Por Andrés Lerner y Juan Strasnoy Peyre - En medio
de los temblores financieros internacionales y locales, el Gobierno busca dar
señales de estabilidad. El ministro de Economía, Martín
Guzmán, viajará el miércoles que viene a Francia con la intención de anunciar
un acuerdo para reestructurar la deuda remanente
de más de u$s2.000 millones. Según anticiparon fuentes oficiales a Ámbito, la negociación técnica está muy avanzada y lo
fundamental pasará por consolidar el cierre político. La gira se da en el marco
del endurecimiento de las restricciones a la importación, que le permitieron al
Banco Central comprar ayer u$s583 millones, y la licitación con la que el
Ministerio de Economía consiguió cerrar junio con financiamiento neto positivo.
Aunque no podría ser más oportuna, esta instancia estaba prevista desde
hace meses. En los intercambios con las autoridades del Club ya se había pactado como fecha de referencia para
el cierre de la negociación el 30 de junio. Ayer Guzmán mantuvo una
reunión virtual con directivos del organismo, con quienes confirmó la visita.
Así, la próxima semana el Gobierno buscará abrochar el cierre definitivo de la
reprogramación de esa deuda, que podría brindar oxígeno en el plano financiero.
De la comitiva será parte, entre otros funcionarios, el subsecretario de
Financiamiento, Ramiro Tosi, quien encabezó las
discusiones a nivel técnico durante los últimos meses. Ahora, se negociará a
nivel político con representantes de los países miembros de la entidad.
El acuerdo en ciernes incluirá una reprogramación de los plazos de
repago del capital adeudado para los próximos años y una redefinición de la
tasa de interés, que actualmente ronda el 9% y que el Ejecutivo busca bajar.
Con este convenio, Guzmán busca reabrir el acceso al
financiamiento que brindan las agencias de crédito asociadas para la
exportación, algunas de las cuales forman parte del Club. En concreto, es una
apuesta a que las empresas argentinas consigan líneas con más plazos y mejores
condiciones para financiar sus operaciones en dólares y descomprimir la demanda
de reservas.
A fines de mayo se firmó un decreto de necesidad y urgencia que
estableció un nuevo diferimiento de los pagos al Club de París hasta el 30 de septiembre
de 2024 o hasta que se alcance un entendimiento con el consorcio de países
acreedores, lo que ocurra primero. Los plazos no exigen un cierre inmediato y
podría negociarse hasta que termine el programa con el FMI. De todas maneras, Guzmán quiere cerrarlo ahora
para llevar certezas en medio del temblor financiero. “Tres deudas, tres
soluciones”, dijo a Ámbito un colaborador estrecho del ministro, en referencia
a los acuerdos con el Fondo, los acreedores privados y el que está camino a
sellarse con este consorcio de países acreedores.
El
cierre de un nuevo cronograma de pagos con el Club de París también podría
involucrar vencimientos durante este año. Sobre esa cuestión, en el
Ministerio de Economía aclaran que esto no sumaría complicaciones al objetivo
de acumulación de reservas de u$s5.800 millones a lo largo de 2022 pactado con
el Fondo Monetario Internacional. Es que, de acuerdo a lo previsto en el propio
programa de Facilidades Extendidas vigente, la meta de reservas se ajustaría a
la baja por un monto equivalente a los nuevos vencimientos comprometidos con el
organismo con sede en Francia.
En este contexto, el Gobierno se anotó ayer algunos primeros síntomas de
alivio en las fuertes presiones cambiarias. El Banco Central cerró la rueda de
ayer con compras netas de u$s583 millones, las más altas de los últimos cinco
años y, en paralelo, Economía captó otros $7.009 millones y cerró junio con un
rollover del 109%, por lo que acumula en lo que va del año una tasa de
refinanciamiento de 121%. En la misma jornada, se moderó la suba de los dólares
paralelos y los bonos argentinos se recuperaron luego del desplome de las
últimas semanas.
De todas maneras, en el equipo económico apuntan a obtener más vías de
acceso al crédito. Tras el pedido explícito del FMI al resto de los organismos
multilaterales para que aceleren los desembolsos previstos para este año,
Guzmán se reunió con autoridades del Banco Mundial para intentar agilizar los
envíos programados.
Además, el Gobierno avanza en la adhesión al Banco de Desarrollo de los
BRICS. Este instrumento del grupo conformado por la alianza de países
emergentes cuenta con una programación crediticia de u$s30.000 millones para
los próximos cuatro años. De acuerdo a lo que revelaron fuentes oficiales,
Argentina podría tener acceso este mismo año. Un integrante del equipo
económico ponderó en diálogo con este diario que este banco “va a tener un peso
importante en el financiamiento del país en el mediano plazo”. |