La
aplicación de derechos de exportación a los productos agropecuarios y derivados
industriales ya es un clásico de la política económica de los gobiernos
argentinos, independientemente del partido al que le toque llevar las riendas
del país. Con 20 años consecutivos de vigencia, el monto recaudado por las
diferentes administraciones que se dieron desde 2002 a la fecha casi duplica a
la deuda que el país tiene con el Fondo Monetario Internacional (FMI), pero no
se vio reflejado en una mejora de magnitud en la infraestructura productiva.
Así
lo refleja un informe del Centro de Estudios Económicos Argentina XXI
(CEEA XXI). El trabajo en cuestión señaló que desde que el presidente
Eduardo Duhalde reinstauró las retenciones en febrero de 2002 hasta el cierre
de 2021, la recaudación en concepto de derechos de exportación al complejo
agroindustrial alcanzó los USD 76.000 millones de dólares. O sea, más allá
de los diferentes esquemas que se aplicaron durante los gobiernos que se fueron
sucediendo, el agro aportó USD 11 millones, al mismo tiempo que el monto
cobrado se incrementó 975% respecto al primer año de su restablecimiento.
No
obstante, esta abultada recaudación que quedó en manos del Estado nacional no
necesariamente se tradujo en una mejora en la infraestructura productiva o de
servicios. Para darle magnitud a lo que significa este monto, el informe
presentó como ejemplo que con solo el 58,5% de lo recaudado, es decir unos
USD 44.500 millones equivalen a precios actuales a la construcción de una
central de energía nuclear; 3.000 kilómetros de rutas; 5 líneas de subte D; un
tren de alta velocidad entre Buenos Aires y Córdoba; 300 escuelas técnicas; 24
hospitales de alta complejidad; 200.000 viviendas; y el fortalecimiento de las
fuerzas armadas.
Los
economistas autores de este trabajo, Ignacio Zorzoli y Jeremías
Morlandi, señalaron que las retenciones “nunca deberían haberse cobrado” al
sostener que son “inmorales” y que “atentan contra la
producción, la mejora tecnológica y la inversión”. Además, destacaron, que
lo que se busca dimensionar con este informe es lo que “se podría haber hecho
con ese dinero, dado que es muy simple darse cuenta de que no se ha hecho nada
para mejorar productivamente a este país”.
Evolución
de las retenciones.
Para
darle fuerza a su argumento, los economistas tomaron como ejemplo el Índice de
desempeño logístico del Banco Mundial, que mide la calidad de la
infraestructura relacionada con el comercio y el transporte. De acuerdo con
este índice, los valores extremos son 1, que significa una calidad baja, y 5,
una calidad alta. Así, para su análisis, tomaron en cuenta, aparte de Argentina,
a Brasil y Chile, para poder contrastar los avances y retrocesos de cada uno.
“En
2007, Argentina, que ya llevaba recaudado casi USD 11.000 millones en concepto
de retenciones, parte con un valor de 2,81. Este valor está por encima del de
Brasil, que es 2,75; pero por debajo de Chile, con 3,06. En 2018, último valor
de la serie, cuando Argentina ya tenía acumulada una recaudación de USD 58.500
millones, era de 2,77. A la Argentina la sigue superando Chile, con 3,21,
mejorando su primer valor; pero ahora también la supera Brasil, con un índice
de 2,93. No sólo no avanzamos en calidad de infraestructura, sino que
retrocedimos”, detallaron los especialistas.
Actualidad
e “ilegalidad”
Como
se dijo con anterioridad, las retenciones son uno de los ingresos fiscales más
importantes para las arcas del Estado, con una participación sumamente
mayoritaria por parte del agro en lo que se refiere a la recaudación de este
concepto. De hecho, según un informe de la Fundación Agropecuaria para el
Desarrollo de Argentina (FADA), durante 2021, AFIP recaudó un total de USD
10.128 millones en retenciones, de los cuales el 98% lo explican las cadenas
agroindustriales, lo que equivale a USD 9.924 millones.
Ese
monto aportado sería superado este año, gracias a la suba de los precios
internacionales de los commodities agrícolas. En este sentido, la Bolsa de
Comercio de Rosario (BCR) proyectó que durante 2022 el sector agropecuario
y agroindustrial pagarán en concepto de derechos de exportación un total de USD
10.968 millones, casi USD 1.000 millones más que lo registrado el año pasado.
Por
su parte, la Sociedad Rural Argentina (SRA) en conjunto con la Sociedad Rural
de Jesús María (SRJM) realizaron una presentación judicial conjunta a finales
de enero para pedir que se declare la inconstitucionalidad e ilegitimidad del
cobro de derechos de exportación, ya que las entidades del campo consideran que
las actuales retenciones debieran ser del 0%, ya que el 31 de diciembre pasado
venció la facultad que tenía el Poder Ejecutivo, mediante la Ley de Solidaridad
Social, de modificar el esquema de retenciones a las exportaciones del agro.
Ante
tal pedido, el juez federal Ricardo Bustos Fierro decidió admitir en los
últimos días la acción de amparo elevada al Poder Judicial y por tal motivo analizará
el caso. En el amparo, las entidad sostienen que “los derechos de exportación
impactan de modo directo e inmediato en el valor de los productos agropecuarios
debido a que, mientras la AFIP exija el pago de los derechos de exportación
para emitir los permisos de embarque de cereal a los exportadores, esos
tributos se verán reflejados en el precio del cereal que cobrarán los
productores, quienes sufren económicamente el perjuicio”.
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