En
medio de las restricciones para que las empresas puedan acceder a insumos, las
pymes industriales reclamaron que el Gobierno establezca un criterio productivo
e industrial para asignar el cupo de importaciones para privilegiar a las
fábricas por sobre el resto de las actividades en materia de comercio
exterior. Las firmas del sector están en alerta por la falta de insumos y
materias primas ante un posible parate de las fábricas
Desde
Industriales Pymes Argentinos (IPA) reclamaron que se derogue la comunicación
“A” 7466, emitida a comienzos de marzo por el Banco Central (BCRA). Según
explicaron en un comunicado, la medida deja en manos de un cálculo porcentual
la definición de contar o no con insumos o materias primas clave para producir.
Y consideraron que el actual sistema es un “atentado contra el desarrollo pyme
industrial”.
“La
actividad de las fábricas argentinas se encuentra en un punto de inflexión, en
donde se juega la profundización o el estancamiento del modelo industrial”,
señaló Daniel Rosato, presidente de Industriales Pymes Argentinos (IPA).
A
través de la comunicación “A” 7466 del 3 de marzo pasado, el Banco Central dispuso dos
categorías para las importaciones. En un caso (SIMI A) se asigna a
cada importador para el año 2022 el equivalente sus importaciones de 2021 más
el 5% o el equivalente a sus importaciones de 2020 más un 70% (el que sea menor
de los dos). Para la otra categoría (SIMI B), en tanto, las importaciones
tienen que ser financiadas como mínimo a un plazo de 180 días.
Las
autoridades de IPA mantuvieron una reunión con funcionarios del BCRA
“Necesitamos
que las medidas de comercio exterior se diseñen con criterios dentro de la
industria, pero que siempre se privilegie la importación de las pymes
industriales. Por eso también debe anularse la posibilidad de importar y pagar
a los 180 días, porque de sostenerse la situación actual solo diez grandes
empresas se van a quedar con los dólares de la economía en seis meses, ya que
son las únicas que tienen la espada para aguantar tanto tiempo”, alertó.
Las
autoridades de IPA mantuvieron una reunión con funcionarios del BCRA donde
plantearon las urgencias de las pymes industriales. Con todo, destacaron la
predisposición del Banco Central para escuchar las problemáticas y que la
institución se comprometió a trabajar para buscar soluciones de inmediato.
“La
estrategia del comercio exterior debe diseñarse con criterio político. Este
Gobierno tiene un modelo industrialista, que choca con la escasez de divisas y
el contexto mundial. Pero no alcanza con restringir o liberar para todos los
sectores iguales, si se quiere profundizar el camino. Las pymes industriales
son clave en la generación de trabajo y aún resta mucho para recuperar las
fábricas cerradas desde el 2015″, destacó Rosato.
“Deben
existir criterios diferenciados para las pymes industriales, y creemos que
esas definiciones se deberían tomar en una mesa de diálogo creada en el
Ministerio de Desarrollo Productivo. Para defender el modelo, se debe priorizar
a la industria. Y para cuidar los dólares, es importante que también haya
un esquema de prioridades entre grandes y pymes”, agregó.
En
marzo pasado se establecieron topes para acceder a las divisas para importar
El
presidente de IPA llamó a poner una mayor cuota de “inteligencia y
profesionalismo”, de modo de distinguir las necesidades del “modelo de
desarrollo que está llevando a cabo el Gobierno”.
Además,
Rosato reclamó que las diferencias políticas dentro del oficialismo y con la
oposición no pongan en duda lo logrado en materia industrial: “Una falta de
acuerdo de todos los sectores con representación parlamentaria y en cargos
ejecutivos generará incertidumbre en los procesos de producción, en medio de
una crisis inflacionaria y efectos de la inestabilidad mundial por los efectos
de la pandemia y de la guerra”.
“Los
dirigentes políticos de la Argentina, que son muchos y que tienen gran
capacidad, tienen que ayudarnos a dar un debate de fondo sobre las necesidades
de profundizar el desarrollo productivo, para que no esté en juego dentro de un
año y medio, o dentro de cinco. Pero si las peleas se multiplican y el consenso
en temas clave, como la industrialización, no se impone, será imposible pensar
en un país a diez años”, aseguró Rosato. |