Por Juan Strasnoy
Peyre
- Las apuestas finalmente fallidas de algunos inversores por un salto en el
tipo de cambio, que sumaron presión a las expectativas de devaluación en las
semanas de definición de la negociación con el Fondo Monetario Internacional a
las que el Banco Central llegó
con reservas al límite, volvieron a dejarle cuantiosas ganancias a la autoridad
monetaria. Al no concretarse ese escenario, el BCRA ganó $34.100 millones
en el primer trimestre producto de su intervención en los mercados de dólar futuro, según
supo Ámbito de fuentes oficiales.
Los
futuros del dólar son
instrumentos que se negocian en pesos en el Matba-Rofex y en el MAE. Sirven
para brindar cobertura a los inversores ante un eventual salto cambiario. Los
contratos pactados allí constituyen una especie de apuesta por cubrirse de una
devaluación a un plazo determinado: la diferencia entre el precio convenido y
el tipo de cambio realmente existente al vencimiento del contrato hace que el
comprador gane si dólar oficial finalmente resulta más alto y que el vendedor
lo haga si es más bajo. La venta de estos contratos es una herramienta que
utiliza el BCRA para incidir en las expectativas de devaluación.
Pese
a que la aceleración del ritmo de depreciación del tipo de cambio oficial
iniciada después de las elecciones legislativas había amainado la cantidad de
apuestas del mercado por un salto devaluatorio, la tensión cambiaria se mantuvo
en niveles elevados en la previa del acuerdo con el FMI, lo que
constituyó una fuente extra de presión. Eso se reflejó, por ejemplo, en la
disparada que tuvieron los dólares financieros durante enero.
Por
ese motivo, las ganancias embolsadas por el Central en el mercado de futuros
durante el primer trimestre ya superan los $30.600 millones conseguidos durante
todo 2021. Desde enero de 2020, el BCRA les ganó a quienes pulsearon por un
mayor ritmo de devaluación unos $88.200 millones.
La
entidad que preside Miguel Pesce embolsó vía futuros
$12.500 millones en enero, $12.100 millones en febrero y sumó otros $9.500 millones en marzo, adelantaron fuentes
oficiales. Y afirmaron que en marzo el monto fue menor al de los meses previos
“porque cayó la expectativa de devaluación”, algo que también se reflejó en el
retroceso de alrededor de $10 en los dólares paralelos. Las presiones del
mercado se aplacaron al compás de las perspectivas de avance del reclamado
acuerdo con el Fondo, que incluyó en su primer desembolso un refuerzo para las
reservas.
El
nuevo programa con el FMI no plantea un salto devaluatorio, aunque sí una aceleración del ritmo de depreciación. La pauta fijada
es mantener estable en el tiempo el nivel de competitividad de la
economía de fines de 2021, medido en base al índice de tipo de
cambio real multilateral (ITCRM). En lo que va del año el BCRA elevó
progresivamente la suba mensual del dólar oficial: fue del 2,2% en enero, 2,3%
en febrero y 3,3% en marzo. Si bien se mantuvo considerablemente por debajo de
una inflación desatada, la apreciación del real y el alza de precios en Estados
Unidos contribuyeron a sostener el ITCRM.
Si
bien el dato es aún incipiente y el Central le imprime cierta volatilidad al
crawling peg (depreciación administrada), abril comenzó con una nueva
aceleración a niveles mensualizados del 4%, según cálculos privados en base a
las dos primeras ruedas del mes. Con todo, cepo mediante, la capacidad del BCRA
de regular el ritmo de deslizamiento le otorga una ventaja importante a la hora
de pulsear con los inversores que apuestan por una devaluación mayor.
Entretanto,
toda esta dinámica le permitió a la autoridad monetaria recomponer su
poder de fuego para intervenir en el mercado de futuros en caso de
que las presiones vuelvan a escalar. Es que, a medida que las expectativas de
depreciación aflojaron, la entidad redujo su posición vendida en contratos del
Rofex y el MAE desde los u$s5.100 millones de fines de noviembre hasta los
u$s2.700 millones de fines de febrero, cerca de la mitad. En marzo, podría
haber bajado otro escalón.
El
acuerdo con el FMI le fijó un tope a la intervención en esa plaza, aunque se
trata de monto elevado: el BCRA podrá vender hasta u$s9.000 millones en
contratos de dólar futuro.
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