Por Santiago
Reina
- La inflación se
aceleró a 4,7% en febrero, su mayor nivel en 11 meses, según informó
este martes el INDEC. El Índice de Precios al Consumidor
(IPC) fue impulsado nuevamente por grandes aumentos en alimentos y en los
últimos 12 meses trepó 52,3%.
Los
aumentos en Alimentos y bebidas, la división de mayor incidencia en el IPC,
marcaron un récord histórico de 7,5%, 2,6 puntos porcentuales por encima del registro
previo.
Desde
el Ministerio de Economía explicaron que "el indicador se vio afectado por
el impacto de la suba de precios internacionales de los principales
commodities, debido a la sequía y al conflicto en Ucrania".
Al
respecto, el economista Santiago Manoukian sostuvo
en diálogo con Ámbito que el boom de los commodities ya viena
impactando en los precios a nivel mundial desde 2021, pero que el impacto de la
guerra recién comenzó a sentirse a fin de febrero, por lo cual explicó solo una
pequeña parte de la aceleración inflacionaria en Argentina.
"Al
observar los distintos alimentos, se advierte que la suba no provino
principalmente de harina, fideos o aceites, sino de carnes (fundamentalmente
por la escasez en el mercado de hacienda), frutas y verduras", acotó.
En
efecto, en el Gran Buenos Aires, los productos que más aumentaron fueron:
lechuga (72,7%), tomate redondo (40,8%), cebolla (30,8%), limón (27%) y huevos
de gallina (22,5%).
A
la cuestión estacional y la sequía, que traccionó los precios en frutas y
verduras tanto en enero como en febrero, se le sumaron incrementos a nivel
nacional superiores al 5% en lácteos y carnes.
La
otra división que arrojó un alza por encima del promedio general fue Transporte
(4,9%),
también muy relevante en la ponderación que asigna el INDEC en su medición. En
este caso, la aceleración de 2,1 puntos respondió principalmente a la suba
autorizada en combustibles.
Paralalemante,
también resaltaron aceleraciones en las subas de Equipamiento y mantenimiento
del hogar, vestimenta, y el rubro vinculado con los alquileres de vivienda y
los servicios públicos.
Uno
de los datos más alarmantes de febrero fue que la inflación Núcleo, que
no contempla cuestiones estacionales ni precios regulados por el Gobierno,
ascendió al 4,5% y encadenó 17 meses consecutivos por encima del 3%.
Mientras
tanto, la categoría precios Estacionales arrojó un fuerte incremento de 8,4%,
aunque inferior al 9% de enero. Por su parte, los precios Regulados subieron
3,1% (vs 2,8% del mes anterior).
La
cifra oficial del INDEC superó a las estimaciones del sector privado, que según
el último Relevamiento de Expectativas de Mercado (REM) del Banco Central
(BCRA) había previsto una inflación de 3,9% para el segundo mes del año, el
mismo número que dio el INDEC para enero.
El
acuerdo con el FMI prevé un aumento de precios de entre 38 y 48% para 2022. El
ministro de Economía Martín Guzmán dijo en reiteradas ocasiones que para su
cartera la inflación es un fenómeno “multicausal” y que, en ese sentido, su
solución requiere de un enfoque integral que contemple tanto la acumulación de
reservas (para evitar presiones sobre el dólar), como un financiamiento más
sano del déficit fiscal (reducción de la emisión monetaria) y políticas de
precios e ingresos (para coordinar expectativas).
Sin
embargo, el mercado no cree en la proyección oficial. Según el último REM, la
inflación anual esperada es del 55%.
Como
si fuera poco, a la inercia del proceso inflacionario argentino y la escalada
en la inflación internacional tras la pandemia de Covid-19, se le suma ahora
una nueva disparada en el precio internacional de commodities como los granos y
la energía, a raíz del conflicto bélico entre Rusia y Ucrania, que podría echar
aún más leña al fuego.
“Cada
vez que creemos que la situación se ordena todo se vuelve a complicar. Cuando
pensamos que la pandemia nos dejaba un terreno libre como para poder avanzar se
desata una guerra en Europa, que tiene repercusiones en todo el mundo, y
también en la Argentina, que llegan en forma de complicaciones económicas”,
dijo el presidente Alberto Fernández durante esta
jornada, en referencia al impacto mundial en los precios, fundamentalmente de
los alimentos.
En
ese sentido, el mandatario anticipó que este viernes
"empieza la guerra contra la inflación", en alusión a un paquete de
medidas que se anunciaría ese día.
Según
lo trascendido, el paquete podría incluir una suba de retenciones a las
manufacturas derivadas de la soja, ampliación del monto para el fideicomiso del
trigo y mayores productos en Precios Cuidados, entre otras iniciativas.
"No
creo que vaya a tener un impacto sobre la inflación real; puede ayudar en
algunos casos puntuales. Los programas de Precios Cuidados son
parches que no solucionan la inflación estructural que hay en Argentina.
Impactan en algunos de los grandes supermercados y la mayoría de las personas
consume en almacenes o chinos, donde las medidas no impactan", aclaró Laura Testa, economista de Paridad en la Macro.
"Creo
que estamos ante una inercia desmedida, que pareciera inmanejable para el
Gobierno. No tengo la solución pero estamos llegando a un límite en el cual va
a haber que empezar a tomar medidas muy estrictas porque la inflación perjudica
más a los sectores vulnerables", agregó la especialista.
Por
su parte, Manoukian afirmó que hace falta un "ancla creíble"
para que la inflación baje en el largo plazo ya que "las tradicionales
(salarios, tarifas, tipo de cambio) lucen acabadas".
"Particularmente
en marzo, mes ya jugado, la conjugación de aumentos en combustibles, educación,
prepagas, tarifas de gas y electricidad e indumentaria pegarán fuerte",
proyectó para el próximo dato.
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