Por Ruben
Ramallo - En los últimos meses el Banco Central ha venido impulsando una suba de la tasa de interés de referencia con
el objetivo de hacerle frente a una inflación que no de tregua.
En tal sentido, el
movimiento ascendente de los rendimientos comenzó tímidamente a principios de
enero, cuando la autoridad monetaria dispuso una suba de 2 puntos porcentuales en
la retribución a los depósitos a plazo fijo de menos de $10 millones.
Cabe
señalar que esta fue la respuesta inmediata a la fuerte sube registrada en el
índice de precios al consumidor (IPC) que elabora el INDEC en diciembre, ya que
se había pasado del 2,3% en el mes anterior al 4,1%.
Para
peor, las estimaciones incluídas en el REM (Relevamiento de Expectativas
de Mercado) que difunde el Banco Central para el corriente año promediaban
en ese momento el 52,1%.
Por
lo tanto, pese a esa suba de dos puntos porcentuales, la tasa real seguía siendo claramente negativa, del orden del 5%, por lo que el
incentivo para realizar depósitos a plazo fijo era relativamente bajo.
Posteriormente,
ya en el primer bimestre de este año, la inflación siguió sin dar tregua, pues
se registraron subas del 3,9% en enero y del 4,6% el mes siguiente, lo cual a
su vez impulsó nuevas subas en las tasas de interés.
En
tal sentido, en el 18 de febrero se dispuso un incremento de 2 puntos
porcentuales, para llevarla al 41,50% y luego, el 23 de marzo se registró una
suba similar, para fijar la tasa nominal anual en el 43,50 por ciento.
Con la suba de las tasas, el BCRA sigue corriendo
detrás de la inflación
Con estos últimos aumentos en
los rendimientos, se produjo un claro acercamiento en términos reales, pues se
pasó de aquel 5% en primera instancia al 3% y desde fines de marzo
sería apenas un punto por debajo de la inflación.
Más recientemente, el Banco Central dispuso otra suba, esta vez de 2,5 puntos porcentuales,
por lo que la elevó hasta el 46%. Esta nueva y abrupta suba se
aprobó una vez que se conoció el índice de precios de marzo, que con un 6,7%
provocó un verdadero vendaval.
Pero
más allá de la tasa que se fije, el problema radica en que la inflación estimada
sube a pasos agigantados, pues aquella estimación del 52% en diciembre se
convirtió según la última publicación del REM en poco más del 59 por ciento,
con pronóstico reservado para los índices de abril y mayo.
Tasa nominal, efectiva y real
Cada
vez que el Banco Central anuncia una suba de tasas para acercarse a la inflación,
llama la atención la brecha que existe entre el porcentaje a aplicar y el dato
de los precios.
En
tal sentido, debe tenerse en cuenta que la tasa de interés está expresada bajo
la forma de "Tasa Nominal Anual" (T.N.A.), pero el cálculo para saber
si se acerca o no a la inflación incluye un paso intermedio, cual es convertir
esta T.N.A. en una "Tasa Efectiva Anual" (T.E.A.).
Para
ello, la T.N.A. se divide por 12 meses y la tasa que surge se acumula a lo
largo de igual período. Ese resultado es precisamente la T.E.A. que es la que
se compara con la inflación estimada.
A manera de ejemplo, si la
T.N.A. es del 46%, la tasa para un depósito a 30 días será del 3,8%. Pero si
ese depósito se renueva, incluyendo capital más intereses a lo largo
de un año, el rendimiento final o T.E.A. será del orden del 57 por ciento.
Es
precisamente ese porcentaje el que se compara con la inflación, que actualmente
se exitma en el 59,2 por ciento.
¿Alcanza esta suba para reducir la inflación?
Desde
el propio BCRA aclaran que "la suba de tasas es condición necesaria pero,
por sí sola, no suficiente para reducir la inflación".
En
un comunicado, la autoridad monetaria asevera que también será necesaria
"la consolidación de la estabilidad cambiaria a través de un proceso de
acumulación de reservas internacionales" y "una brecha cambiaria
descendente en los llamados dólares financieros, reflejo de la percepción
de que han mejorado los determinantes fundamentales de la macroeconomía".
Analistas
privados coinciden con ese diagnóstico, a la vez que pronostican más subas a lo
largo del año. Pero lo que preocupa a más de uno es que existe la idea de que
el Banco Central está un paso por detrás del aumento de los precios. |