Por Mariano Jaimovich - El precio
del dólar concentra la atención de los argentinos, y de acuerdo a distintos economistas
consultados por iProfesional, el atraso
cambiario ya es de 24% desde
fines de 2020 a la fecha.
Un retraso en
la cotización que preocupa a los expertos y que se agrava cada vez más, debido a que la inflación
mensual es muy alta (supera
el 5%), mientras que la devaluación de la moneda marcha a un ritmo bastante
inferior.
De hecho, los
analistas estiman que la actual apreciación del peso es la más alta
desde 2018.
Algo que comenzó a hacerse evidente desde 2021, cuando se utilizó desde el oficialismo
a la divisa norteamericana como "ancla" antiinflacionaria, para que
no haya ruidos financieros durante el período electoral legislativo.
Y que se profundizó
este año por el mayor incremento de los precios de la economía, mientras el dólar avanza desde atrás.
Ahora bien,
para los expertos consultados por este medio, se debe analizar con qué variables se contrasta al dólar para determinar cuál es el nivel preciso
de atraso cambiario que está teniendo su valor en pesos.
Por eso, varios
economistas coinciden en que se debe tener en cuenta como medida de referencia al tipo de cambio real multilateral, que es el comparativo que existe entre
el peso y el resto de las monedas con las que Argentina tiene comercio
internacional.
Para Ricardo Delgado, economista y director de Analytica, "se observa
que en 2022 el tipo de cambio real multilateral está un 10% apreciado
respecto al promedio del año pasado. Es un dato claro", dice a
iProfesional.
En esta tónica
se suma la opinión de Sebastián
Menescaldi,
economista y director asociado de Eco Go: "El tipo de cambio real multilateral volvió a ubicarse en los mismos niveles de la devaluación inicial del Gobierno de
Mauricio Macri. De
este modo, perdió la ventaja cambiaria surgida de las crisis cambiarias de 2018
y 2019 a la fecha", acota a este medio.
De forma
puntual, este experto menciona que, a lo largo del corriente año, la
apreciación de la moneda "no es significativa (2,6%), a causa del reinicio
del crawling peg (devaluación lenta), la
apreciación del real
brasileño y
la mayor inflación del resto del mundo".
Aunque si se compara con fines de 2020, "producto del uso del tipo de
cambio como ancla electoral, la apreciación ya alcanza a 24%, siendo este
el nivel de mayor apreciación desde mayo de 2018", alerta Menescaldi a
iProfesional.
Según aclara,
este valor, si se compra con los datos promedio históricos, se ubica 16,9% más
apreciado, lo cual podría indicar que "el tipo de cambio estaría atrasado y nuestra competitividad
deteriorada".
También en ello
coincide Isaías Marini, economista de Econviews, que sostiene:
"Es cierto que existe un
considerable atraso cambiario:
el tipo de cambio real multilateral, es decir, el tipo de cambio medido en
términos de bienes que comerciamos con otros países, promedio de mayo fue el
más bajo desde mayo de 2018".
Dólar
más barato y desfasajes
Los testimonios
de los economistas marcan a las claras que el atraso cambiario ya es notorio y
que los está preocupando, sobre todo, porque la marcha de los precios es
acelerada, mientras el avance de la cotización del billete estadounidense va
detrás.
En concreto,
la inflación en los primeros 5 meses del año es de un acumulado de
alrededor de 28% mientras que el dólar oficial avanza en el mismo
período un 17%.
A ello se le
suma la baja cantidad de reservas netas que dispone el Banco Central, con la
inquietud extra que las compras
de divisas de la autoridad monetaria son escasas (apenas u$s784 millones en mayo),
en plena época de liquidación alta de la cosecha gruesa del campo.
Hecho que
genera que el Gobierno no
cumpla el acuerdo realizado con el FMI en
cuanto al nivel de reservas que iba a sumar en los últimos meses.
"Este proceso
tiene patas cortas. Con reservas cada vez más escasas, el BCRA endureció cada
vez más el cepo cambiario para los ahorristas, el turismo, la compra de
servicios y, finalmente, para los importadores. Golpeando el consumo y la
actividad económica", afirma a iProfesional Eugenio Marí, economista jefe de la Fundación Libertad y Progreso.
Por el lado de
la opinión de Marini, sostiene que para medir el atraso, "la
cuestión" a dilucidar es respecto a qué nivel se encuentra este desfasaje.
Y sentencia:
"Si tomamos como referencia el nivel promedio de diciembre de 2021,
objetivo en el acuerdo del FMI, el tipo
de cambio hoy debería aumentar un 4,5%. Pero hace menos de dos semanas se necesitaba un 7,9%, lo
cual se explica en que el real brasilero, la moneda de nuestro principal socio
comercial, volvió a apreciarse en los últimos días".
¿Qué
puede pasar con el dólar en los próximos meses?
Ahora bien, el
desafío es conocer qué ocurrirá en los próximos meses con el dólar, y ante esta situación los economistas consultados
por iProfesional tienen una opinión clara.
"Sin un
plan económico creíble a la vista, el desenlace de este proceso será con
una devaluación del tipo de
cambio oficial. Los
desembolsos del FMI han dado aire para posponerlo, pero si la dinámica actual
sigue y el tipo de cambio real se sigue atrasando artificialmente, es
esperable que antes de finales de año haya un salto en el tipo de
cambio", resume Marí.
Por el lado
de Alfredo Romano, economista y autor del libro
"Dolarizar Argentina", debido a la limitada capacidad del Banco
Central para comprar dólares en épocas de liquidaciones gruesas, "vemos
potencialmente una corrección
cambiaria de los dólares paralelos en los próximos meses. Sobre todo en el segundo semestre,
donde el BCRA empezará a sufrir las consecuencias de las magras compras de los
meses anteriores".
Y
completa: "Si tomamos la inflación del 76% anual, el dólar
debería, por lo menos, correr al 50% para no prolongar el atraso
cambiario. Por ende, las chances de ver un dólar sobre fin de año en $300
o más deberían ser consistente con la política monetaria y fiscal que está
llevando adelante el Gobierno".
Esto quiere
decir que un dólar paralelo y financiero en $300 significa una devaluación del 42% desde ahora hasta fin de año.
"Para
alcanzar el nivel promedio de 2021 el tipo de cambio hoy debería aumentar un
16,5%, o un 23,4% para alcanzar el promedio de largo plazo desde 1997",
resume Marini.
Y finaliza:
"Lo que queda claro es que con una inflación a velocidad crucero del 5% a
6% mensual, el Central deberá acelerar el ritmo de depreciación o pronto
volverán las expectativas de un salto cambiario".
Al respecto,
Delgado acota que, en este contexto, "es muy difícil cumplir el compromiso
asumido ante el FMI de ajustar el tipo de cambio real a la tasa de inflación.
Ayudan, obviamente, los precios internacionales y la inflación internacional,
pero claramente se está por debajo y eso forma parte de los problemas que se siguen acumulando". |