Por Ruben Ramallo - Hace poco más de
cuarenta años el ministro de Economía de entonces, Lorenzo Sigaut, dijo una de
las frases que por más de una razón quedó instalada en la memoria colectiva:
"el que apuesta al dólar, pierde".
Sus palabras tenían la clara
intención de tratar de contener el precio de la divisa en momentos en los que
el conjunto de las variables
macroeconómicas mostraba grandes desequilibrios y el billete verde parecía ser el
único refugio ante la incertidumbre que reinaba en ese momento.
Con
el paso del tiempo, esa especie de advertencia o recomendación quedó superada
por los acontecimientos, pues salvo contadas y puntuales excepciones, como por
ejemplo a lo largo de la convertibilidad, los saltos en las cotizaciones del
dólar le dieron la razón a los millones de argentinos que optan por esta forma
de ahorro.
Pero
para desazón de mucho de ellos, de
un largo tiempo a esta parte esta opción queda relegada incluso frente a la otra
gran opción que ofrece el mercado financiero, como son los plazos fijos en
pesos.
El plazo fijo, con mejores rendimientos
De
hecho, si se considera lo sucedido a lo largo de los dos últimos años, un
simple ejercicio numérico permite comprobar que aquel ahorrista que vendió billetes en el mercado informal y volcó los pesos
a un depósito a plazo obtuvo un rendimiento en dólares en algunos casos muy
significativo. Dicho de otra manera, si optó por esta opción, hoy tendría más
dólares que en el momento de la venta.
Para
demostrar la afirmación anterior es
interesante analizar lo sucedido en el lapso comprendido entre fines de abril
de 2020 y la actualidad, tomando como referencia los precios de venta de cada
fin de mes y la evolución de las tasas de interés para depósitos a 30 días de
plazo.
Así,
por ejemplo, quienes hicieron el "mejor
negocio" fueron quienes en contra de la corriente compradora de
dólares, se desprendieron de sus billetes entre abril y diciembre de 2020.
En
efecto, aquellos que vendieron por ejemplo u$s1.000, hoy estarían recomprando
entre u$s1.100 y u$s1.280, es decir que habrían obtenido una ganancia que va
del 10% al 28% en "moneda dura". Un porcentaje que se puede alcanzar
en muy pocas inversiones.
Pero sin duda que el mejor
rendimiento fue el que se alcanza tomando como punto de partida el precio que
se marcó el 23 de octubre de ese año, ya que quienes cambiaron sus dólares por
esos días hoy podrían comprar casi 1.580 dólares.
Ya
en 2021, esas rentabilidades tendieron a ceder para convertirse en negativas en
marzo, siendo este mes la única excepción de todos estos meses, ya que hoy solo
se podrían comprar poco menos de u$s990, pero a partir de ese mes los
rendimientos volvieron a trepar en forma significativa, para estabilizarse por
encima del 10% desde julio.
Mirando para adelante
Si
bien las ganancias en dólares muestran cierto recorte en los últimos meses,
aquellos que se suben a la bicicleta financiera consideran que aún hay margen
para seguir "pedaleando", pues apuestan a que el dólar no mostrará
saltos abruptos una vez que entre en vigencia el acuerdo con el FMI.
Obviamente, si el Banco
Central persiste en subir las tasas de interés de referencia y todo indica que
así será, la cantidad de nuevos ciclistas irá en aumento, aunque su recorrido
no estará exento de todo tipo de desafíos.
En
tal sentido, desde Reconquista 266 explicaron que la decisión de subir las tasas de interés no se realizó con el objetivo
de frenar la inflación, sino que se busca fomentar el ahorro en pesos, con la
intención de evitar la dolarización de los ahorros de los sectores minoristas.
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