Por Rafael Mathus Ruiz - WASHINGTON.– Sin hacer referencia al azote de
confianza que le propinó el mercado a la Argentina, el Fondo Monetario
Internacional (FMI) dijo que espera “trabajar” con la ministra de Economía,
Silvina Batakis, para “continuar apoyando a la Argentina”.
La señal llegó en medio de fuertes preocupaciones sobre el futuro del
país en Estados Unidos, donde inversores y analistas avizoran un giro de la
política económica hacia el kirchnerismo que pone en duda el programa con el
FMI, ya que lo deja en las puertas del limbo. Además, preludian un deterioro
mayor en la economía.
“Esperamos trabajar con la ministra Silvina Batakis y su equipo para
continuar apoyando a la Argentina y su gente en fortalecer la estabilidad
macroeconómica y abordar sus profundos desafíos para sentar las bases de un cóecimiento
más sostenible e inclusivo”, indicó un portavoz del Fondo ante una consulta de La
Nacion.
El Fondo brindó de esa manera la primera señal hacia la nueva conducción
del Palacio de Hacienda en un contexto muy delicado luego de la durísima
jornada que tuvieron la deuda en pesos y el dólar paralelo por la huida de los
inversores ante la perspectiva de un agravamiento de la crisis.
En Washington y en Wall Street la llegada de Batakis a Economía fue
recibida con escepticismo ante la inocultable crisis política que atraviesa la
Argentina. El acuerdo de facilidades extendidas (EFF, según sus siglas en
inglés) que se cerró en marzo quedó bajo un manto de incertidumbre tras la
salida de Martín Guzmán.
El Gobierno logró superar la primera revisión apelando a una dosis de
contabilidad creativa, y en los últimos días debió cerrar las importaciones
para avanzar a la meta de acumulación de reservas. Así y todo, en el mercado
–donde el programa con el Fondo nunca despertó ilusiones– ya esperaban que la
Argentina pidiera un waiver en la segunda mitad del año ante las dificultades
para cumplir con los compromisos asumidos.
La renuncia de Guzmán agravó la crisis y dejó al descubierto los
problemas del Gobierno para tejer un rumbo económico que genere confianza, y
arraigó las dudas sobre el futuro del programa, aunque Batakis se preocupó por
renovar el compromiso con el acuerdo.
“Queremos continuar con el programa económico, creo en el equilibrio
fiscal”, dijo Batakis en su primera declaración luego de jurar en la Casa
Rosada. En Estados Unidos ven una crisis política, y descartan que un simple
cambio de nombres pueda resolverla.
El mensaje más áspero provino del Argentina Exchange Bondholders, el
grupo de inversores más duros de los que negociaron la reestructuración de
deuda de 2020 que encaró Guzmán. “Cuando se te está incendiando la casa, en
general es mejor llamar a los bomberos que a un piromaníaco, ¿no?”, dijo el
grupo en Twitter.
Un informe del banco de inversión JP Morgan que circuló anoche luego de
la designación de Batakis dijo que el equilibrio de poder en el Frente de Todos
se había volcado hacia el kirchnerismo, alertó sobre el riesgo de una
hiperinflación y dijo que el país está en una situación de “desequilibrio
latente”.
“El nombramiento de Batakis parece indicar que el equilibrio de poder se
ha inclinado hacia el lado kirchnerista, y esperaríamos una postura fiscal más
expansiva y, potencialmente, una renegociación del programa del FMI en medio de
crecientes desequilibrios y una brecha cambiaria más amplia”, indicó un informe
del banco de inversión JP Morgan.
En nota del banco de inversión Goldman Sachs escrita por Alberto Ramos,
se leyó que la salida de Guzmán puede verse como un “golpe político” contra el
presidente Alberto Fernández –que quedó mucho mas debilitado– y puede
comprometer la relación con el FMI. “Una presidencia más débil e impopular
aumentaría el riesgo de que la política macro se vuelva más heterodoxa e
intervencionista”, indicó Ramos. ● |