demanda de parte del
sector bancario de los instrumentos que subastó el Tesoro, mejorando su
capacidad de captación de pesos. Sin embargo, el gobierno aún enfrenta el desafío de recuperar la
demanda de otros actores, tal y como las tesorerías corporativas, de cara a la
próxima licitación, donde enfrentará vencimientos a fin de mes, principalmente
en manos del sector privado”, sostuvo.
Fernando Baer, economista en Quantum Finanzas señaló que “entre julio y
diciembre vencen alrededor de $3,7 billones de deuda, en vencimientos de
capital” y casi un cuarto del total lo hace en septiembre. En este sentido,
consideró: “El mayor desafío es lograr que el sector privado vuelva a encontrar
atractivo para mantener esa deuda en sus portafolios, esto es, disipar el temor
al reperfilamiento, algo que podría haberse reducido con el mecanismo diseñado
con el BCRA, y lograr nuevamente estabilizar el tipo de cambio. Con tasas de
interés más elevadas que las actuales inicialmente. Pero el escenario es
complejo. Es cierto que una porción importante está en manos del propio sector
público y el BCRA. Pero en este escenario seducir al sector privado que tiene
como alternativas ir a tipo de cambio, no será fácil”.
Por su parte, Matías de Luca, economista en LCG, advirtió que la
licitación del miércoles fue marginal y que las expectativas están puestas
sobre cómo resultan las licitaciones por vencimientos mayores. “Los tenedores
que no querían más exposición al Tesoro ya se deshicieron de sus bonos. Los que
quedan, puede esperarse que sigan participando de las licitaciones. La
incógnita será si el gobierno logra hacerse del financiamiento necesario hasta
fin de año, considerando el contexto de mayor riesgo y que el BCRA compró una
buena porción de la deuda en pesos, restándole participación al sector
privado”, planteó.
Asimismo, De Luca subrayó que “los dólares financieros responden a
múltiples variables, como la capacidad de financiamiento en el mercado y no
emitir, la posición de reservas, etcétera, pero la licitación del miércoles fue
marginal y no movió la aguja”.
En relación a la deuda en moneda local y las proyecciones de los dólares
financieros, Lautaro Losada, economista en BAVSA, consideró que “los títulos en
pesos se estabilizaron”, en primer lugar, por la cantidad emitida por el
Central para darle liquidez y sostener la curva en pesos. Así, “el mercado
entendió que el BCRA iba a hacer lo necesario para mantenerlo, lo que generó
ciertos efectos positivos que se vieron reflejados en la licitación, aunque fue
chica y la mayoría de los vencimientos estaban en manos de bancos”.
Y señaló que el salto de los dólares financieros puede ser un factor
que, paradójicamente, contribuya a renovar la deuda en pesos: “La suba del 50%
del CCL y del MEP, también favorece a hacer unos meses de tasa en pesos, ya que
muchos pueden sentirse más cómodos haciendo carry trade con un cable a $300,
que uno planchado a $210. Es un punto que creo que ayudó a los títulos en
pesos”. |