Por Carlos
Burgueño - No habrá reforma previsional en
2022. Esto incluye la ampliación de la base de personas que reciban el
beneficio jubilatorio, tanto este año como el próximo. Antes que haya reclamos
oficiales desde Washington, desde Buenos Aires se le dejó en claro a los
técnicos del Fondo Monetario Internacional (FMI)
que fiscalizan las cuentas argentinas para verificar el cumplimiento de las
metas y objetivos de la primera misión correspondiente al Facilidades
Extendidas, que este tema está cerrado. Al menos para el Ministerio de
Economía. Y que cualquier cálculo sobre las proyecciones del capítulo
previsional que se efectúen para cerrar el 2022, deberán hacerse con esta
definición en las sumas y restas finales. Por otro lado, la única reforma sobre
la que se podría avanzar este año, se le reiteró a la gente del FMI, es la
eliminación de los regímenes especiales para ciertos sectores que aún detentan
algún tipo de jubilaciones de privilegio.
El compromiso oficial fue ratificado en las últimas horas ante los
técnicos del FMI al comenzar la tercera semana de fiscalizaciones
correspondientes a la misión del FMI, las que continúan ejecutándose de manera
virtual y con la mayor discreción posible. Lo que no implica que lo que se
habla no sea de alta profundidad conceptual.
Los únicos avances sobre los que habría novedades, según la promesa
realizada desde Buenos Aires, será en las cajas de financiadas por el sector
público y que alcanzan al Poder Judicial y diplomáticos. Implican haberes que
más que duplican al haber máximo del sistema general y, desde siempre, están en
la mira del organismo financiero. En total habría unas 225 mil personas que
reciben una jubilación o pensión de estos 7 regímenes de privilegio. De estos
regímenes, el Gobierno propone reformar a dos que son los de los miembros
retirados de la Justicia y a los del servicio exterior de la Nación. Este es el
grupo más minoritario ya que alcanzan a apenas 8 mil retirados los cuales
representan el 3% de los beneficiados con un régimen de privilegio, aunque son
los que cuentan con los mayores haberes que rondan un 90% superior al promedio
del régimen general.
Sobre el resto del esquema jubilatorio, el propio Martín Guzmán había
mencionado en las vísperas de la firma en Washington del Facilidades
Extendidas, que “no habrá ninguna reforma jubilatoria”. En su cuenta de Twitter
había afirmado que “nuestro Gobierno siempre va a cuidar y trabajar para
mejorar el salario de nuestros jubilados y jubiladas” y que “se mantendrá la
fórmula de movilidad sancionada en 2020, sosteniendo los derechos que
fortalecimos con esa ley”. Esta línea es la que desde el Ejecutivo se piensa
sostener y la que, al menos durante este año, se defenderá. Incluso ante
embestidas internas.
Las fiscalizaciones continuarán durante los próximos días; se espera, al
menos hasta el viernes. Continúan ejecutándose bajo la supervisión de Julie
Kozac y Luis Cubeddu, sin estridencias y sin que el contenido virtual escape
por fuera de las paredes del Palacio de Hacienda. La intención es que desde
Buenos Aires sólo se observan como interlocutores a Guzmán, quién entre otras
razones en su momento viajó con el Presidente a Europa para comandar la misión;
al delegado nacional ante el FMI Sergio Chodos, algún que otro funcionario
extra de Economía y el presidente del Banco Central Miguel Pesce. El centro de
la fiscalización es lo que sucedió con los números del primer trimestre del
año, especialmente en lo que tiene que ver con el déficit fiscal, la política
monetaria y las reservas del Banco Central. Se supone que estos tres capítulos
ya fueron debatidos. Y que lo que resta fiscalizar es el futuro de los números
locales, especialmente en lo que respecta a lo que se espera de déficit y
emisión monetaria para el segundo semestre. Es en ese ámbito donde la respuesta
sobre si se espera avanzar en una reforma previsional que incluya una moratoria
para personas sin aportes, es que no es un estudio que el Ejecutivo tenga en
carpeta. |