Por Carolina Paparatto - Las
cotizaciones de los dólares financieros
mostraron la continuidad de la tendencia estable en el inicio del mes que
mostraron en mayo. A pesar de que a fines de abril sufrieron jornadas de alta
volatilidad que pusieron en duda la pax cambiaria lograda tras el anuncio del
acuerdo con el FMI a principios de año, retomaron luego una relativa
estabilidad. Sin embargo, analistas consultados por Ámbito señalan
factores clave que pueden romper esa tendencia en junio de cara al segundo
semestre.
La escalada inflacionaria de los últimos meses aparece como unos de los
principales puntos de preocupación. El registro del 6% en abril y las
expectativas de que el IPC de mayo no perfore el 5%, podrían presionar las
cotizaciones al alza. Así lo señala el analista financiero Christian Buteler: “los dólares alternativos deberían
seguir la evolución de la inflación, creía que eso iba a suceder en marzo o
abril, pero finalizamos mayo y aún corren por debajo de la tasa
inflacionaria. Sin embargo, esperamos que eso suceda en algún
momento, y podría ser en junio. Esto no quiere decir que se espere un salto
cambiario, sino que evolucionen como el resto de los precios de la economía, ya
que, si todos los precios corren al 5% mensual, el dólar, que es un precio más,
debería moverse en valores similares”.
Por su parte, Emiliano Anselmi, jefe de macroeconomía
en Portfolio Personal Inversiones, advirtió sobre el desacople entre el CCL y la base monetaria desde fines de enero, debido al acuerdo con el
FMI y por las operaciones de carry trade. “Si se observa la evolución del
CCL y el M3 privado, que es un agregado monetario, la cantidad de pesos está
adelantado un 24% a la evolución del dólar libre y el CCL, por lo que vemos que
hay demasiados pesos para el nivel que maneja el CCL. Asimismo, el
precio de los bonos, desde el anuncio del acuerdo con el FMI a fines de enero,
caen un 12%, mientras que el precio del peso sube 11%, es decir que son dos
activos de riesgo en Argentina, pero que uno cae y el otro sube. En ese
sentido, hay uno incorrecto, lo que señala que los dólares financieros están
baratos”.
Anselmi explica que uno de los factores que sostiene esta estabilidad es
el carry trade. “Muchos inversores vendieron dólares y se posicionaron en pesos
aprovechando las tasas. El problema es que cuando se quiere efectivizar la
ganancia se hace un movimiento inverso, y el vendedor compra dólares, lo que
vuelve a presionar nuevamente las cotizaciones. La gran incógnita es si se va a
sostener en junio. No se puede adivinar el timing, por lo que el dólar puede
seguir planchado o puede subir fuertemente como ocurrió en los últimos días,
cuando las cotizaciones se dispararon $25, de los $44 que había perdido tras el
acuerdo con el FMI”, señaló.
Coincidió en el análisis el economista Julián Grancharoff. “Es
una gran incógnita si en junio se va a mantener el carry trade o se van a
empezar a cerrar posiciones. Observo dos factores de incertidumbre que van a
definir esta situación, y por ende impactarán en las cotizaciones de los
financieros. Por un lado, junio es un mes clave para la dinámica de las
reservas internacionales, va a ser un mes de plena liquidación de cosecha, pero
el BCRA no está pudiendo acumular, de hecho, logró comprar aproximadamente
u$s3.000 millones menos que el año pasado, cuando la cosecha es mayor.
Asimismo, otro factor que va a influir es la segunda revisión con el
FMI, y las dudas en torno al cumplimiento de las metas, lo que genera dudas
sobre la sustentabilidad del acuerdo, y puede generar aún mayor incertidumbre
cambiaria”, dijo el analista.
Por su parte, Sergio Chouza, director de la Consultora
Sarandí, observó de cara al segundo semestre que “se acaba la parte del año de
mejor estacionalidad en términos de liquidación del complejo oleaginoso, y esto
puede impactar en las cotizaciones, ya que el hecho de tener una expectativa de
mayor robustez en las reservas aplaca las presiones dolarizadoras. Sumado a que, efectivamente el saldo comprador del Central no fue
satisfactorio, puede generar aún mayores expectativas de devaluación y
presiones a las cotizaciones financieras”.
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