La
fuerte suba en el precio de las materias primas generada a partir de la
invasión rusa a Ucrania no tendrá un impacto determinante para la balanza de
dólares de la Argentina: el beneficio que le traerá al país los mayores
ingresos por la exportación de productos agrícolas y oro se verá compensado por
la mayor salida de dólares necesaria para las importaciones de energía. El
efecto entre ambos sectores será “neutral” para el país, según explicó el
ministro de Economía, Martín Guzmán, durante una presentación en la
exposición Argentina Oil & Gas.
Según
el funcionario, la situación bélica generó “una crisis de la distribución en
general con el impacto que tiene la situación geopolítica tanto en las
commodities como en la energía”.
“Para
la Argentina, esto implica un shock multidimensional; desde el punto de vista
de la balanza de pagos, a los precios de hoy, nosotros vemos que el efecto es
neutral. Se compensa el impacto que tiene el shock en las commodities (tanto en
granos como en el oro, en los productos de la minería en general) con el shock
en la energía, dadas las necesidades de importación para la Argentina”, dijo
Guzmán.
No
obstante, advirtió que si bien el shock en la balanza de pagos “a los precios
de hoy” es neutral, “la situación cambia todo el tiempo porque hay
muchísima volatilidad en todos los frentes; en el frente de energía y en las
otras commodities”.
El
ministro también explicó que “desde el punto de vista fiscal, implica la
necesidad de ir calibrando cuestiones que son de importancia para poder cumplir
con un programa con el que tenemos un fuerte compromiso. Necesitamos garantizar
condiciones que acompañen al proceso de normalización macroeconómica, y que
además garantice el abastecimiento de mercado interno”.
Frente
a directivos del ámbito energético, Guzmán señaló que la política dedicada a
esa materia excede a lo sectorial y se enmarca en tres bloques: el productivo,
el macro y el fiscal. También expresó: “En nuestro año y nueves meses de
gobierno que nos queda, estamos poniendo la cuestión energética como objetivo
central”.
“Fomentar
la escala de producción del sector energético nos permite tener una matriz de
costos diferente para toda la cadena productiva como pasó en otros
países. Desde el punto de vista fiscal, también es clave, ya que si
podemos generar más escala de producción con reducción de costos en la matriz,
eso va a ayudar para ordenar la cuestión fiscal y lo que atañe a los bloques de
subsidios energéticos que tiene impacto en la política fiscal”, apuntó el
ministro.
Guzmán
dijo que hay condiciones que son clave para acelerar el desarrollo energético:
“Primero, estabilidad macroeconómica y de balanza de pagos. Por eso cada uno de
los pasos que se han venido dando como ordenar la cuestión de las deudas
externas, sacar presión es clave en la balanza de pagos en la brecha cambiaria
y poder ir en la dirección contraria”.
“Segundo,
elevar la capacidad de infraestructura. Aquí el Estado tiene un rol muy
importante. Consideramos que el gasoducto Néstor Kirchner es la obra de
infraestructura más importante que enfrenta la Argentina para el próximo
año desde el punto de vista de lo que implica para la capacidad de
transporte y, por ende, la capacidad de escalamiento de la producción”, agregó.
“Tercero,
cierta claridad en las reglas del juego. Hemos venido trabajando en
adaptar el esquema de regulaciones de capitales en particular para el sector
energético”, concluyó Guzmán.
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