Por Juan Strasnoy Peyre - En
el Gobierno esperan que el impacto de los anuncios de
ayer y de los ajustes en las políticas fiscal y financiera comiencen a verse
reflejados, por un lado, en una paulatina compresión de la brecha cambiaria y,
por otro, en una buena colocación de deuda en pesos en la licitación prevista
para este miércoles. Es que al apuntalamiento del mercado de títulos públicos
para afianzar el financiamiento del Estado tras la corrida estarán dirigidos
buena parte de los cañones. Estos irán fundamentalmente en dos sentidos: una
suba de las tasas de interés que
ofrece el Tesoro para pasarlas a terrenos positivo, junto al
ofrecimiento de nuevos instrumentos financieros, y un refuerzo de la
intervención del Banco Central en ese segmento, que
incluirá un nuevo mecanismo para garantizarle liquidez a los bancos.
El objetivo, al igual que conjunto de los anuncios realizados ayer por
la ministra Silvina Batakis acompañada por el resto del gabinete
económico, es dar una señal al mercado de que se apuesta a
cumplir las metas del programa económico, plasmadas en el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional. Este prevé que la
Secretaría de Finanzas, ahora conducida por Eduardo Setti, consiga algo más de
1,7% del PBI de nuevo endeudamiento en pesos este año para recortar la
asistencia monetaria al fisco al 1% del PBI, en línea con el tope de adelantos
transitorios que el BCRA puede
emitir de acuerdo a su Carta Orgánica.
En concreto, esto implicará una modificación de la estrategia oficial de
tasas de interés respecto de la que primó durante la gestión de Martín Guzmán, que fue motivo de debates con el
presidente del Central, Miguel Pesce. En Reconquista 266 reclamaban al equipo
de Guzmán una suba más decidida de los rendimientos de los títulos del Tesoro
para fomentar una migración de las carteras de los bancos y otros inversores
hacia las colocaciones de Finanzas. La anterior conducción de Economía, en
cambio, priorizaba movimientos más acotados, enmarcados en su criterio de
sostenibilidad de las tasas.
Ahora, con Batakis sentada en el 5° piso del
Palacio de Hacienda se apuntará a convalidar retornos más elevados.
“Argentina tiene que transitar un sendero de tasa de interés en sentido real positivo”,
remarcó la ministra en la conferencia de prensa que brindó ayer. En la
última licitación a cargo de Guzmán, en medio de
la corrida contra la deuda en pesos, ya hubo un
incremento que dejó las tasas de las letras indexadas a la inflación (Lecer) en
terreno positivo. Según supo Ámbito de fuentes
del equipo económico, ahora habrá un nuevo impulso para que
las letras a tasa fija (Ledes) también paguen retornos superiores a la
inflación.
¿Qué pasará con las tasas del sistema financiero que maneja el BCRA? Aún no está definido si este jueves, en la
reunión de directorio, se convalidará un nuevo aumento. Se terminará de evaluar
en función de lo que ocurra en la licitación del Tesoro y del dato de inflación
de junio, que informará este jueves el INDEC. Pero la
intención es darle mayor margen a los rendimientos que convalide Finanzas. En
lo que va del año, el Central subió todos los meses la tasa de política
monetaria (la de las Leliq a 28 días) y los rendimientos de los plazos fijos
tradicionales. Actualmente, la tasa de referencia se ubica en 52% nominal anual
(TNA) y 66,5% efectiva anual (TEA).
Con todo, la perspectiva de los funcionarios es avanzar hacia un
diferencial algo más amplio entre los rendimientos del BCRA y los del Tesoro
(en favor de estos últimos) para inducir al mercado a volcarse a títulos
públicos. De fondo, la apuesta a mediano plazo pasa por virar de una política
monetaria realizada a través de instrumentos de esterilización del BCRA (Leliq
y Pases) a una realizada a través de los títulos públicos, cuya tasa se
intentaría que pase a ser la referencia del mercado.
Garantías
de liquidez
La otra vía de acción del equipo económico, según pudo confirmar este
diario, será un refuerzo de la intervención del Central en la curva de deuda en
pesos. Desde que se inició la corrida a principios de junio (en medio de un
desplome de los mercados globales y de versiones de reperfilamiento alentadas por algunos integrantes de
la oposición), la autoridad monetaria intervino con abultadas compras de títulos
públicos (por alrededor de $1 billón) para sostener los precios y encarrilar
las tasas en el mercado secundario.
También habilitó una ventanilla de liquidez para los fondos comunes de
inversión que poseen instrumentos del Tesoro, con el objetivo de darles
certidumbre y alentarlos a detener el desarme de posiciones. Además, la semana
pasada prorrateó los pedidos de los bancos en las subastas de Leliq para impulsarlos a que con esos pesos se
volcaran a la compra de títulos públicos.
Ahora, en esa línea, el BCRA apunta a reforzar su
presencia con señales claras de que permanecerán sobre la curva en
pesos para que no quede “ninguna duda” al respecto. Este medio supo que se
trabaja en un mecanismo para garantizarles liquidez a los
bancos que tengan títulos públicos, con la intención de “mitigar” lo que
en la jerga se denomina “riesgo Tesoro”. Así se lo informaron funcionarios de
la autoridad monetaria ayer a algunas entidades financieras. Esta herramienta
debutaría en paralelo a la licitación de mañana.
Según comentaron algunas fuentes del mercado, se trataría de un “put” u opción de venta, que oficie como
garantía de que en última instancia el Central saldrá a comprarles los bonos y
letras de los que necesiten desprenderse. Un seguro para alentar a los bancos
a prestarle al Tesoro, que se pactará directamente entre las entidades
interesadas y el BCRA. Se espera por los detalles de implementación.
Expectativa
Tras los anuncios de Batakis orientados
a pisar el gasto público para cumplir con la meta fiscal acordada con el FMI y
las iniciativas focalizadas en el mercado de deuda en pesos, los funcionarios
apuestan a dar este miércoles una señal. Esperan que esta licitación, en la que
se enfrenta un bajo nivel de vencimientos (expiran alrededor de $10.000 millones
en instrumentos de mercado en las primeras tres semanas de julio), permita
captar un colchón de financiamiento considerable de cara a los abultados
compromisos por casi $500.000 millones que caen a fin de mes. E, idealmente,
evitar que haya grandes pedidos de asistencia monetaria del Gobierno al BCRA.
“La clave del programa económico es que el Tesoro pueda financiarse en el
mercado”, señalan en los despachos oficiales. |