Por
Francisco Jueguen - En medio de una cautelosa administración de las escasas
reservas, las automotrices, los autopartistas y el gremio del sector –clave a
la hora de generar nuevas divisas– enviaron anteayer una carta al presidente
del Banco Central (BCRA), Miguel Ángel Pesce, para advertirle por el impacto
que tendrán en la producción, el empleo y las exportaciones de autos las
últimas trabas que la entidad impuso al acceso de dólares para pagar
importaciones y los problemas en el abastecimiento de insumos.
En
una nota enviada directamente a Pesce a la que accedió la nacion, que hace
referencia a la “comunicación BCRA - A 7466 – parada de plantas”, la Asociación
de Fabricantes de Automotores (Adefa), la Asociación de Fábricas Argentinas de
Componentes (AFAC) y el Smata (el principal gremio de la actividad)
manifestaron su “preocupación” por la falta de respuesta ante el
“abastecimiento necesario para la fabricación de la cadena de la industria
automotriz”.
“Como
lo anticipamos tanto en las reuniones mantenidas como en las dos notas
presentadas con fecha 14 de marzo y 7 de abril, confirmamos que varias empresas
autopartistas nos han informado que a partir de los primeros días del mes de
mayo no podrán continuar abasteciendo a las empresas terminales al no haber sido
aceptado por parte de sus proveedores del exterior los cambios en las
condiciones comerciales que tenían previamente a la comunicación A 7466. Se
adjunta a la presente la lista de fabricantes de autopartes a los que se les
agotará el cupo de Simis categoría A en los próximos meses”, comenzó la carta,
que al final incluye un listado de casi 50 empresas. La nota de la industria
automotriz fue enviada con copia al ministro de Desarrollo Productivo, Matías
Kulfas, y al jefe de Gabinete, Juan Manzur.
“Como
alertamos oportunamente y en reiteradas ocasiones, esta situación continuará
agravándose en los sucesivos meses, ya que alcanzará progresivamente al resto
de las empresas autopartistas y terminales, teniendo como resultado paradas de
producción, suspensión del personal de toda la cadena productiva
(aproximadamente unos 80.000), como así también un impacto negativo muy
significativo en las exportaciones y en el índice de la actividad industrial
(IPI)”, advirtieron.
Luego
gremios y empresas agregaron: “En este sentido nos parece oportuno destacar que
el sector exporta alrededor del 60% de su producción y fue en el mes de marzo
el sector industrial de mayor crecimiento interanual alcanzando un 20%, nivel
sustancialmente superior al promedio de crecimiento de la industria (3,1%)”.
Tanto
las terminales, las autopartistas como el sindicato del sector alertaron que de
no encontrarse una solución en el corto plazo “esta situación pondrá en
discusión y riesgo los planes de producción, exportación e inversiones proyectados
para el año”, tanto de las empresas terminales como autopartistas, la mayoría
de estas últimas, pymes.
“Por
lo expuesto, entendemos que resulta urgente dar solución al problema,
considerando al sector estratégico por su derrame económico y social, instrumentando
un esquema que excluya a todo el eslabón industrial de la cadena de valor del
sector, del alcance de esta normativa”, indicaron los tres actores más
importantes de la cadena.
La
Nacion consultó anoche en el BCRA y en Desarrollo Productivo por los problemas
que la industria –señaló– tiene para importar insumos, pero al cierre de esta
edición no había recibido una respuesta desde ninguna de las dos dependencias
oficiales.
A
comienzos de marzo, la entidad monetaria había implementado un cambio a la hora
de pedir una SIMI (un permiso de importación), según dos categorías, la A y la
B, hecho que repercute en la industria. En la primera, donde están las
licencias automáticas, el acceso al mercado de cambios se limita según dos
fórmulas: el valor FOB de sus importaciones de 2021 más el 5% de dicho valor o
el valor FOB de sus importaciones de 2020 más un 70% de dicho valor.● |