Sábado 7 - Por
Martín Kanenguiser - El equipo económico le jura a los inversores que en los próximos meses
habrá menor volatilidad financiera, pero los ejecutivos financieros
solo piensan en la transición del 2023, preocupados especialmente por las
divisiones en las principales coaliciones políticas y atentos a la figura
emergente de Javier Milei.
En
un encuentro de las autoridades de la Secretaría de Finanzas con clientes de un
importante banco de Wall Street, los colaboradores del ministro Martín
Guzmán prometieron mayor consolidación fiscal y una mejora en el precio de
los bonos a medida que se “demuestre el compromiso” con el cumplimiento del
acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI).
El
análisis escrito de esta entidad es tajante: “La relación entre la deuda y el
PBI ha aumentado sistemáticamente en Argentina, hasta alcanzar el 103% en
2020. La mayor parte de la deuda está denominada en moneda extranjera,
lo que añade riesgos de tipo de cambio”.
“El gobierno actual está reduciendo la vulnerabilidad a la deuda en
divisas, pero esto también tiene el costo de una mayor deuda global a corto
plazo (la exposición a las divisas es actualmente del 69%)”,
advirtió.
Respecto
de la composición del stock de deuda negociable, “la parte vinculada a la
inflación ha aumentado significativamente desde el inicio de la administración,
pasando del 43% en 2019 al 78% actual”. Como contrapartida, “se espera que el
déficit disminuya en los próximos 20 años de manera gradual”.
En
este paper, se resume el diálogo con los funcionarios argentinos: “La
financiación neta a través del mercado de deuda local ha ido aumentando
significativamente. El 77% de la emisión de deuda proviene de letras del
tesoro, mientras que el resto, un 23%, de bonos”.
“La operación de canje ha supuesto una reducción total de la deuda, lo que
contribuye a disminuir las tensiones del mercado. Además, Argentina tuvo
resultados de financiación positivos a principios de 2022, que mejoraron con el
reciente acuerdo del acuerdo: Argentina logró la mitad de la financiación de
proyectos para 2022 en el primer trimestre”, destacó.
En
este sentido, el análisis resalta que “en 2022, los rendimientos de las Letras
del Tesoro vinculadas a la inflación se han vuelto negativos en términos
reales”.
Ante
los inversores, los funcionarios destacaron la existencia del “Programa de
Creadores de Mercado (MMP)”, que se puso en marcha en 2021 con el fin de
obtener más liquidez y más participación de los inversores locales. En el MMP,
siete entidades son bancos, mientras que una es una casa de bolsa. “El programa
ha sido exitoso hasta ahora y ha aumentado la negociación primaria y secundaria
en Argentina”.
Los
próximos pasos
Los
funcionarios detallaron ante los inversores externos que “los próximos pasos
para apoyar la sostenibilidad de la deuda argentina incluirán: 1) seguir
ampliando el financiamiento; 2) preparar un plan de endeudamiento anual; 3)
elaborar la estrategia de deuda a medio plazo; y 4) mejorar la relación con los
inversores”. Curiosamente, en este tipo de encuentros suele participar el
subsecretario de Financiamiento, Ramiro Tosi, pero no el secretario de
Finanzas, Rafael Brigo, a quien los inversores “no le conocemos la
cara”, contaron fuentes de Wall Street.
Los
funcionarios presentes en estos encuentros afirmaron que “a medida que
Argentina empiece a demostrar su compromiso con el programa del FMI, veremos
una mejora gradual en precios de los bonos”.
“Ahora
tenemos una mejor idea de los precios base, pero el mercado está descontando
los riesgos asociados con las preocupaciones políticas del pasado. Aun así,
debería haber menos volatilidad en el mercado de bonos en el futuro, ya que
Argentina comienza a cumplir su compromiso con el FMI”.
Y
pese a las malas señales internas y externas, aseguraron que la proyección de
crecimiento del 3,5% puede ser superada por la realidad. “Dependiendo de cómo
evolucione el escenario internacional, Argentina puede incluso crecer un
5%, pero hay riesgos a la baja”.
“Cuando
Argentina empiece a crecer, necesitará más importaciones, y si las
exportaciones no aumentan también, puede convertirse en un problema. Por lo
tanto, la inversión en el sector energético y minero es muy importante para
promover el crecimiento sostenible y proporcionar resistencia en el sector
exterior”, admitieron los funcionarios.
La
mirada puesta en 2023
En
el auditorio, la atención era parcial, ya que, según un ejecutivo, “lo que
todos los inversores quieren ahora es hablar con Javier Milei”, el diputado
libertario que se ha transformado en una pieza de conflicto dentro de la
principal coalición opositora.
“No
pueden creer lo que pasa ni dentro del oficialismo ni en la oposición y quieren
conocer de qué se trata el fenómeno de Milei”, comentó el ejecutivo, de buen
diálogo con todos los sectores políticos locales.
Entre
los inversores, la sensación predominante es que el oficialismo “tendrá al
menos dos candidatos” y que la “ruptura entre Alberto Fernández y Cristina Kirchner ya no tiene
arreglo”, tal como se observó días atrás en las declaraciones de los
principales referentes de La Cámpora.
De
todos modos, consideran que “Cristina no se va a ir ni va abandonar el
área de Energía, que es clave para su estrategia” de corto y mediano plazo.
Pero tampoco
muestran mucho optimismo respecto de Juntos por el Cambio: “Están a punto de
hacerse pedazos entre ellos y el fenómeno de Milei los estresó más”, indicó la
fuente ligada a los mercados.
En
medio de esta incertidumbre, nadie se anima a hacer sus apuestas en torno del
posible ganador de los comicios del año próximo, pero por si acaso todos
pretenden hacer la procesión al despacho de Milei. |