Por Tima Miroshnichenko - Con idas y vueltas a lo largo de todo el día,
marchas y contra marchas, especulaciones políticas y presiones de todo tipo, el
mercado financiero tuvo un jueves ciertamente convulsionado: el dólar blue
subió apenas, pero los dólares financieros libres pegaron un salto, los bonos
mejoraron apenas, con el riesgo en baja, y las acciones resucitaron, porque en
el mundo las materias primas repuntaron y eso generó algún alivio.
Desde primera hora hubo mucho estruendo, sobre todo por las
declaraciones de la flamante ministra de Economía, Silvina
Batakis, quien de alguna manera adelantó que se iban a limitar los
gastos que hagan los argentinos en el exterior, y porque se conoció una agenda
de miedo, con declaraciones anoche de Máximo Kirchner en un acto en Escobar,
hoy de Cristina Kirchner desde El Calafate y el sábado de
Alberto, en un acto por el Día de la Independencia.
Con esa situación de entrada, la economista Marina Dal Poggetto
manifestó que “estamos montados en una corrida que depende de lo que
Cristina diga el viernes (por hoy)”.
“La situación es muy inestable, emiten para comprar bonos, esterilizan
con Leliq y en el medio los pesos pasan y mueven todo el esquema de precios.
Con eso tenemos precios de algunas cosas ridículamente caros y tarifas
ridículamente baratas, lo cual determina un despelote de precios relativos.
Tenemos una economía encepada, es una olla a presión, si desdoblan y le sacás
la tapa, el puchero sale volando, y para tener un Rodrigazo necesitás un
Rodrigo. Evidentemente necesitan tener un plan de estabilización y no lo hay”,
dijo.
Para peor, en medio de toda esa gran incertidumbre, con faltantes de
muchos productos en los comercios, y sin gasoil en la mayor parte del interior
del país, la ministra Batakis dejó a todos con la boca abierta,
fundamentalmente a la gente que peina canas, al afirmar que José Ber
Gelbard (el que preparó el campo a la asunción de Celestino Rodrigo,
que provocó un terremoto en sus seis semanas y media de ministro en 1975) fue
el “mejor ministro de Economía de la historia argentina”.
Mientras Batakis iba confirmando a los Federicos en Energía e iba
nombrando gente de La Cámpora en diferentes puestos de su equipo
económico, el mercado cambiario entró en ebullición, con el Gobierno actuando a
dos manos para frenar una corrida cambiaria que parecía imparable. En el
mercado blue, que es más chico, el dólar terminó con una suba de apenas dos
pesos, en $257.
Pero en los dólares financieros libres, donde se opera mucho más volumen
y es más complejo fijar precio artificialmente, los dólares pegaron un salto de
hasta $19 en un solo día: el MEP terminó a $284,32, el contado con liquidación
finalizó a $296,29 y el dólar Senebi (totalmente libre contra ADR) asustó más
ya que finalizó por primera vez en la historia a $301,50. De esta manera, la
brecha entre el oficial y el blue fue del 92,8% y la del CCL con el mayorista
saltó hasta el 134%. Y no subieron más porque el BCRA usó reservas para
frenarlos, ayer se fueron US$ 56 millones de las reservas y US$ 566 millones en
lo que va de julio.
Esta corrida cambiaria sin límite debió haber asustado algo al
oficialismo, ya que a lo largo de la tarde, probablemente para anticipar que
quizás no haya tantos dardos contra Alberto de parte de Máximo y de Cristina,
ni tanta respuesta "locuaz" de parte del Presidente el sábado,
comenzaron a aparecer anuncios que parecieron de alguna manera sensatos.
Y fundamentalmente hubo dos de cal y una de arena: por un lado se
descartó que se vaya a aplicar un salario básico universal y también se dio de
baja la idea de endurecer las trabas para quienes viajen al exterior; en el
primero se dijo que no dan las cuentas y en el otro terminaron entendiendo que
necesitan una ley para hacer eso, y tampoco dan las cuentas para los votos en
el Congreso, sobre todo en Diputados.
Pero sí se le puso otra lámina hojaldrada al cepo, al definirse que ya
no se podrán hacer compras en cuotas en los free shops, y al mismo tiempo el
BCRA mejoró las condiciones de acceso al mercado para importación de
autopartes, fertilizantes y fitosanitarios.
Mejoran los títulos locales
Esos anuncios un poco más sensatos hicieron que los inversores con alto
conocimiento en lo financiero decidieran hacer una movida en dirección a los
destruidos títulos argentinos. Por un lado, hubo una mejora mínima, del subsuelo
número 20 al subsuelo número 19, en los titulos públicos argentinos, por lo que
el riesgo país cedió otras 60 unidades, hasta 2.628 puntos básicos. Pero sobre
todo, lo mejor del movimiento se vio en las acciones argentinas, que
virtualmente resucitaron después de siete meses en caída libre.
La mejora bursátil en realidad fue mundial. En el mundo muchos empiezan
a dudar de que haya chances ciertas de recesión mundial, por lo que los
commodities levantaron cabeza. Hubo un fuerte rebote del 4,2% para el petróleo.
Los metales básicos estuvieron mixtos, sin tanto castigo como últimamente. Y
los granos anotaron fuertes mejoras, más en Rosario que en Chicago.
Pero lo que más dominó el movimiento fue la sensación de que quizás la
Fed no tenga que ser tan agresiva (a pesar de que confirmaron que se viene una
suba de 75 puntos básicos en la tasa de interés), pero el dólar global no
estuvo tan positivo, por lo que en el exterior subió 0,2% contra el euro y 0,1%
contra el yen, pero bajó 0,8% contra la libra y el mexicano, 1,1% en Chile y
1,5% en Brasil. Y con el dólar no tan fortalecido, los metales preciosos
finalizaron sin cambios, pero las criptomonedas tuvieron un gran rebote, con
el Bitcoin anotando un alza del 7%, con reacciones también positivas
pero algo menores para el Ethereum y el Stellar.
El resultado de todo este movimiento hizo que los inversores
especulativos volvieran a poner sus fichas en las bolsas. Hubo subas del 1% al
2,3% en la Bolsa de Nueva York, un buen día en San Pablo con alza del 2% y
dudas en México (bajó 0,7%) porque AMLO se metió con el retiro de Citibank de
tierra mexicana, cuando tenía todo bastante abrochado con Santander o Banorte
para vender toda su estructura mexicana.
En el mercado bursátil local, los zombies volvieron a respirar. Con
un gran volumen operado, $2.469 millones operados en acciones y $7.404
millones Cedear, hubo un salto del 7,6% para la Bolsa de Buenos Aires. Al
tiempo que en NY las ADRs argentinas tuvieron un panorama mixto, con buen día
para Cresud, Pampa E, TGS y Mercado Libre, y un resultado hacia abajo para Loma
Negra, Telecom y Supervielle. Pero lo que fue ciertamente festivo fue el panel
de cedears, ya que el salto en el contado con liquidación y el buen día en Wall
Street provocaron un salto del 9 al 13% en papeles como First Solar, Vale, Ark
Innovatiom Caterpillar y otros.
¿Hasta dónde puede extenderse la corrida? ¿Puede mantenerse esta
recuperación de los títulos argentinos? Hay varios desafíos muy cortos
para Batakis. Este sábado tendrá que pagar unos US$ 700 millones por los
cupones de los bonos que surgieron del canje de Guzmán en agosto 2020 (serán
acreditados el lunes) y el miércoles se las tendrá que ver con el mercado local
para empezar a recaudar medio billón de pesos que necesita para pagar
vencimientos de los bonos en pesos que dejó el inesperadamente renunciado
ministro recomendado por Joseph Stiglitz.
Pronósticos poco optimistas
Por otra parte, el banco de inversión Wells Fargo insistió con
pronosticar que a la Argentina le llegará una mega devaluación del peso y que
será en 2022. Y junto con ese aviso, también se sumó el pronóstico de Claudio
Loser, quien afirmó que "se puede devaluar pronto". Al tiempo
que el empresario de la soja Gustavo Grobocopatel declaró que "Argentina
tiene poca productividad y para salir de este momento necesita devaluar".
Y eso no fue todo, Gabriel Torres, de la calificadora Moody's anunció
que "la salida de Guzmán de Economía es un hecho relevante; la situación
económica argentina ya era complicada y este hecho la complica un poco más, a
corto plazo por lo menos. Si se apartan de lo acordado con el FMI no habrá
préstamos ni del Club de París ni de otros organismos. Y el mercado parece
estar convencido de que van a tener que volver a reestructurar la deuda. Si
hacen una nueva reestructuración, para que hagan o no quita de capital,
dependerá de quién esté en el Gobierno, cuanta más quita hagan habrá más
juicios en Nueva York tardarán más en volver a los mercados. Nosotros
calificamos de 1 a 21, donde el 1 está ocupado por los países más seguros y el
21 es el peor, Argentina está ahora en el escalón 20. Para que la bajemos al
escalón 21 la pérdida actual debería tener un adicional del 65%, y no la veo ni
bajando ni subiendo". |