Por Rafael Mathus Ruiz - WASHINGTON.– Con la cautela habitual, y apegado
a su libreto, el Fondo Monetario Internacional (FMI) brindó un primer respaldo
a los anuncios de la ministra de Economía, Silvina Batakis, al afirmar que son
“consistentes” con los objetivos del programa vigente, aunque sin llegar a
reafirmar que el plan económico es realista y creíble, dos atributos que el
Fondo ha repetido en reiteradas oportunidades al hablar sobre la Argentina a
pesar de que chocan con la realidad.
El director de Comunicaciones del Fondo, Gerry Rice, evitó ampliar o
profundizar la frase de Kristalina Georgieva, quien advirtió luego de la
asunción de Batakis sobre la posibilidad de que la Argentina deba tomar
“acciones dolorosas”, pero dijo que los anuncios de Batakis iban en línea con
lo acordado y reafirmó que los objetivos del programa seguirán igual.
Economistas y analistas creen que el plan actual es incumplible sin medidas
drásticas y esperan que el Gobierno pida eventualmente un waiver (exención) al
Fondo o busque renegociar todo el acuerdo.
La ministra reiteró recientemente, y públicamente, su compromiso con la
implementación del programa respaldado por el Fondo y los objetivos acordados
del programa. “Las medidas anunciadas por ella son consistentes con los
objetivos del programa, que fueron acordados para fortalecerla estabilidad
macro económica y comenzar a abordar los desafíos profundamente arraigados de
la Argentina”, dijo Rice. “Los objetivos quedan”, remarcó.
Rice dijo que les daban “la bienvenida a los esfuerzos para controlar el
gasto, mejorar la recaudación y la coordinación sobre la deuda pública”, y
remarcó que Batakis trabaja de manera continua junto al staff del Fondo y el
representante del organismo en la Argentina, Ben Kelmanson.
El Fondo reiteró su compromiso a continuar involucrado“constructiva
mente” en la estabilización de la economía, una cruzada que ha probado ser
mucho más compleja y elusiva de lo anticipado, y que en las últimas semanas
volvió a trastabillar ante un nuevo azote de los mercados contra los bonos y el
peso.
Más allá de las promesas del Fondo y de Batakis, economistas, analistas,
inversores, bancos y fondos de inversión guardan muy pocas expectativas en que
el Gobierno pueda llegar a cumplir los parámetros del programa que se aprobó en
marzo tal y como se firmó. El Fondo había señalado antes de la última disparada
del dólar y del derrape de los bonos en pesos –un testimonio de la desconfianza
y de las enormes dificultades del Gobierno para financiarse– que el gasto
público debía bajar casi un 8% en términos reales en el segundo semestre
respecto del año anterior, un ajuste hercúleo, más aún para el Frente de Todos,
que ha buscado evitar medidas impopulares.
El programa con el Fondo contempla un techo de inflación anual del 60,2%
para este año, pero varias proyecciones privadas ya ubican el alza del costo de
vida alrededor del 90% hacia fines de año.
“Nosotros no vamos a gastar más de lo que tenemos. Se mantienen las
metas acordadas con el Fondo Monetario Internacional”, dijo Batakis el lunes,
en su primera conferencia como ministra de Economía.
Las promesas de Batakis no lograron frenar la caída de los bonos y la
suba de los dólares libres. El Gobierno les restó importancia a los últimos
movimientos que dio el mercado al minimizar la importancia del dólar blue, al
cual el oficialismo considera “marginal”, y destacar el resultado de la última
licitación de títulos públicos. El Banco Central ha jugado un papel central en
las últimas semanas, al actuar de sostén de la deuda adquiriendo bonos.
“La respuesta real del mercado no es el blue, es la licitación de
anteayer, cuando Economía obtuvo un financiamiento de $122.607 millones,
muchísimo más de lo que esperaba. No hay razón para creer que es el blue el que
marca lo que quiere el mercado o las expectativas. Es un mercado marginal que
genera un ambiente de incertidumbre impulsado por quienes quieren que eso se
genere”, dijo la vocera presidencial, Gabriela Cerruti.
El Gobierno debe atravesar en septiembre la segunda revisión del
programa sobre la base de las metas del segundo trimestre de este año. El
oficialismo considera que están cumplidas. La tercera revisión, sobre el
trimestre en curso, llegará en diciembre, y luego en marzo próximo se hará la
revisión más importante, sobre las metas anuales. Si el Gobierno evalúa que no
puede cumplir con las metas, en los próximos meses puede solicitar un waiver o
intentar renegociar todo el programa en busca de condiciones más laxas.ß |