Domingo 6 - Por Mariano Boettner - Con el acuerdo formalizado,
restan para que comience su vigencia plena dos pasos decisivos: la aprobación
del Congreso y el visto bueno del directorio del Fondo Monetario Internacional.
Desde ese momento iniciará el nuevo Extended Fund Facility (EFF)
con el que la Argentina cubrirá los vencimientos hacia el organismo de los
próximos dos años y medio. Para contar con esos desembolsos, deberá
cumplir una serie de metas trimestrales en las evaluaciones que realizarán los
técnicos del FMI.
Según
el memorando de entendimiento enviado este viernes al Congreso por parte del
Ministerio de Economía, “el programa estará monitoreado mediante revisiones
trimestrales, medidas previas, criterios de ejecución cuantitativos, metas
indicativas y parámetros de referencia estructurales”, afirma el documento.
El
acuerdo funcionará con 10 revisiones trimestrales para distintos criterios de
política económica, que incluirán el déficit primario, la asistencia
monetaria desde el Banco Central al Tesoro y acumulación de reservas, entre
otros puntos. El cumplimiento de estas métricas serán condicionantes para que
el Gobierno pueda recibir los desembolsos del organismo.
El paper técnico
estipula que el esquema de objetivos macroeconómicos diferencia dos aspectos:
criterios de ejecución y metas indicativas. Para marzo y junio, las dos
primeras instancias trimestrales de evaluación, las cifras tentativas fueron
expuestas como criterios de ejecución mientras que las de septiembre y
diciembre son metas propiamente dichas.
El
staff del FMI hará evaluaciones trimestrales antes de activar los desembolsos
De
acuerdo al detalle publicado en el documento girado al Congreso, hacia fines de
marzo el Gobierno debería haber cumplido con las siguientes metas:
-
Metas fiscales: si bien no estipula un techo para el primer mes de
evaluación, la cifra que actuará como referencia de “piso” para el caso
del déficit primario de la administración nacional será de $222.300 millones.
Asimismo, solo permitirá un valor de 535.900 millones de pesos como deuda
“flotante”, es decir pagos atrasados del ejercicio anterior. Este último número
se mantiene fijo a lo largo de 2022. Como referencia, los únicos datos fiscales
publicados son los de enero, que mostraron un rojo primario de casi $16.700
millones.
Habrá,
además un criterio de ejecución que el acuerdo considera “continuo”, y que no
tiene cambios a lo largo de los cuatro trimestres: la no acumulación de atrasos
de pagos de deuda externa por parte del gobierno. En este aspecto, la
tolerancia será cero en el programa financiero acordado este jueves.
Luego
habrá metas indicativas para dos aspectos: recaudación y gasto social. En el
primer aspecto, el Gobierno debería tener un ingreso real 2,417 billones
de pesos entre los primeros tres meses del año. Además, habrá erogaciones en
programas de asistencia social que tendrán un cupo mínimo de casi $152.000
millones. Según la definición acordada, estarán incluidas la Asignación
Universal por Hijo, Asignación por Embarazo, y Ayuda Escolar Anual, la Tarjeta
Alimentar y el plan Progresar.
-
Metas monetarias: habrá dos criterios de ejecución y una meta
cuantitativa. En el primer grupo se listan el piso de variación reservas
internacionales netas del Banco Central y el tope del financiamiento monetario
desde la autoridad monetaria hacia el Tesoro. Hacia finales de marzo, las
reservas deberían haber aumentado USD 1.200 millones en forma
neta, mientras que la monetización del déficit tendrá como techo una suma
de $236.800 millones. La última meta que deberá cumplir el BCRA es la de la
intervención en el mercado de futuros, en el que habrá un tope de USD 6.000
millones como saldo.
A
finales de marzo el BCRA debería haber sumado USD 1.200 millones de reservas
netas.
La
primera revisión será en junio, tres meses después de aprobado -eventualmente-
el programa en el Congreso y en el directorio del FMI. En esa
instancia, el déficit primario debería ser cercano a $566.800 millones,
los ingresos del Estado acumulados de 4,7 billones de pesos, un gasto social
que sea como mínimo de $318.000 millones, las reservas deberían haberse
incrementado 4.100 millones de dólares en forma neta y la monetización del
déficit no podrá superar los $438.000 millones.
Hacia
septiembre, las metas indicativas hacia los $912.000 millones de
desequilibrio fiscal primario, 6,9 billones de pesos de ingresos fiscales,
$494.000 millones destinados a gasto social, USD 4.400 millones acumulados en
el BCRA y $613.000 millones de emisión monetaria para financiar al Tesoro.
Por último, en diciembre el déficit primario redonderá los 1,758 billones
de pesos (2,5% del PBI), 8,9 billones de recaudación, $707.000 millones para
programas de asistencia, USD 5.800 millones de colchón de divisas acumulado y
$705.000 millones de asistencia monetaria al Tesoro.
Por
otra parte, el Gobierno se comprometió ante el FMI a consultar al staff técnico
del organismo antes de implementar cualquier medida que pueda entorpecer el
cumplimiento del acuerdo y que modifique de alguna manera los lineamientos del
programa.
“Estamos
seguros de que nuestras políticas son las adecuadas para alcanzar los objetivos
del programa y estamos listos para tomar las medidas adicionales que sean
necesarias para tales fines. Consultaremos con el FMI sobre la adopción de
estas medidas y en forma previa a cualquier revisión a las medidas contenidas
en este Memorando, y evitaremos cualquier política que no sea consistente con
los objetivos del programa y nuestros compromisos en el contexto de este”,
mencionó el Ministerio de Economía.
El
Ministerio de Economía y el Banco Central deberán cumplir con metas
trimestrales en el marco del acuerdo con el Fondo
Asimismo,
también aseguró que cualquier excedente a la recaudación programada será
utilizada para cumplir con la meta fiscal. “Nos comprometemos a aprovechar
esta oportunidad para reducir debidamente el déficit fiscal según corresponda,
o para asegurar que nuestro escenario base de meta fiscal se cumpla en el
evento de que ocurra un shock externo adverso, y de esta manera reflejar
nuestro compromiso respecto a las políticas de estabilización macroeconómicas”,
asegura el memorando.
Habrá
un flujo de información constante entre los funcionarios del Gobierno y el FMI.
Incluso el acuerdo prevé que algunos datos deberán ser enviados a
Washington con ritmo diario. Entre esos datos están las cotizaciones del dólar,
el total emitido por el BCRA, depósitos de instituciones financieras en el
BCRA; asistencia de liquidez a los bancos, tasas de interés de depósitos a
siete días, posiciones en moneda extranjera de los bancos y la actividad del
BCRA en el mercado de dólar futuro.
Otros
tendrán frecuencia semanal: ventas y compras de títulos-valores liquidados en
diferentes monedas, registrados y proporcionados por la Comisión Nacional de
Valores, incluidas negociaciones del BCRA. “Esta información será transmitida
por el BCRA e incluirá un reporte de la estimación diaria de saldos totales y
tipo de cambio implícito de los valores más representativos negociados en las
modalidades y operaciones CCL y MEP”, dice el memorando.
También
habrá datos quincenales como tasas de interés de bonos locales, mensuales como
ingresos y gastos del sector público, servcios y saldos de deuda, reservas del
sector bancario, depósitos, y semestrales como el gasto de la Casa Rosada al
sistema previsional provincial y pagos de atrasos a fallos del tribunal del
CIADI, perteneciente al Banco Mundial, además de datos de deuda de las
provincias.
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