El Banco Mundial mejoró las perspectivas de crecimiento de Argentina en 2022 del 3,6% en abril al 4,5% actual.
Para 2023, mantiene la cifra en 2,5%. En un contexto complejo, la Argentina se
ubica entre los países que más crecerán en 2022 detrás de Panamá (6,5%),
Colombia (5,4%) y República Dominicana (5%).
A su vez, la institución estimó que el producto interno bruto (PIB) de
Latinoamérica y el Caribe crecerá 2,5% este año, un 0,2% más que lo que estimó
hace dos meses. Para 2023, el crecimiento se desacelerará a 1,9% y para 2024
repuntará un 2,4%. La proyección para la región es inferior al estimado para
los mercados emergentes a nivel mundial, de 3,4%, promedio impulsado por China
e India donde se espera un mayor crecimiento.
“La desaceleración regional refleja el endurecimiento de las condiciones
financieras, el debilitamiento del crecimiento de la demanda externa, la rápida
inflación y la alta incertidumbre política en algunos países”, dice sobre
Latinoamérica el comunicado publicado el martes. El Banco espera que el PIB per
capita de toda la región aumente solo un 0,6% entre 2019 y 2023.
Según el reporte oficial, los factores externos e internos impulsaron la
inflación por encima del promedio estimado por los bancos centrales, lo que
impactó en los hogares. Los precios de los alimentos y los combustibles se
aceleraron rápidamente, por lo que las autoridades tomaron la decisión de
elevar las tasas de interés para evitar la persistencia de la inflación.
Además, a pesar de que los brotes de COVID se han disminuido, China sufrió
brotes que llevó al cierre temporario de plantas, generando cuellos de botella
en el suministro global.
La ofensiva rusa en Ucrania ha limitado, además, el suministro de granos
y fertilizantes, por lo que los precios de estas materias primas han subido en
mercados internacionales. Esto ha beneficiado a algunos países productores en
Latinoamérica. “Se espera que los precios de las principales
exportaciones de la región sean sustancialmente más altos en 2022, pero los
beneficios para el crecimiento se verán frenados por una respuesta lenta de la
producción de algunos productos básicos y por el aumento de los costos de los
insumos, incluidos la energía y los fertilizantes”, dijo el Banco en su
reporte.
“Se espera que las políticas fiscal y monetaria se inclinen en general
contra el crecimiento a corto plazo, ya que las autoridades monetarias
endurecen la política para combatir la inflación y continúa el retiro del apoyo
fiscal relacionado con la pandemia”, asegura la institución.
A nivel mundial, el Banco Mundial estima un crecimiento económico de
2.9% este año. “A pesar del impacto negativo en la actividad global en 2022,
esencialmente no se proyecta un repunte el próximo año: se pronostica que el
crecimiento global aumentará solo levemente un 3% en 2023, ya que muchos
vientos en contra, en particular, los altos precios de las materias primas y el
endurecimiento monetario continuado—se espera que persistan”, dice el reporte.
“Además, la perspectiva está sujeta a varios riesgos a la baja, incluida la
intensificación de las tensiones geopolíticas, los vientos en contra crecientes
de estanflación, el aumento de la inestabilidad financiera, las continuas
tensiones en la oferta y el empeoramiento de la inseguridad alimentaria”,
agrega el Banco.
Rusia y Ucrania
La invasión rusa de Ucrania provocará una contracción del 45,1% de la
economía del país, así como un fuerte aumento de la tasa de pobreza que
afectará al 20% de la población ucraniania según el BM.
Según un escenario base que apunta a la contención del conflicto, la
economía de Ucrania podría registrar un crecimiento del 2,1% en 2023 y se
aceleraría a 5,8% en 2024.
En cuanto a Rusia, el organismo internacional anticipa una contracción
del PBI del 8,9% este año y un 2% en 2023. Para 2024, estima una expansión del
2,2% del PBI. |