Por Carolina Paparatto - Los dólares paralelos atraviesan tensas jornadas cambiarias en las que
tocaron máximos
históricos. Tras haber despertado
de la pax cambiaria en las que estaban desde enero, a comienzos
de junio, como reacción al fuerte desarme de la deuda en pesos, la última
semana del mes continúan con una creciente tendencia al alza. En las tres
últimas jornadas, el blue acumuló subas del 5,8%, mientras que los financieros
treparon 7,5% en promedio. En consecuencia, las brechas con el oficial superan
el 90% y en el caso del CCL superó el 100%. Ayer la escalada se moderó y en el
Gobierno lo leyeron como el inicio de una incipiente estabilización de las
presiones alcistas.
En esa línea, Agustín D’Attellis, director del Banco Central, afirmó
ayer en Radio 10 que la brecha
cambiaria “debería acomodarse en los próximos días porque no hay razones
para esto que está ocurriendo” y atribuyó que las bruscas subas a “movimientos
especulativos”. En cambio, analistas consultados por Ámbito señalaron que la
emisión del organismo monetario para sostener la deuda en pesos y la inflación
acumulada del período continuarán presionando al alza a los paralelos.
Martín Kalos, director en EPyCA consultora, señaló que “los dólares
paralelos estaban en una inercia amesetada hace bastante tiempo, por lo cual
era lógico que en algún momento despertaran; la suba de este último tiempo, no
hace más que ponerlos a tono con el resto de los precios de la economía”. En
este sentido, para saber cómo sigue hacia adelante, explicó que hay que
observar la oferta de pesos. “Los pesos excedentes, emitidos por encima de la
demanda para operaciones habituales es lo que termina yendo a demandar dólares
paralelos. El Central viene emitiendo en las últimas semanas ante la salida de
los instrumentos financieros, principalmente los CER. Si la emisión continúa,
es lógico que la búsqueda de aquellos que tienen esos excedentes de pesos sea
por un activo que dé seguridad ante la incertidumbre financiera argentina, este
activo históricamente ha sido el dólar”.
Coincidió en el análisis Emiliano Anselmi, jefe de Macroeconomía en
Portfolio Personal Inversiones. “El mercado actuó lógicamente ante la fuerte
demanda del BCRA, destinada al déficit y a sostener la deuda en pesos. En junio
emitió $1 billón, lo que equivale al 1,1% del PBI. Asimismo, si observamos la
evolución del M3 privado, agregado monetario más amplio, desde el comienzo del
gobierno, aún excede el 15% la evolución del CCL”.
Hacia adelante, Anselmi señaló que “la deuda en pesos es preocupante, ya
que no se está estabilizando por oferta y demanda, y la emisión del Central va
a impactar en el futuro sobre las cotizaciones”. Asimismo, advirtió que las
modificaciones sobre pagos a importaciones “hace que el exceso de pesos que antes
iba por el canal oficial hacia las reservas, vuelva a la economía y una vía de
escape es el CCL”.
Por su parte, el economista Amílcar Collante, pone el foco sobre la
inflación acumulada en el período. “Si lo miramos en perspectiva el dólar
paralelo o los dólares alternativos subieron después de una pax cambiaria en
los primeros cinco meses del año. Con una inflación que aumentó casi 30% en ese
período. Era de esperarse una reacción”, planteó.
En cambio, el economista Federico Glustein abrió la puerta a la
posibilidad de una estabilización tras la brusca corrección en las
cotizaciones: “Probablemente a medida que los operadores esclarezcan la
capacidad de obtener divisas podría ir calmando la marcha ascendente. Sin
embargo, los dólares alternativos se incrementaron al menos 6 puntos
porcentuales por debajo de la inflación, estimando el mes de junio en 5% y 4
puntos porcentuales más que el oficial, por lo que difícilmente se retraiga
fuertemente, porque cedería terreno. A medida que avancen los días y se aclare
el panorama, es probable que haya una estabilización, siempre y cuando no haya
medidas del Gobierno que generen más expectativas negativas y hagan shocks en
el mercado”. |