Viernes 27 - Consultoras
económicas y financieras siguen difundiendo informes evaluando un posible
reperfilamiento de la deuda pública en pesos. Más allá de las distintas
lecturas y proyecciones, está claro, para todos ellos, que nadie quiere quedar
“pegado” o muy expuesto en su posición de “pesos” tres meses antes y tres meses
después de las elecciones. El mejor escenario sería, para el consenso del
mercado, una transición manejable por el oficialismo y oposición. El mercado está en manos de la “curva de pesos”.
Por lo pronto, la mira está puesta también en las reservas (dólares) del
BCRA, quien pese al boom de los commodities no logra acumular divisas al ritmo
esperable del programa del Fondo. De aquí a junio el BCRA debería sumar no
menos de USD 2.000 millones, lo que hoy no luce tan sencillo. Pero, como
explican los analistas, no es culpa de los agroexportadores que están
liquidando a troche y moche. Sino de las compras anticipadas de buques de gas y
de los crecientes escurrimientos de divisas a través de las grietas del cepo,
fundamentalmente, del canal servicios.
Mucho ruido vinculado a la oferta y demanda de divisas por servicios,
además de la de fletes y turismo. Es que con una brecha del 80% es lógico que
las sobre y subfacturaciones estén al orden del día. Habrá que ver cómo
reacciona el BCRA si sigue la presión sobre las reservas y encima no se llega a
la meta con el FMI.
Otro tanto ocurre con
el dato de inflación de mayo, todos rezan que empiece con “5”.
Las estimaciones privadas preliminares de la primera y segunda semana del mes
dan cuenta de un IPC entre 5,5 y 6%. Mucha inquietud por la velocidad de
aumento del gasto público, sobre todo, por el temor a que la inflación escale a
otro estadio |