Por Carolina
Paparatto - Tal como hizo en los últimos meses, el Banco Central volvió a
acelerar la suba del dólar oficial en lo que va de marzo, en línea con lo
acordado con el Fondo Monetario Internacional. El organismo pidió recalibrar el
ritmo de devaluación del peso, con el objetivo de garantizar la competitividad
del tipo de cambio real. Según la evolución de las últimas jornadas, la suba
acumulada en el mes alcanzó el 3,2% a falta de una rueda para el cierre.
Esta
cifra lo lleva a ser el avance más importante de los últimos meses. El
organismo liderado por Miguel Pesce deslizó el tipo de cambio mayorista al 1,3%
en diciembre, luego aumentó al 2,2% en enero y en febrero, al 2,3%.
A
pesar de esta aceleración en la depreciación del tipo de cambio oficial, aún se
encuentra en niveles inferiores a la inflación. El dato del IPC de febrero en
torno al 4,7% y las expectativas de que en marzo sea aún más alto, pone en
cuestión qué ritmo deberá mantener el BCRA, si quiere evitar la pérdida de
competitividad del peso, tal como se acordó con el FMI.
Sin
embargo, este panorama un factor externo trae alivio y lo ayuda a no tener que
acelerar mucho más el ritmo de crawling peg (depreciación administrada). En lo
que va de 2022, el real brasileño se apreció en torno al 12%. En marzo en
particular, su valor pasó de 5,20 a 4,8 en comparación con el dólar, es decir,
tuvo una apreciación del 7%. Según analistas consultados por Ámbito, esta
noticia, le permite al Central evitar una mayor depreciación del tipo de cambio
oficial ya que, cuando el real se encarece, los términos de intercambio
mejoran.
Jorge
Neyro, director de la consultora ACM, señaló que la depreciación del tipo de
cambio oficial está logrando sostener el tipo de cambio real multilateral como
medida de competitividad de precio. Este indicador es el que, según el programa
de Facilidades Extendidas firmado con el Fondo, deberá permanecer estable en el
nivel de fines de 2021.
“La
apreciación del real de los últimos días está ayudando mucho porque el peso
contra el dólar se está apreciando de todas manera, pero en términos
multilaterales se mantiene un poco por encima de los niveles de principio de
marzo, así que estamos estables”, sostuvo Neyro.
Por
su parte, el analista Rubén Ullúa coincidió en que el nivel de competitividad
va a poder mantenerse, pero advirtió que eso se dará durante el primer
semestre. En ese período se darían las condiciones para que el gobierno puede
mantener los niveles de tipo de cambio real multilateral en términos
competitivos.
“Con
la aceleración de la depreciación del tipo de cambio oficial, la suba de tasas
el gobierno va a lograr sostener el nivel de competitividad. Incluso con la
apreciación del real brasileño, se le quita presión al gobierno para que en
este período no tenga la necesidad de acelerar mucho más el nivel de
depreciación y lo pueda controlar mejor, al menos por lo que resta del
semestre. Durante los próximos meses se presentan condiciones de estabilidad
que nos permiten estar alineados. En el segundo semestre habría que observar
qué pasa con diferentes variables, tanto locales como globales; ahí veo la
situación algo más complicada”.
Según
el acuerdo con el FMI, “el régimen de crawling peg sigue siendo apropiado,
aunque será necesario reforzar y recalibrar los elementos clave”. Es decir, el
ritmo de depreciación deberá garantizar un tipo de cambio real competitivo, que
permita obtener superávits comerciales para cumplir con la metas de acumulación
de reservas, por un total de u$s15.000 millones en el período 2022-2024.
En
este sentido, el Gobierno se comprometió con el organismo internacional a
mantener estable el tipo de cambio real multilateral en los valores de
diciembre de 2021, el cual estaba en 102,5 puntos. Actualmente, este se ubica
en 103,4, por lo que el BCRA está logrando sostener la competitividad acordada.
En
esta línea, Neyro observó que, en el largo plazo, el Gobierno va a poder
cumplir con el objetivo de mantener el tipo de cambio multilateral estable,
pero advirtió que dependerá de la evolución de diferentes factores. “Si el real
se sigue apreciando fuertemente, el gobierno va a necesitar devaluar menos el
tipo de cambio oficial. Si no lo hace, va a tener que devaluar un poco más
rápido en los próximos meses. Por eso, depende qué pase con las demás monedas
para conocer el ritmo de devaluación, además de tener en cuenta la inflación
tanto en la Argentina como a nivel mundial”.
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