Por Liliana
Franco - "El viernes empieza la guerra contra la inflación en la
Argentina", anticipó el presidente Alberto Fernández durante acto en la localidad
bonaerense de Malvinas Argentinas. “Cada vez creemos que la situación se ordena
todo se ha vuelto a complicarse. Cuando pensamos que la pandemia nos dejaba un
terreno libre como para poder avanzar se desata una guerra en Europa, que tiene
repercusiones en todo el mundo, y también en la Argentina, que llegan en forma
de complicaciones económicas”, se lamentó el primer mandatario.
Al
tiempo que reconoció que “La mayor complicación es que esa guerra ha desatado
una lucha tremenda por los alimentos y vuelan los precios en todo el
mundo”.
La
preocupación oficial respecto a de la suba de los precios, en particular de los
alimentos, llevo a que el primer mandatario desde el sábado pasado este
abocados con los ministros de Economía, Martín Guzmán, de Agricultura,
Julián Domínguez, de Producción, Matías Kulfas en diseñar un
paquete de medidas para morigerar el impacto de la suba de los precios de los
principales productos agropecuarios como trigo y maíz.
Justamente
este martes se conocerá el índice de precios correspondiente a febrero que se
estima superará el 4% y para marzo la expectativa no es que sea inferior. Al
respecto, la economista Marina del Pogetto estima que la suba de precios en
estas dos semanas de marzo indicaría que la proyección mensual
podría ubicarse más cerca del 5%.
En
este sentido, se están analizando diversas medidas que contemplarían desde
subir un par de puntos las retenciones a los productos manufacturados de soja
con el objetivo de ampliar el monto del fideicomiso para el
trigo, ampliar la cantidad de productos de Precios Cuidados, establecer precios
máximos para algunos productos de primera necesidad, fijar el precio de la
harina, entre otras.
No
se descarta que se puedan aplicar todas estas medidas en simultáneo. Lo que sí
descartan taxativamente en la Casa Rosada es que se piense en aplicar una suba
de retenciones al trigo y el maíz.
Ayer,
distintos miembros del Poder Ejecutivo mantuvieron reuniones con diferentes
empresas vinculadas a los productos de consumo masivo como asimismo al sector
agropecuario.
Tal
como lo expuso el ministro de Economía, Martin Guzmán este
lunes ante el Senado de la Nación “El objetivo es encontrar un
equilibrio entre los incentivos a la producción y el impacto en la inflación interna.
Dicho eso, le respondo: no se está contemplando un aumento de los derechos de
exportación de los granos, del trigo, del maíz, del girasol, del poroto de soja
y los demás granos”, respondió de esta manera el titular del Palacio de
Hacienda ante la pregunta del senador de Entre Ríos, Alfredo De Angeli. Con esta premisa se trabaja en la Casa Rosada, explican en el
entorno presidencial.
Para
el gobierno la situación de Ucrania “tiene consecuencias económicas que se
deberán atender”. Una de ellas es la suba de los precios de la energía y de los
alimentos. En este sentido, hay ya informes tanto del FMI como del Banco
Mundial que alertan respecto a un menor crecimiento y suba de la inflación.
Cabe
señalar que muchas economías dependen para el suministro de alimentos dependen
en gran medida de Rusia y Ucrania para los alimentos, ambos países suministran
más del 75 % del trigo importado por un grupo de economías de Europa y Asia
central, Medio Oriente y África.
Rusia
también es una fuerza importante en el mercado de la energía y los metales:
representa una cuarta parte del mercado de gas natural, el 18 % del mercado de
carbón, el 14 % del mercado de platino y el 11 % del mercado de petróleo crudo.
Una
fuerte caída en el suministro de estos productos básicos obstaculizaría la
construcción, la industria petroquímica y el transporte.
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