En medio de las dificultades políticas y económicas que afronta el país,
la consultora Libertad y Progreso advirtió que en los segundos seis meses
del año, el Tesoro deberá afrontar vencimientos de deuda pública por $3,6
billones, equivalente a prácticamente todo el financiamiento conseguido en el
primer semestre que fue de 3,8 billones de pesos.
En ese marco, el informe señaló que “será difícil repetir las
colocaciones de los primeros seis meses ya que el mercado local está cada vez
más saturado de deuda pública y el riesgo ha ido creciendo”.
Del total de vencimientos, el 66% corresponde a vencimientos de deuda
ajustable por CER, que ha sido el instrumento predilecto de emisión de títulos
en los últimos meses, en medio de la aceleración inflacionaria.
Según la consultora, otra cuestión a tener en cuenta es que hay cada vez
menos espacio para que el Banco Central auxilie al Tesoro como lo venía
haciendo. En ese sentido, detalló que en su última subasta de Letras de
Liquidez (Leliqs) el BCRA adjudicó un monto nominal por $1.000.000.000 a 28
días con una tasa de 52%. Y destacó que esa situación “da cuenta de la
aceleración nominal que está teniendo la deuda remunerada del Central, que
emitió casi $1 billón en junio para comprar bonos públicos y otorgar Adelantos
Transitorios”.
Eugenio Marí, Economista Jefe de la Fundación Libertad y Progreso alertó
que “los vencimientos de deuda del Tesoro durante el segundo semestre son
prácticamente equivalentes a los del primero, pero el escenario macroeconómico
es mucho más difícil”. Asimismo, dijo que el Banco Central empezó a auxiliar al
Tesoro a finales del primer semestre, lo que empujó los niveles de emisión y de
deuda remunerada, para esterilizar la cantidad de pesos en la calle.
“Hoy la autoridad monetaria ya tiene en su balance más de $6 billones de
deuda remunerada, equivalente a 160% de la base monetaria, por lo que no puede
seguir auxiliando al Tesoro sin que haya serios riesgos de aceleración de la
inflación”, analizó Marí.
En tanto, consideró que el Gobierno ya utilizó las medidas de auxilio
que tenía, como fue la utilización de los DEGs del FMI para cancelar Adelantos
Transitorios, y la contabilidad de rentas de la propiedad para cumplir la meta
de déficit.
“Justamente la única salida que le va quedando al Gobierno es avanzar en
la consolidación fiscal, línea en la que fueron los anuncios de la ministra
(Silvina) Batakis”, opinó.
En ese contexto, Aldo Abram, director de la Fundación, dijo: “Dado
que la credibilidad sobre el rumbo del país está disminuyendo y que de dicha
palabra viene la palabra crédito, el financiamiento interno tenderá a disminuir
en términos de poder adquisitivo, complicando la colocación de títulos del
Tesoro. Por ello, esperábamos una actitud agresiva del BCRA proveyendo liquidez
al mercado local cancelando Leliqs con emisión; lo que hubiera tenido el
beneficio de moderar el crecimiento de esta bola de nieve de pasivos, pero el
costo de una mayor inflación en el corto plazo”.
Y agregó: “Lo malo es que, en vez de eso, salió a comprar bonos del
Tesoro en el mercado para sostener su precio. O sea, la peor de las
alternativas; porque tendremos más inflación y más deuda remunerada del Banco
Central, lo cual ya significa mala praxis”.
Abram además comentó que no es raro que Batakis anunciara un aumento de
las tasas de interés de colocación de títulos “ya que quien los compra cuando
se emiten pierde contra la inflación”.
En otro orden, destacó: “Dado que es esperable mayor riesgo y menor
crédito interno, en términos reales, habrá que tentarlos con mayores
rendimientos; aunque dudo que pasen a ser positivos. La única forma que tiene
esta gestión de enfrentar tanta deuda pública y del BCRA es seguir licuándola
con la inflación, que ya apunta a más de 80% en el año”.
Y concluyó al afirmar que el problema no es la deuda sino “el enorme e
ineficiente gasto público y la falta de reformas estructurales que impulsen un
crecimiento fuerte y sostenido de la economía”. |