El economista Gustavo Ber, titular del Estudio Ber, analizó la situación
de tensión financiera que se vive esta semana en los mercados, con los dólares volando a niveles récord y los bonos en caída.
El dólar blue se dispara nuevamente y alcanza los $221, a
un paso de su récord histórico de $223. Así, en lo que va de junio, acumula
una suba de $14, hasta el momento, el ascenso mensual más importante de 2022. Sucede
en paralelo del enorme crecimiento del dólar financiero que se ubica por encima
de los $237 y que saltó el lunes $10. Ámbito habló con tres
economistas para analizar las causas detrás de esta nueva disparada.
Esto
es lo que opina el analista:
Un respiro busca intercalar Wall Street tras el "sell-off", a
la espera de la decisión y señales de la Fed donde se especula con un mayor
ritmo en el "tightening", mientras los activos domésticos intentan
acompañar la pausa con la mirada dirigida a la licitación de deuda y al dato de
inflación.
Así es que el S&P Merval hasta el momento se presenta prácticamente
estable, a partir de un comportamiento mixto entre los principales ADRs, más
que nada de la mano del clima externo ya que los ruidos políticos y económicos
locales siguen actuando como un condicionante, y así es que el amague de
"trade electoral" rápidamente fue evaporado ante una renovada
cautela.
También los bonos buscan un respiro tras la fuerte debilidad que
acumulan, y así es que exhiben ligeras mejoras promedio del ~0,1% en sus
cotizaciones en dólares entre las principales
referencias, con el riesgo país aún alrededor de ~2.100 pb., ya que la posición
técnica desfavorable y el temor a una futura reestructuración siguen
prevaleciendo y así ni las castigadas paridades ni el ¨step up¨ en cupones
despiertan interés como para alejar precios de los mínimos.
A la espera mañana de la decisión y las señales de la Fed, Wall Street
se presenta expectante tras el "sell-off" que lo hundió en un
"bear market", ante la expectativa de que podría acelerarse el ritmo
proyectado, al descontarse una suba ya no de 50 pb. sino de 75 pb., ante la
preocupante dinámica que viene exhibiendo la inflación, aún reconociendo los
crecientes riesgos que la política monetaria restrictiva desemboque en una
recesión.
Los activos domésticos aprovechan con timidez y selectividad el respiro
del norte, tras el fuerte castigo que vienen acumulando, aún dentro de un clima
de cautela ya que además deben soportar las cotidianas tensiones políticas y el
clima de incertidumbre económica, dado que el último amague de prematuro
"trade electoral" quedó rápidamente evaporado.
A ello se suman los recientes ruidos que sumaron los bonos CER, donde
hoy en la "mini-licitación" - y con una defensiva oferta de títulos
sólo de muy corto plazo - se buscarán señales sobre todo ante los próximos
vencimientos que serán más elevados y desafiantes. Ello se debe a que debe
evitarse no alcanzar el "roll-over" ya que derivaría en un mayor
financiamiento monetario, el cual resulta inoportuno en el actual delicado
contexto a raíz de las adversas implicancias que tendría sobre la inflación y
las tensiones cambiarias.
Una rueda donde la atención se encuentra concentrada en el
"combo" de la licitación y el dato de inflación, ya que sus lecturas
podrían llevar a otra suba de tasas, todo ello dentro de un clima donde las
compras de divisas siguen a un ritmo lento a pesar de la estacional mayor
oferta del campo. Así es que crecen las presiones sobre los dólares
financieros, con una "brecha" regresando a elevadísimos niveles del
~100% en el CCL, dado que a la expectativa de ¨más pesos, menos dólares¨ hacia
el segundo semestre se suman los ruidos sobre los títulos CER, que podrían
requerir de mayor emisión monetaria en caso de no lograrse rápidamente
recuperar la confianza por parte de los inversores, y el clima internacional de
"risk-off" que activa la búsqueda de cobertura y ello acentúa los
desafíos. |