Por Joaquín
Rodríguez Freirej - Luego de meses de
febriles negociaciones, la Argentina y el Fondo
Monetario Internacional (FMI)
finalmente anunciaron ayer un acuerdo por la deuda de casi u$s45.000 millones
que el país contrajo durante el Gobierno de Mauricio Macri. El
texto, que contempla pagos entre 2026 y 2034 y no impone una reforma
previsional, ahora deberá ser aprobado tanto por el Congreso como
por el Board del organismo.
El
entendimiento fue comunicado casi en paralelo por el Gobierno y el FMI, que
desde Washington consideró que se trata de un acuerdo “pragmático y realista,
con políticas creíbles para fortalecer la estabilidad macroeconómica”. Ahora
comenzará un nuevo capítulo en el escenario local, con el debate parlamentario
que se anticipa álgido para el oficialismo.
La
génesis será el lunes próximo, cuando el proyecto comience a ser tratado por la
Comisión de Presupuesto de la Cámara de Diputados. Allí estará presente el ministro de Economía, Martín
Guzmán, quien brindará detalles sobre la letra chica del texto, uno de los
puntos más ríspidos al seno del Frente de Todos (FdT), que todavía no sabe si
contará con el voto afirmativo de todos sus legisladores. Por su parte, los
sectores duros del macrismo coquetean con el misterio y todavía no sentaron
posición al respecto.
En
el comunicado difundido por el Gobierno, se informó que el acuerdo “se basa en
lo que se conoce como Servicio Ampliado del FMI (Acuerdo de Facilidades
Extendidas; EFF, por su sigla en inglés), que incluye diez revisiones que se
realizarán de manera trimestral durante dos años y medio. El primer desembolso
se realizará luego de la aprobación del programa por parte del directorio del
FMI. El resto de los desembolsos se hará luego de completarse cada revisión. El
período de repago de cada desembolso es de diez años, con un período de gracia
de 4 años y medio, lo que implica comenzar a pagar la deuda a partir de 2026 y
hasta 2034”.
Además,
el Estado dio a conocer que “se
avanzará en una consolidación fiscal progresiva que reduzca el déficit fiscal,
en el marco de la recuperación de la actividad económica y una reducción
gradual del financiamiento monetario del mismo, así como también de un marco de
implementación de la política monetaria que redunde en tasas de interés reales
positivas para fortalecer la demanda de activos en pesos”, mientras que destacó
que “no prevé ninguna reforma previsional”.
A
principios de febrero, el país había realizado dos pagos al organismo que
encabeza Kristalina Georgieva por u$s731 millones y u$s360 millones, mostrando
su buena voluntad para cumplir con el cronograma establecido. Según el acuerdo
stand by firmado por Macri, el país debía abonar este año un total de u$s18.000
millones y otros u$s19.000 millones en 2023, un compromiso imposible de cumplir
teniendo en cuenta la disponibilidad de reservas del país.
Para
avanzar, el Gobierno espera que el Congreso convierta en ley el proyecto
antes de fines de marzo. Luego de su eventual aprobación, el Board del FMI lo
analizará en profundidad antes de darle su visto bueno. El próximo 22 de marzo
la Argentina afrontará un vencimiento por u$s3.200 millones con el organismo.
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