Por Pilar Wolffelt - El Banco Central (BCRA) implementó ya
tres subas de tasas de política monetaria en lo que va
de 2022. La última fue el pasado 22 de marzo, cuando la ajustó en 200 puntos
y el rendimiento del plazo fijo tradicional pasó a ser del 43,5%
anual con una tasa efectiva anual (TEA) del 53,3%, y
ahora la expectativa está puesta en saber si llegará un nuevo ajuste en abril.
Todo parece indicar que indefectiblemente se dará, pero no es que la entidad
esté obligada a hacerlo.
Aunque
el mercado se lo exija y la inflación sea
elevada, todo depende de cómo quiera llevar el BCRA su política
monetaria. Entonces, ¿puede el BCRA pasar de ajustar la tasa en
mayo o junio?
Hay
que recordar que la medida de suba de tasas del plazo
fijo del mes pasado era muy esperada por el mercado y se hizo efectiva tras conocerse el dato de inflación de febrero,
que fue del 4,7% ya el mes anterior, se había dado un alza similar después de
que se difundiera el dato de suba de precios de enero y, todo indica que
el nivel inflacionario de
marzo será superior al 5%, por lo que no se descarta que vuelva a ajustar
las tasas.
Asimismo,
el acuerdo con el Fondo Monetario
Internacional (FMI)
especifica que el BCRA debe buscar una tasa de política monetaria positiva respecto de
la inflación y,
tal como señala a iProfesional el economista de Equilibra, Lorenzo Sigaut
Gravina, "en línea con ese objetivo, la viene subiendo mes a mes
intentando hacerla más atractiva en relación a la inflación o, por lo menos, llevarla a terreno neutro".
Sin
embargo, el economista Fabio Rodríguez, socio de MyR Asociados, apunta que
"después de tres movidas consecutivas de suba de tasas realizadas en el marco del
plan de endurecer la política monetaria de acuerdo con lo que se acordó con
el FMI, el BCRA aún no logró llevar a un
nivel positivo los plazos fijos", que están en un nivel del 53% de tasa efectiva contra una inflación esperada que está yendo
a niveles del 60% anual.
Y
es que, tal como indica el economista especializado en el mercado de capitales
Christian Buteler, el ajuste del rendimiento del plazo fijo se viene haciendo de manera algo conservadora y
esto se debe a que "el BCRA no
está realmente convencido de la suba de tasas".
El plazo fijo paga más, pero tiene costos para el
BCRA
¿Por
qué? Lo que sucede es que esta política monetaria no es gratuita porque, según
señala Rodríguez, "aumenta las exigencias de remuneración del stock de
Leliqs" (la Letras de Liquidez que están en manos de los bancos y por las
que el BCRA debe pagar
intereses en línea con lo que fija la tasa de política monetaria).
Y,
por otro lado, menciona que esa suba de tasas pasivas se traslada
también a las activas (las de los créditos), lo que encarece
el crédito de las tarjetas y los préstamos a Pymes (personas y
empresas).
"Entonces,
el BCRA está en el
dilema entre llevar hacia una zona neutra la política monetaria y de tasas y que eso contribuya a
sacarle presión a la brecha y a fortalecer algo el peso, y, por otro lado, se
enfrenta al problema del déficit cuasifiscal (el problema financiero que le
ocasiona la suba de los rendimientos de las Leliqs y pases) y de la tasa activa", resume
Rodríguez.
En
consecuencia, para Sigaut Gravina, es claro que "el BCRA no puede pasarse de
rosca", es decir, subir demasiado la tasa del plazo
fijo porque, tal como explica, "si la inflación está impulsada por
efectos transitorios y volvemos a un índice del 4% en mayo, por ejemplo, ya
habría llegado al objetivo". Sin embargo, considera que todavía pareciera
faltarle para lograr un nivel más adecuado para la inflación actual.
Tasa de plazo fijo: ¿el BCRA está obligado a
subirla?
Pero,
Juan Pablo Albornoz, economista de Ecolatina, agrega otro elemento clave en
este debate y es que el acuerdo con el FMI no especifica si la tasa debe ser real positiva ex ante (en relación a la inflación pasada) o ex post (en
relación a la por venir).
"Asumamos
que la meta es tasa real
positiva ex ante, es decir, mayor a la inflación pasada: el mes que viene, la inflación interanual difícilmente
supere el 54% y, aunque esto implicaría un pésimo dato mensual porque
significaría un 6% para marzo, no dejaría a la Leliq en terreno negativo ya que
la TEA actual de la Leliq roza el 55%", describe Albornoz.
En
consecuencia, asegura que, si el objetivo consiste en mantener a la tasa real ex ante en terreno
positivo, el BCRA técnicamente
no estaría "obligado" subir la tasa en abril.
En
igual sentido, opina Buteler cuando dice que no le extrañaría que, dado que
"el Central considera que la suba de la inflación es momentánea producto de la guerra entre Rusia y
Ucrania y de los desequilibrios que se produjeron en el mes de marzo",
podría decidir no subir la tasa a
la espera de que en mayo sea más baja y vuelva a niveles de rendimiento
positivos.
Pagará más el plazo fijo: la expectativa del
mercado
No
obstante, la mayoría de los analistas coinciden en que es posible que se dé al
menos una suba más durante abril y la incógnita sobre que se mantenga esta
política quedaría pendiente para mayo. Uno de ellos es Ricardo Delgado, director
de Analytica, quien sostiene que "lo más probable es que, una vez que se
conozcan los datos inflacionarios de
marzo, el BCRA se vea
obligado a subir la tasa nuevamente" porque, en un contexto de
programa con el Fondo, hay que lograr tener tasas reales positivas.
Según
vaticina Sigaut Gravina, este ajuste sería de entre 150 y 200 puntos
porcentuales. También apunta en esta línea Albornoz, quien, más allá de su
visión sobre que la urgencia o no de la decisión depende de qué momento se tome
como referencia en materia de inflación,
asegura que "sería esperable que suba la tasa por cuarta vez en el año ya que el dato de marzo se
enfila a ser el peor dato de inflación mensual
de la gestión actual".
Eso, anticipa
que el Central muy probablemente suba la tasa otra vez, aunque en
esta ocasión como respuesta anti-inflacionaria más allá de la meta con
el FMI. Pero no descarta que, si la suba de precios en abril es menor a la
de marzo y febrero, probablemente veamos una pausa en este proceso de ajuste
mensual de rendimientos en mayo.
Rodríguez,
en tanto, considera que los números de inflación de abril y mayo pueden ser elevados también y
asegura que "eso hace que sea difícil pensar en que no vayan a subir
las tasas otra vez en
breve", por lo menos, hasta que esté la percepción clara de que la inflación va a estar ubicada en
un nivel más bajo, lo que espera que se pueda dar a partir de junio recién.
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