Por Marcelo Veneranda - Luego de una jornada de marcada incertidumbre
política y económica, que se plasmó en una escalada en la cotización del dólar
(el blue cerró a 260) y el comportamiento de la Bolsa y los bonos, pero también
en el colapso de los trámites bancarios y los problemas de los comercios para
definir precios, el presidente Alberto Fernández le tomó juramento a Silvina
Batakis en el Ministerio de Economía.
Tras el acto, Batakis dio una breve declaración para resaltar su
compromiso con el “equilibrio fiscal” y señalar que continuará “el programa
económico del Presidente”. Por la noche, en una entrevista con el canal C 5 N,
aseguróque se sentía“cómoda” con el actual tipo de cambio oficial, dijo que “no
se puede vivir en déficit”, consideró “justo” el impuesto a la renta inesperada
y ratificó la segmentación de tarifas.
A última hora, luego del debut de la flamante ministra, el Presidente
recibió en Olivos a Cristina Kirchner, en medio de un fuerte hermetismo.
La verdadera prueba de fuego en los mercados será hoy, cuando operarán a
pleno en el exterior (ayer fue feriado en EE.UU.) y podría verse un impacto en
bonos, acciones argentinas en Wall St. y riesgo país.
Luego de horas de tembladeral financiero, Batakis dijo que “el rumbo de
la Argentina tiene que ver con el manejo fiscal de nuestras cuentas, con seguir
el programa económico que el Presidente vino marcando y lograr que Argentina
tenga más exportaciones”. Fue en una declaración de poco más de dos minutos
ante la prensa, sin preguntas.
La reiteración de la importancia de la “solvencia fiscal” y el cuidado
de las reservas pareció dirigida a enviar una señal de continuidad, más que de
ruptura, frente a la gestión de Guzmán y el acuerdo con el FMI. Más tarde, en
diálogo con C5N, Batakis ratificó la intención de avanzar con la segmentación
de tarifas, meta en la que Guzmán nunca pudo superar el veto de La Cámpora.
De todos modos, las declaraciones de Batakis llegaron cuando ya se había
consumado una jornada de fuertes vaivenes. Pese a que no hubo actividad en Wall
Street, el Banco Central debió intervenir vendiendo $100 millones dólares de
las reservas para amortiguar la demanda de ahorristas e importadores que
lograron saltar los filtros oficiales y el colapso que durante buena parte de
la jornada afectó a las operaciones online de los bancos. El dólar blue, que
llegó a trepar $41 con respecto al viernes, cerró la jornada con una suba de
$20, en $260. Los dólares financieros, por su parte, cerraron en $270 (MEP) y
$281 (CCL).
Por la noche, Batakis dijo que el dólar blue es “muy marginal” y que se
sentía “cómoda” con el actual tipo de cambio oficial. Además aseguró que se
realizará la segmentación de las tarifas de los servicios públicos. Y consideró
que la inflación “es el gran desafío del Gobierno”.
Lejos de los micrófonos, en la Casa Rosada admitían ayer lo que el
mercado daba por hecho: que con Batakis se fortalece la intervención del
kirchnerismo en el rumbo económico. Por la noche, Fernández envió otra señal de
continuidad. “Silvina es una persona experimentada, con una gran trayectoria.
Seguirá los lineamientos generales de nuestro programa económico en pos de
construir una Argentina mejor para todas y todos”, escribió en Twitter.
Casi en simultáneo, el Fondo Monetario Internacional enviaba otro gesto
a los mercados. “Esperamos trabajar con la ministra y su equipo para continuar
apoyando a la Argentina y su gente a fortalecer la estabilidad macroeconómica y
abordar sus profundos desafíos”, indicó un portavoz del FMI ante una consulta
de La Nación.
Presiones renovadas
Pero la exsecretaria de Provincias del Ministerio del Interior no
cosechó solo respaldos. A primera hora de la mañana, y luego de dedicarle un
“te banco fuerte” a través de Twitter, el dirigente social Juan Grabois le
deslizó a Batakis un primer reclamo en público: “Me reservo las felicitaciones
para cuando implementes el Salario Básico Universal. ¡Cazá la birome y no te
demores por favor!”.
No es un pedido más: el salario básico universal ganó fuerza en las
últimas semanas como el caballito de batalla que el kirchnerismo, y en
particular la tropa bonaerense que comanda Máximo Kirchner, comenzó a agitar
como bandera para las elecciones de 2023.
Los gobernadores peronistas, que conocen a la flamante ministra por su
tarea en el Ministerio del Interior, volvieron a cubrirla de elogios en los
medios y las redes sociales. “Visión federal”, “equidad” y “compromiso” se
repitieron como calificativos a la hora de describir a la nueva integrante del
gabinete. Además, una comitiva integrada, entre otros, por Axel Kicillof
(Buenos Aires), Raúl Jalil (Catamarca), Gustavo Bordet (Entre Ríos) y Ricardo
Quintela, asistió a la jura. Pero los gobernadores tampoco bajarán sus
pretensiones: hoy se encontrarán en Formosa diez mandatarios del Norte Grande
para volver a reclamar mayores subsidios para la energía y el transporte
público, además de recordarle la urgencia por la escasez de gasoil y la
necesidad de sostener obras de infraestructura que consideran vitales, también,
para 2023.
La CGT estuvo representada en el acto con su triunvirato completo
–Héctor Daer, Carlos Acuña y Pablo Moyano se mostraron en la primera fila del
Salón Blanco– y las cabezas de los principales gremios. “Hubiera estado bueno
que haya venido Cristina”, se despachó el jefe de los camioneros, Hugo Moyano,
al salir del acto, en diálogo con Radio La Red.
Como entre los gobernadores, el ánimo asambleario se extendió a la
central obrera, que ayer reunió a su mesa chica. No lograron consensuar un
mensaje de apoyo al Gobierno.
Tras reunirse con Fernández para compartir el acto de promulgación de la
ley de alivio fiscal para monotributistas y autónomos, Sergio Massa también se
mostró en la jura de Batakis. Fue luego de un fin de semana en el que acaparó
la atención por sus visitas a Olivos y la posibilidad de desembarcar en el
gabinete. De todos modos, ayer cerca de Massa señalaban que sigue creyendo en
la necesidad de “cambios profundos y de fondo” para salir de la crisis, más que
en renovar solo nombres.ß
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