El Fondo Monetario
Internacional aprobaría esta semana el nuevo programa financiero que le
permitiría a la Argentina recibir, por parte de países ricos, una nueva porción
de Derechos Especiales de Giro (DEG). Es un plan que tiene condiciones de
repago más flexibles que los vigentes y que habilitaría un plazo de devolución
de hasta 20 años, tal como buscaba el kirchnerismo durante la renegociación del
Stand By 2018.
Según publicó la agencia de
noticias Reuters, el directorio del organismo pondrá a
consideración esa propuesta, que fue idea de la directora gerente Kristalina
Georgieva, el próximo miércoles. Implicará un potencial financiamiento
para países de bajos ingresos y de ingreso medio -de hasta un PBI per
cápita de USD 12.000- por un total de USD 50.000 millones.
“La idea es que los países
ricos que no necesitan de los DEGs los canalicen por este nuevo fondo que está
destinado a ayudar países de bajo ingreso a fortalecer su resiliencia. Se trata
de proyecto muy importante para Kristalina Georgieva, quien siempre
quiso un instrumento a más largo plazo para ayudar a los países de baja renta
para mitigar los impactos del cambio climático y mejorar sus defensas
fiscales para lidiar con pandemias”, mencionaron fuentes de Washington.
El Fondo de Resiliencia y
Sustentabilidad, tal como se llamaría el nuevo programa más flexible del FMI,
fue uno de los instrumentos financieros que el ministro de Martín Guzmán solicitó
en distintos foros internacionales, inclusive ante el propio Fondo Monetario,
como una manera de redistribuir los USD 650.000 millones de DEG que entregó el
organismo en agosto pasado para financiar políticas contra la pandemia y que en
su mayor parte quedaron en las reservas de países ricos.
“La idea de crear un Fondo de
Resiliencia y Sostenibilidad con la asignación de los DEG que se emiten
para constituir una nueva línea de créditos con mejores términos es muy
positiva, porque esta regla busca en cierta medida corregir las asimetrías
financieras”, mencionó el jefe del Palacio de Hacienda en Venezia en julio
pasado, en una reunión internacional para el cambio climático.
El directorio del FMI
debatirá este miércoles un nuevo tipo de programa de financiamiento más
flexible.
El Gobierno, al acordar el
nuevo Extended Fund Facility (EFF) con el FMI planteó de todas formas al
organismo que si existiera la posibilidad de que el Fondo disponga de un
programa distinto y más flexible para los deudores, el país pudiera
sumarse como reemplazo al vigente EFF.
“Le solicitamos que confirme
que, si en cualquier momento durante la duración del acuerdo extendido, el
Fondo creara una nueva facilidad con mejores términos financieros y para la
cual Argentina fuera elegible, Argentina tendría la oportunidad de hacer
uso del nuevo servicio, de conformidad con las políticas y procedimientos del
FMI”, apuntó la carta a Georgieva firmada por Guzmán y Miguel Pesce,
presidente del BCRA.
Según la definición oficial
del FMI, el nuevo fondo “tiene como objetivo abordar los desafíos
estructurales macrocríticos a largo plazo que implican riesgos macroeconómicos
significativos para la resiliencia y la sostenibilidad de los países
miembros, incluido el cambio climático, la preparación para pandemias y la
digitalización”.
Además, asegura que las
condiciones serán más flexibles para la devolución. “De acuerdo con la
naturaleza a más largo plazo de los riesgos de balanza de pagos que el RST
busca abordar, sus préstamos tendrían vencimientos mucho más largos que el
financiamiento tradicional del FMI. Específicamente, el personal ha
propuesto un vencimiento de 20 años y un período de gracia de 10 años. Una
estructura de intereses escalonada diferenciaría las condiciones de
financiación entre los grupos de países, con un alto grado de concesión para
los miembros de ingresos más bajos”, detalló.
Durante la negociación con el
Fondo para renegociar el SBA de 2018, el kirchnerismo planteó en público que el
ministro de Economía debía exigir en la mesa ante el staff plazos
extraordinarios de devolución -incluso se mencionó como plazo unos 20 años- por
considerar que el préstamo que la institución le otorgó a Mauricio Macri, el
más grande de su historia, también había contado con características
extraordinarias.
Foto de archivo de la
directora gerente del FMI, Kristalina Georgieva, en una rueda de prensa en el
Foro Económico de Davos. Ene 20, 2020. REUTERS/Denis Balibouse
Este nuevo programa que
considerará para su aprobación el directorio del FMI, de todas formas, así como
cuenta con mayores flexibilidades para su repago, también tiene montos de
finaciamiento mucho más pequeños.
Según la definición que
elaboraron las economistas del FMI Ceyla Pazarbasioglu y Uma
Ramakrishnan, “el acceso al financiamiento se determinaría caso por caso, en
función de la solidez de las reformas y las consideraciones de sostenibilidad
de la deuda, y se espera que tenga un tope del 150% de la cuota del FMI o
DEG 1.000 millones, lo que sea menor”, aseguraron.
“Los préstamos del Fondo de
Resiliencia y Sustentabilidad serían parte de una estrategia de financiamiento
más amplia que los miembros seguirían para abordar los riesgos de balanza de
pagos a más largo plazo, lo que implicaría una combinación de financiamiento
multilateral, oficial bilateral y privado”, continuaron.
Bajo ese criterio, a la
Argentina le correspondería, si fuera por la cuota que tiene en el FMI
(3.187 millones de DEG), un total de USD 6.553 millones al considerar el 150%
de su participación accionaria. De todas formas, ese monto excedería por mucho
la definición oficial del FMI. |