Por Santiago
Reina
- La pobreza se
redujo al 37,3% en el segundo semestre de 2021, según el dato oficial publicado
por el INDEC este
miércoles. Se trató de la cifra más baja desde la llegada de la pandemia de
Covid-19 al país, aunque algunos expertos advierten que la merma podría ser
transitoria.
Según
el organismo que dirige Marco Lavagna, 10,8 de las 29 millones de personas
relevadas en la Encuesta Permanente de Hogares (EPH) no llegaron a cubrir con
sus ingresos el
costo de la Canasta Básica Total (CBT).
Si
se trasladan los números al total de la población (estimada en 45,8 millones
para 2021), fueron aproximadamente 17,1 millones los individuos pobres en
Argentina durante los últimos seis meses del año pasado.
De
este modo, más de un millón y medio de personas salieron de la pobreza respecto
del semestre previo. Aun así, todavía hay 1,1 millones de pobres más que en el
segundo semestre de 2019, previo al coronavirus.
El
informe del INDEC reflejó que, durante el período de análisis, el ingreso total
familiar subió un 23,8% promedio, contra un incremento del 16,5% en el valor de
la canasta que se utiliza para medir la línea de pobreza.
Asimismo,
se observó una reducción de la distancia entre los ingresos de los hogares
pobres y la CBT. Los primeros dieron un resultado promedio de $46.712, mientras
que la segunda se ubicó en los $74.059, por lo cual la brecha fue del 36,9%,
inferior al 40% del primer semestre de 2021.
La
mejora en los números fue causada por varios factores, entre ellos la recuperación del mercado de trabajo. Vale recordar que la
semana pasada el INDEC informó que la desocupación cayó al 7% en el último
trimestre de 2021, el nivel mínimo de la serie de datos iniciada en 2016.
La
baja de la desocupación se explicó íntegramente por un aumento en el empleo; en
comparación con fines de 2019 se verificaron casi 650.000 personas ocupadas
adicionales. La tasa de empleo fue la más alta desde 2014, mientras que la tasa
especifica de empleo para las mujeres marcó un récord desde 2003.
Un
informe del Centro de Economía Política Argentina (CEPA) detalló que además del repunte el empleo, influyó una inflación en alimentos que se desaceleró desde el 4%
hasta el 2,9% entre la primera mitad y la segunda mitad del año, lo cual
provocó que las canastas básicas subieran por encima del nivel general de
precios.}
Paralelamente,
agregó el CEPA, se vieron mejoras reales en el Salario
Mínimo Vital y Móvil (relevante en las personas pobres que suelen tener mayores
tasas de informalidad laboral), en la Jubilación Mínima, en la AUH, y en planes
sociales.
"La primavera electoral dejó sus frutos con la recuperación del
empleo, caída de la desocupación, relativas mejoras salariales, mayor cobertura
y aumento en las asignaciones sociales; y, por lo tanto, una consecuente caída
de la tasa de indigencia y de la pobreza urbana", sostuvo en diálogo con Ámbito Agustín Salvia, el director
del observatorio de la Universidad Católica Argentina (UCA) que habitualmente
suele estimar los datos de pobreza.
"Estos
resultados encuentran explicación en una burbuja de reactivación económica post
Covid-19, junto a una fuerte inversión pública, manteniendo controlados precios
de tarifas, todo lo cual dejó como efecto un incremento del consumo",
acotó el especialista.
En
la segmentación por edad, nuevamente fueron los niños de hasta 14 años los más afectados. El
51,4% de ellos no pudo satisfacer sus necesidades básicas, pese a que
hubo una reducción de casi tres puntos porcentuales respecto del semestre
anterior.
A
nivel regional, Cuyo pasó a ser la de peor registro al ser la única en tener
una tasa de incidencia de la pobreza superior al 40% (42,7% específicamente).
Dentro de esta región, San Luis (47,8%) y Mendoza (44,6%) fueron las más
golpeadas.
Paralelamente,
la pobreza en las provincias del norte cayó en torno a seis puntos porcentuales
en términos intersemestrales, y en el Gran Buenos Aires bajó del 39,2% al 37,3%
(en el Conurbano cayó desde el 45,3% al 42,3%, pero en CABA aumentó desde el
13,9% al 16,4%).
De
cara a los próximos datos, Salvia no ve que haya "reglas claras que hagan
posible aumentar la demanda de empleo y mejorar la calidad de vida de la
sociedad".
"Cabe
esperar que pasada la ola de consumo y la recuperación del empleo, la pobreza
vuelva a niveles más cercanos del 40%, un nuevo piso de equilibrio paa un
proceso que seguirá siendo estanflacionario", proyectó.
Por
su parte, el CEPA mostró en su informe que la proporción de la CBT respecto de
la mediana salarial de los trabajadores registrados bajó del 97,7% al 88,2%
entre diciembre de 2020 y diciembre de 2021, "en buena medida como
resultado del efecto tarifas en la CBT". Sin embargo, advirtió que para
febrero de este año la cifra ya había trepado a casi 90% ante la inflación
elevada (particularmente en alimentos) y salarios que están quedando atrasados.
Con
el objetivo de alejar las expectativas negativas, desde el Gobierno se lanzó
esta semana el "Plan Argentina Productiva 2030", que busca, entre otras
cosas, generar 220.000 puestos de trabajo asalariado formales en el sector
privado y sacar a un millón de personas de la pobreza por año, de acá a fin de la
década, a partir de la transformación de la estructura productiva y tecnológica
del país.
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