Por Andrés Lerner -
Estabilizar es la tarea. Lo dejó en claro la nueva ministra de Economía, Silvina Batakis, en la conferencia que brindó este lunes
con una serie de
anuncios para intentar despejar la incertidumbre. Por fuera del mensaje de
la flamante funcionaria, en el panorama industrial el principal desafío es
brindar certezas acerca del acceso al Mercado Único de Cambios para importar insumos. Con ese
objetivo, el Ministerio de Desarrollo Productivo trabaja para aliviar las restricciones
antes de lo previsto. Daniel Scioli, se lo
transmitió ayer a empresas de consumo masivo que se comprometieron a no
realizar cambios drásticos en sus listas de precios y a garantizar el
abastecimiento. Según contaron fuentes oficiales a Ámbito, las próximas medidas
podrían darse a conocer durante julio o a principios de agosto.
Luego de una semana donde se vieron remarcaciones generalizadas, freno
en los despachos de proveedores y entregas a remito abierto en la industria,
el Gobierno se
propone enviar mensajes de estabilidad a los mercados. La impronta fiscalista
de la carta de presentación de la titular del Palacio de Hacienda apunta a
anclar las expectativas que volaron luego una sucesión de hechos que incluyó
temores a la renovación de la deuda en pesos y limitaciones a la operatoria de
importadores pero que tuvo como detonante definitivo la salida repentina del ex
ministro Martín Guzmán.
En la misma línea que Batakis, Daniel Scioli está enfocado en enviar un
mensaje contundente al sector productivo aliviando las restricciones en el
acceso al mercado de cambios para la compra de insumos. Ayer, se lo transmitió
a las principales empresas de consumo masivo en un encuentro, donde las firmas
se comprometieron a no modificar drásticamente sus listas de precios y
garantizaron el adecuado abastecimiento. “Queremos generar
certidumbre para seguir fomentando el incremento del empleo y las inversiones”, resumen
en el entorno del ex gobernador bonaerense.
La mayor apertura llegaría en septiembre, una vez pasados los meses con
mayores importaciones energéticas
que explican la salida de hasta u$s 2.000 millones mensuales. Pero fuentes
oficiales explicaron a Ámbito que el
Ministerio de Desarrollo Productivo trabaja para anticipar algunas medidas que
se podrían anunciar progresivamente durante julio y agosto para marcar un
sendero al sector industrial
Una primera pista la brindó el presidente del Banco Central de la República
Argentina, Miguel Pesce, durante una entrevista que brindó a Radio 10:
“Las empresas de consumo masivo nos han pedido que consideremos la situación de
la mercadería que ya estaba en tránsito cuando nosotros sacamos la norma.
Estamos evaluando los montos para ver si podemos establecer mecanismos que no
impliquen la regla de los 180 días de financiamiento”, reconoció el titular de
la entidad monetaria.
Por otro lado, en el Gobierno reconocen que se estudian “casos
particulares” para exceptuar a la regla general de financiar a seis meses el
crecimiento interanual de importaciones de acuerdo a la relevancia que puedan
tener el consumo cotidiano. Al mismo tiempo, señalan: “Estamos
identificando productos de bajo costo y alta incidencia, para ver si podemos encontrar
una solución. Hay un diálogo fluido con las cámaras empresariales”.
El desafío de sortear los próximos meses, donde la escasez de divisas se
verá agravada, sin ceder ante las presiones devaluatorias aparece como un
objetivo central del gabinete económico. Ayer, la titular de la AFIP Mercedes
Marcó Del Pont, indicó que “no hay retraso del tipo de cambio” y sostuvo que
las medidas anunciadas por Batakis “son de responsabilidad política y
ordenamiento de las cuentas fiscales".
En la Casa Rosada esperan que en los próximos días se acelere la
liquidación de soja y que esto traiga algún tipo de alivio en el plano
cambiario. Así se lo transmite el presidente Alberto Fernández a los
empresarios que tienen diálogo fluido con su despacho. En cualquier caso, el
puente hasta septiembre deberá cimentarse sobre decisiones coordinadas entre
los funcionarios con injerencia en el área económica. La sintonía fina tiene el
duro desafío de monitorear la salida de dólares sin afectar los procesos
productivos. |