Los
activos en hidrocarburos equivalentes
a inmensas fortunas pueden perder
rápidamente su valor debido a la lucha contra el cambio
climático, según los especialistas, que urgen a empresas y
países productores a acelerar su transición energética.
"Limitar
el calentamiento a 2 °C o 1,5 °C bloqueará los activos relacionados con las
energías fósiles, especialmente las infraestructuras y los recursos fósiles que
no se utilizan", advierten los expertos del Panel Intergubernamental sobre el Cambio
Climático (IPCC) en su último informe, publicado el lunes.
Esta
noción de activo "varado" o "bloqueado" (del inglés
"stranded assets") surge a principios de los años 2010 de la mano de
la organización Carbon Tracker. Se trata de activos que terminan valiendo menos
de lo que estaba previsto.
"Designa
un proyecto que no produce los rendimientos económicos esperados durante su
duración a causa de los cambios en la demanda a largo plazo y sobre las bases
del precio, esencialmente debido a la necesidad de actuar por el clima y la
transición energética", explica Mike Coffin, experto de Carbon Tracker.
De
esta manera, los gobiernos pueden cambiar las normas del juego y aumentar los
precios del carbono o prohibir ciertas energías. Los consumidores también
pueden preferir otros productos, como los vehículos eléctricos.
Las
reservas de hidrocarburos corren el riesgo de dejar de ser utilizadas porque la
demanda va a bajar en el futuro para limitar las emisiones de gas de efecto
invernadero. Otras reservas serán demasiado caras para ser explotadas frente a
unos precios a la baja.
Esto
puede suceder en infraestructuras como los oleoductos o las plataformas de
perforación.
Para
el IPCC, los más vulnerables antes del 2030 son los activos vinculados al
carbón. Luego llegan los que están relacionados con el petróleo y el gas.
La
cuestión del clima ha terminado siendo central para algunas empresas, aunque
han tardado más de tres décadas desde que se creó el IPCC en 1988.
"Es
realmente la visión del riesgo financiero la que ha hecho saltar la chispa, que
ha tardado en llegar", subraya Hugues Chenet, investigador asociado a la
University College London (UCL). Esto "ha convencido a los actores
financieros de que había un problema".
La
noción de activos varados -que él prefiere llamar "obsoletos"- pone
de relieve una "contradicción", "con un camino que dice que hay
que abandonar los combustibles fósiles y, delante, una economía que más bien se
está equipando para hacer lo contrario", afirma el investigador.
Para
Lucie Pinson, de la oenegé Reclaim Finance, está contradicción está bien
patente.
Según
ella, los compromisos climáticos de algunas empresas como TotalEnergies no
tienen ninguna credibilidad.
"Vemos
que ni ella misma se cree su propia retórica [climática], porque si se la
creyera, no desarrollaría proyectos que no tienen futuro", asegura.
También
las naciones que basan gran parte de su economía en los recursos fósiles
tendrán que escoger.
De
Azerbaiyán a Angola, pasando por Arabia Saudita o Nigeria, los Estados
productores podrían perder en las próximas dos décadas muchos de sus ingresos,
advierte Carbon Tracker.
"Si
estos países siguen invirtiendo [en las energías fósiles], apuestan por el
fracaso de la acción política sobre el clima pero también por el de las
renovables y otras tecnologías bajas en carbono", indica Mike Coffin, que
les insta a diversificarse.
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