Por
Wimena Casas - Desde la cámara que agrupa a las empresas del sector salud que
importan insumos y reactivos para realizar diagnósticos médicos advirtieron que
la nueva normativa del Banco Central para acceder a las divisas para importar
puede provocar escasez de estos materiales, esenciales para la detección y el
tratamiento de múltiples enfermedades.
Las
autoridades de UAPE Red (Unión Proveedores del Estado Subcomisión de Reactivos
y Elementos de Diagnóstico) advirtieron que sus socios, que comercializan
reactivos de diagnóstico, insumos médicos y equipamiento de laboratorio,
destinados al diagnóstico, control y tratamiento de enfermedades, enfrentan
dificultades para importar esos productos como consecuencia de las medidas
establecidas por el Banco Central vigentes desde marzo de este año.
Aproximadamente
el 80% de los productos que se utilizan en este segmento del mercado son de
origen importado. “Las restricciones podrían generar, a corto plazo, el
desabastecimiento de muchos productos, con el consecuente impacto en la salud
de la población”, explicaron. Estos faltantes pueden afectar a hospitales,
centros de salud, laboratorios de seguridad agroalimentaria y animal, entre
otros.
A
través de la comunicación A 7466 del 3 de marzo pasado, el Banco Central dispuso dos categorías para habilitar el acceso a los
dólares para pagar las importaciones. En un caso (SIMI A) se asigna
a cada importador para el año 2022 el equivalente sus importaciones de 2021 más
el 5% o el equivalente a sus importaciones de 2020 más un 70% (el que sea menor
de los dos). Para la otra categoría (SIMI B), en tanto, las importaciones tienen
que ser financiadas como mínimo a un plazo de 180 días.
En
el sector esperan definiciones del Banco Central
“Hay
mucha confusión e incertidumbre entre importadores y proveedores de nuestro
sector. Hay algunas excepciones para algunos insumos, de acuerdo a posiciones
arancelarias, pero no sabemos cuáles están incluidos porque cada posición tiene
varias descripciones. Estamos hablando de productos perecederos, que tienen una
caducidad de 4 a 6 meses”, señaló Giampaolo Scarton, miembro de la
Comisión Directiva de UAPE Red y de la Cámara de Comercio Italiana en la
Argentina. Además es fundador de la empresa Bioars, especializada en venta y
distribución de productos e instrumentación destinados al diagnóstico in vitro.
Los
reactivos para diagnóstico son utilizados en especialidades como química
clínica, endocrinología, hematología, inmunología, microbiología, oncología,
identificación de defectos congénitos y del metabolismo en recién nacidos,
aplicaciones en bancos de sangre, VIH, áreas de trasplante, entre otras, así
como para la autoevaluación (por ejemplo, para pacientes diabéticos).
Según
las empresas del sector, el cálculo de cupos sobre la base de los años
2020 y 2021, subestima la demanda para este año. Por ejemplo, debido a las
medidas de aislamiento, en los años anteriores se registró un efecto de
subdiagnóstico de patologías, porque la movilidad se encontraba restringida y
el foco de la atención fue el diagnóstico de Covid-19. A lo que se suma el
aumento de los precios internacionales de 5% como base de los productos para
diagnóstico.
“En
el caso de los marcadores oncológicos, por ejemplo, no se puede cambiar de
producto en el medio de un tratamiento, por los protocolos internacionales. La
medicina está basada en evidencias y esos cambios son muy duros. Los reactivos
no son idénticos, tienen particularidades”, precisó.
Los reactivos tienen particularidades
para cada diagnóstico y tratamiento
Las
compañías también indicaron que el plazo de pago de 180 días a contar
desde la fecha del despacho de los productos importados no es aceptado por las
empresas proveedoras del exterior. Desde la cámara presentaron notas al BCRA
donde solicitaron que los productos mencionados sean eximidos de la normativa.
“Otro
elemento que genera incertidumbre es que dólar se toma frente a un pago a 180
días. Las empresas no están poniendo el dólar oficial al valor actual,
sino el dólar proyectado a $140 o $150 para dentro de seis meses. Y los precios
se están disparando. Cotizan en pesos pero calculan un dólar más alto.
Nuestro sector siempre usó el dólar oficial”, señaló Scarton.
“Esperamos
que se adopte un criterio para los insumos que no genere un daño a la salud. La
comunicación del Banco Central salió de urgencia, pero ahora se necesita un
diálogo con los distintos sectores. Buscamos un diálogo”, concluyó.
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