Por Mariano Martín - El
ministro de Economía, Martín Guzmán, puso al descubierto un debate
interno del Frente de Todos por las reservas en
dólares y se desligó de la solución adoptada, que terminó por favorecer la
reestructuración de las deudas de las empresas a costa de una menor acumulación de divisas
por parte del Banco Central (BCRA). Lo hizo para refutar las quejas públicas de
Cristina de Kirchner por el magro resultado en la sumatoria de moneda extranjera
a pesar del superávit comercial de la Argentina.
El funcionario sorprendió con su declaración durante una entrevista este
sábado en AM 750 en la que se refirió, con algo de misterio, al debate que
sobrevino al canje de la deuda con los acreedores privados completado en agosto
de 2020. Allí dio a entender que planteó ante los socios del Gobierno una
alternativa de restricción de acceso a los dólares del BCRA. En su entorno
admitieron que implicaba una suerte de desdoblamiento del tipo de cambio pero
con un mecanismo más complejo consistente en varias normativas orientadas a
racionar la demanda de billetes estadounidenses.
“Cuando eso se discutió privadamente hubo una propuesta de tener un
mercado formal para el tema de las deudas financieras en moneda extranjera para
no afectar la acumulación de reservas en un contexto de gran demanda de dólares
del BCRA para amortizar deudas privadas. Y nadie dijo de ir por ahí”, explicó
Guzmán. El ministro se refirió al sistema por el cual se les impuso a los
privados refinanciar con recursos propios el 60% de sus deudas para acceder a
un financiamiento del Central por el 40% restante. “Pese a eso era tan grande
el problema que hubo mucha salida de dólares. Sabíamos que iban a tomar esa
deuda y que las empresas se iban a capitalizar para más capacidad productiva a
costa de menos reservas. Se decidió ir por ahí”, precisó.
A continuación el funcionario se negó a blanquear qué sectores del FdT
rechazaron su propuesta aunque, en el contexto de la entrevista, dio a entender
que el kirchnerismo pudo respaldarla para blindar las reservas y no lo hizo.
“No voy a decirlo, cada quien sabe. Las consecuencias son las consecuencias”,
respondió.
Una serie de consultas de este diario cerca de Guzmán y en otras
reparticiones económicas del Gobierno reconstruyó en parte aquel debate de
septiembre de 2020. A la propuesta de someter a las empresas a rescatar sus
deudas al valor del dólar financiero se le opusieron el presidente del Central,
Miguel Pesce, y otros funcionarios alineados con Alberto Fernández como Matías
Kulfas (Desarrollo Productivo), Cecilia Todesca (entonces vicejefa de Gabinete)
y Mercedes Marcó del Pont (titular de AFIP), quienes además contaron con aval
implícito y hasta explícito del núcleo kirchnerista.
Por caso formaba parte de las discusiones el gobernador de la provincia
de Buenos Aires, Axel Kicillof, parte de una liga de mandatarios que entre 2020
y el año pasado lograron reestructurar sus deudas con el mismo beneficio que
los privados. En Economía los llaman “los del rubro pago fácil”. Pero también
La Cámpora, pese a las críticas al equipo económico, se corrió de aquel debate.
Los funcionarios consultados señalan que el mismo quebranto que se anticipaba
para los privados en caso de quedar sometidos al dólar financiero podía
preverse para YPF, que maneja ese espacio político, o para AySA, a cargo de
Sergio Massa y Malena Galmarini.
Guzmán, de todos modos, sólo se refirió en la entrevista a las deudas
privadas y omitió, con diplomacia, aludir a las provinciales o de las empresas
estatales. Tras recordar que el año pasado hubo u$s14.700 millones de superávit
comercial destacó que “entre 2020 y 2021 hubo pago de deuda de empresas
privadas por 8.300 millones de dólares” que licuó buena parte de ese resultado
junto con un pago por u$s5.100 millones al Fondo Monetario Internacional (FMI). |